Te Seguiré Amando

68.

Ambos nos quedamos sin hacer nada y solo nos quedamos viéndonos.

—Hola Draco — fue lo único que se me ocurrió decir.

—Hola — respondió.

—¿Cómo has estado?

—Bien, tú... ¿Ya estás mejor? — preguntó.

—Sí — respondí.

Draco se dio la vuelta en intento irse, pero yo hablé antes de que se fuera.

—¿Por qué no me escribiste? Espere tu carta durante semanas...

—Lo siento, yo... es que todo es muy complicado ahora — dijo.

—Te entiendo — él asintió, nos quedamos unos minutos en silencio, pero decidí decir algo más — Draco, ¿Quieres terminar?

Él sabía a lo que me refería, yo no quería terminar mi relación con él, porque sabía lo que estaba pasando. Aunque todavía no tenía claro como decirle que yo ya sabía todo.

—No lo sé — fue lo único que dijo y se fue.

Me quedé pensando, no sé como iba a decirle todo lo que yo sabía, no era fácil, si le digo tal vez él se sienta peor o tal vez se sentiría con más apoyo; pero la única manera de saberlo era diciéndole que yo ya me había enterado sobre que él era un mortifago.

Finalmente llegamos a Hogwarts, el director Dumbledore anuncio que mi papá ahora sería el nuevo profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras y que la clase de pociones sería enseñada por el profesor Slughorn. También que la profesora Potter volvió este año al colegio, para seguir dando la materia de encantamientos.

Pero no atendí a lo demás, porque estaba observando a Draco y su manera extraña de comportarse, estaba serio y desanimado, se notaba claramente que algo le sucedía, quería acercarme a él, pero algo me detenía.

—El profesor Slughorn se ve agradable — dijo Daphne — tendré que pensar si entrar a su clase.

—Yo entraré a la mayoría de las clases — dije.

—No lograrás pasar tantas clases — dijo Theo.

—Lo lograré, ya verás, aunque no entraré a Cuidado De Criaturas Mágicas y tampoco a Herbologia — contesté.

—Vamos a la sala común — dijo Daphne. Cuando me dí cuenta todos se estaban iendo a sus respectivas casas, así que también me fuí con Daphne y Theo.

Draco seguía hablando con Pansy y Blaise, pero ignoraba a Daphne y Theo, también a mí.

—Y ya me estaba cayendo bien — dijo Daphne.

—Es raro que se comporte así, siempre hemos sido sus amigos, y ahora nos trata mal — dijo Theo — me hace sentir muy mal, desde primer año siempre caminabamos juntos.

—Debe pasarle lago, ya hablé un poco con él, así que tranquilos — dije.

—¿De qué hablaron?, ¿Qué te dijo? — preguntó Daphne.

—Me dijo... Algo, no les voy a contar — dije.

—Eso significa que no eres nuestra amiga — dijo Theo ofendido.

—No significa eso, sino que es personal — contesté, Daphne me miró confundida.

—Levanta tus mangas — dijo Daph.

—¿Para qué? — pregunté.

—Los mortifagos ocultan cosas, y su marca es en sus brazos — susurró.

—No soy mortifaga, ¿Qué te sucede, Daphne?, desconfias de mí... — dije.

—De todas formas levanta tus mangas y tu también hazlo Theo — ordenó.