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Al terminar la clase de Encantamientos, fui a la de Pociones, la profesora Potter ya me había dado un pensamiento diferentes sobre ese profesor.

Estábamos hablando de lo importante que son las pociones y Harry llego tarde acompañado por Ron.

—Harry, pasa... Veo que trajiste un amigo — dijo el profesor Slughorn.

—Sí, pero no soy bueno en pociones así que mejor me voy — dijo Ron.

—Puedes quedarte, cualquier amigo de Harry es bienvenido — insistió el profesor Slughorn.

—Profesor, aún no tengo mi texto — dijo Harry.

—Hay dos en el armario — dijo.

Harry y Ron se acercaron al armario.

—Bueno, quien me puede decir que son estas tres pociones — dijo señalando tres calderos. Levanté la mano — sí, señorita Snape.

—Bueno la primera es veritaserum, es un suero de la verdad. En la segunda hay poción multijugos, con esta poción puedes convertirte cualquier persona, con tal de que pongas algo de esa persona con cabello o uñas. En la tercera hay amortentia, es una poción de amor, se dice que es muy poderosa y peligrosa, para cada persona tiene un olor diferente, dependiendo a que le atrae — expliqué.

—Muy bien señorita Snape, veinte puntos para Slytherin — dijo sonriendo — lo qué causa la amortentia no es amor verdadero, solo podría causar atracción u obsesión, es por eso que es la poción más peligrosa en esta clase — cerró el caldero donde estaba la amortentia.

—No nos ha dicho que hay en esa profesor — dijo una chica de Gryffindor, señalando un pequeño frasco.

—En aquí hay Felix Felicis, o también conocida como...

—Suerte líquida — dijo Hermione.

—Exacto señorita Granger. Como dijo esta es una poción de suerte líquida, bien preparada puede traer grandes cosas para quien la toma, pero es muy terrible si no se prepara bien, esto es lo que les ofrezco hoy, una pequeña porción de Felix Felicis para quien prepare el mejor filtro de muertos en vida — dijo y todos se exparcieron por la sala, a preparar la poción.

Todos se veían interesados en la poción de Felix Felicis, yo no la necesitaba tanto; pero de todas formas hice mi mayor esfuerzo.

Seguía las instrucciones del libro, pero parecía como si el libro estuviera mal, por qué nada funcionaba. Yo estaba a lado de Harry, él si había podido hacer la mayoría de las instrucciones bien.

—¿Cómo lo haces? — pregunté observando su texto, el cual tenía otras notas escritas.

—Solo... sigo las instrucciones — dijo.

—Me prestas tu texto, por favor — pedí.

—¿Para que lo quieres? — preguntó.

—Para verlo, te prometo que no copiaré nada, no necesito esa poción, yo podría hacer esa poción — presumí — pero solo quiero ver.

—Esta bien, tómalo — dijo dándome el libro.

Tenía la tapa desgastada, algunas hojas estaban a punto de salirse. Cuando revise la primera página tenía algo escrito "este libro es propiedad del príncipe mestizo". ¿Quién podría ser el príncipe mestizo?, se oía raro.

—Te ayudará mucho un libro usado con apuntes, todos pensaran que eres el mejor de la clase sin que lo seas realmente — dije.

—No se lo dirás a nadie ¿Verdad? — preguntó.

—No se lo dire a nadie — dije.

Termino la clase, todos se veían cansados y el profesor Slughorn no aprobó el trabajo de nadie, después se acercó a mi lugar.

—Esta muy bien hecha — dijo. Después se acercó a lado de Harry —Es perfecta — dijo casi gritando — tan perfecta que una gota nos mataría a todos.

No estuve sorprendida, lo que Harry había hecho prácticamente era trampa. Cuando el profesor Slughorn le entrego el felix felicis a Harry solo algunos aplaudieron.

El día transcurrió normal, las clases no me dejaron tanta tarea, Daphne me contó que apenas logro convencer a algunos profesores de que la dejen entrar a sus clases y que el profesor Slughorn le dijo que lo pensaría. Theo estaba normal, el había entrado a las clases que quería.

Después de conversar solo un rato, Daphne y Theo se fueron a la biblioteca a estudiar, entonces me fui a la oficina de papá.

—Es muy agradable, el profesor Slughorn enseña muy bien — dije.

—Lo sé, fue mi profesor cuando yo era estudiante — contó.

—La profesora Potter ya me lo contó, antes que tú — dije sonriendo.

—Hanna también fue mi... compañera en clase, ambos trabajábamos juntos en las pociones y el profesor nos felicitaba — dijo.

—Asi que ¿Fueron amigos? — pregunté.

—Sí, fuimos amigos — afirmó.

—¿También fuiste amigo del profesor Lupín? — volví a preguntar, pero está vez mi papá se quedó callado.

—¿El profesor Slughorn ya te invito a cenar? — preguntó ignorando lo que yo había dicho.

—No, pero yo creo que pronto dará una de sus famosas cenas, la profesora Potter me lo contó, que hace un grupo con los mejores estudiantes — dije.

—Seguro que ya estás en su lista de favoritos — dijo.

—He intentado hablar con Draco — cambié de tema.

—Lilian, te dije que no lo hagas — contestó.

—Tenía que saber como estaba, pero no hablamos mucho, él se ve muy mal — dije — necesita apoyo.

—Lilian, quiero protegerte, por eso te dije que no pases tiempo con él, los mortifagos podrían hacerte algo — dijo.

—Si, lo entiendo, pero no quiero alejarme de él, necesitará diferente clase de apoyo y yo quiero estar para él — expliqué.

—Lilian, ya te dije que no te metas en este asunto, es peligroso — dijo.

—Pero... — mi papá volteó a verme, parecía algo enojado, así que decidí callarme.

—Me iré a estudiar papá — dije y me fui.

Me sentía muy impotente por no saber que hacer, quería que Draco y yo estemos juntos otra vez, quería apoyarlo y ayudarlo, pero por la forma en que me trataba él y además mi padre me prohibía meterme en esto.

Tenía que buscar la forma de volver a hablar con Draco, pero cada vez que encontraba algo que hacer para acercarme me arrepentía... tenía miedo de que algo salga mal.

Te Seguiré Amando  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora