Te Seguiré Amando

76.

A la mañana siguiente, nos dimos cuenta que nos habíamos quedado dormidos. Draco acariciaba mi cabello y me sentía muy cómoda a su lado, no quería levantarme de la cama.

—Ya debemos despertar — dijo.

—No quiero, estoy bien aquí — dije.

—Pero volverás a tu casa con tu padre y yo debo ir a mi casa — dijo.

—Lo sé, pero no quiero.

—Ahora que lo pienso ¿Donde durmieron Theo y Blaise? — preguntó.

Me sorprendí mucho y rápidamente me levante.

—¿Qué pasa? — preguntó.

—Theo y Blaise me mataran — dije. Como lo único que tenía puesto anoche era mi vestido y los tacones tuve que salir así del cuarto de Draco.

Baje a la sala común, Theo estaba dormido en uno de los sofás, entonces subí a mi cuarto para que Theo no me diga nada.

Me cambie la ropa y saque mi maleta, en el gran comedor me encontré con Daphne.

—Te irás a tu casa ¿Verdad? — preguntó Daphne.

—Sí — le dí un abrazo — Te extrañare, cuídate mucho — dije, Daphne se iba a quedar en el castillo.

—Ni que te fueras a ir mil años — dijo riendo.

—Igual cuídate, no pelees con Theo y estudia para los exámenes — dije.

—Esta bien, intentare llevarme bien con Theo — dijo.

—Ya casi saldrá el tren — dije, después en la puerta del gran comedor ví a Theo — mira, ahí viene Theo.

—Te voy a asesinar, Lilian Snape — dijo Theo cuando estaba al frente de mí.

—Yo... yo no hice nada — dije nerviosa.

—Me dejaste sin cuarto, y no te dejaré en paz hasta que me cuentes todos los detalles — dijo.

—¿Detalles de qué? — pregunté.

—Qué más pudo pasar para que me dejen sin cuarto — dijo enojado.

—No te enojes Theo — dije.

—No me enojare — dijo — ¿Ya te vas?.

—Sip — le dí un abrazo y susurre — cuida a Daphne en estas dos semana.

—Lo haré — dijo susurrando.

Paso el rato y por fin fuimos al tren, Draco y yo fuimos en el mismo compartimiento. El viaje fue demasiado largo, yo me quedé dormida entre los brazos de Draco.

—Ya llegamos — escuche decir a Draco.

—Que bueno — me levante del asiento y agarre mi bolso — aun tengo sueño — dije.

—Dormirás en tu casa y no olvides escribirme cuando llegues — dijo.

—Sí, puedes estar tranquilo, te escribiré — dije y le dí un beso corto.

Me fui con mi padre quien ya tenía mi maleta, y volvimos a casa.

Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue escribirle a Draco, después desempaque, deje todo en su lugar, fue un día demasiado cansado así que me dormí.

Al siguiente día, no sé la razón pero algo era diferente, las nubes eran más oscuras como si estuviera a punto de llover, y el periódico estaba lleno de noticias tristes.

No quería preocuparme pero era algo imposible. Comencé a hacer otras cosas para distraerme, estaba ordenando mis libros y sin querer el diario de mi mamá cayó al suelo, ese momento un papel se salió del diario y lo levante. Me dio curiosidad y lo revisé.