73.

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Nos separamos del beso y chocamos nuestras frentes.

—Te amo — susurró.

—Yo te amo más — contesté y sonreí — ahora entiendes que debo ayudarte ¿Cierto?

—Sí, pero no quiero que lo hagas — dijo alejándose — no es necesario, cuando necesite ayuda lo sabrás, ahora no.

—Esta bien — dije.

Fuimos al gran comedor juntos, ya no hablamos de que Draco era un mortifago, preferí dejar el tema, no quería que él piense todo el tiempo en eso.

—¿Desde cuándo has vuelto a hablar con este? — Daphne se sentó al frente de nosotros, acompaña de Theo, claro.

—Desde... hoy — respondí.

—No te entiendo — dijo Daphne dirigiéndose a Draco  — la enamoras y después la alejas, a ella y a tus amigos.

—Yo no quería hacer eso, tenía mis razones — respondió Draco, incómodo.

—Dejalo en paz Daphne — dijo Theo — entonces ¿Volveremos a ser amigos todos?, ¿O solo serás novio de Lilian y con nosotros nada de nada?

Draco me miró nervioso y bajo la cabeza.

—Draco ha estado muy distraído y tiene muchas cosas en que pensar — dije — pero seguiremos siendo amigos todos, aunque algunas veces Draco no esté de buen humor ¿Verdad? — pregunté a Draco, él me miró y asintió.

—Estas muy callado, Malfoy — dijo Daphne — ¿Donde quedó el chico molestoso?

—En algún otro lado — respondió Draco y sonrió levemente.

—Me agradaba el molestoso — dijo ella sonriendo.

—Entonces desde ahora voy a dejar de agradarte — dijo Draco.

La noche paso tranquila, Draco se veía un poco mejor y yo sentía que era porque se alejó de los que más lo queríamos, seguro se sentía solo. Más tarde, Pansy y Blaise nos acompañaron en la sala común, donde los seis hablamos sobre las clases y eso. Pansy en muchas ocasiones molestaba a Daphne, pero como amiga, no de una mala manera.

Finalmente todos se fueron a sus cuartos y yo me quedé con Draco.

—Extrañaba la compañía de Daphne y Theo — dijo sonriendo levemente — gracias Lilian, siento que todo va a mejorar gracias a tí.

—No debes agradecerme — dije sonriendo.

—Te amo — se acercó y me dió un beso cortó.

—Hay que dormir, ya es tarde — dije.

—Hasta mañana.

Cada uno fue a su cuarto, después de tantas noches por fin pude dormir tranquila sabiendo que Draco y yo estábamos bien otra vez.

Sentía que no era real, que nada de ésto estaba pasando y que solo era un sueño.

A la mañana siguiente estaba en el gran comedor con Draco. Él me tomó la mano entrelazando nuestros dedos, extrañaba sentir eso otra vez, su mano agarrando la mía y los nervios que me daban al tener solo ese toque, hasta el punto de sonrojarme.

—¿Qué hacen? — preguntó Daphne acercándose.

—Solo hablábamos — respondió Draco.

—Sí tú lo dices — contestó Daphne y me guiño un ojo, la mire confundida y volvió a guiñarme un ojo.

—¿Qué? — pregunté confundida.

—Nada — dijo sonriendo.

—Creo que se volvió loca — dijo Draco.

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