75.

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Llego el día de la fiesta de navidad que organizo el profesor Slughorn. Ya tenía un vestido listo, pero no sabía si ir o no.

Si voy estaría bien, solo me divertire un rato y después me voy, sin embargo si no voy tendré más tiempo para alistar mis cosas e irme mañana, aunque quedaría mal porque ya acepte ir a la fiesta.

Ya tengo listo todo para ir, estará bien si voy un rato, además Draco no acepto ir, no tendría porque enojarse de algo.

Me vestí y peine para verme bien.

—¿Ya te vas? — preguntó Daphne.

—Sí, ya me iré — dije.

—Que tengas suerte esta noche, tal vez conozcas a alguien — dijo sonriendo.

—Tengo novio, Daphne — dije mirándome al espejo.

—Esta bien, solo digo que conocerás a alguien, no que te besaras con alguien — dijo.

—Sí, lo sé. ¿Cómo me veo? — le pregunté.

—Te ves bien, muy hermosa, como siempre — respondió.

—Gracias, ya me voy, cuídate Daphne — dije y me fui.

Obviamente tenía un saco puesto, cuando llegue a la sala común me encontré con Draco.

—Hola — saludé y sonreí levemente.

—Hola Lilian — se quedó callado — te ves muy hermosa.

—Gracias — dije.

—¿Ya te irás? — preguntó.

—Sí, ¿Estás seguro de que no quieres ir? — pregunté.

—Estoy muy seguro — respondió.

—Esta bien — dije.

—Nos vemos más tarde — dijo y subió a su cuarto.

Hasta ahora me preguntaba por que Draco me trataba de esa forma, era tan frío conmigo, y yo no podía hacer nada, a pesar de que no estaba enojado me trataba así.

En fin, me dirigí a la fiesta, ya era de noche y los pasillos estaban oscuros, solo había poca luz, llegue a la oficina del profesor Slughorn estaba con la puerta abierta y el lugar estaba bien decorado, era obvio que había utilizado un hechizo de expansión para que entren más personas, los profesores estaban ahí también, había una buena cantidad de estudiantes, la mayoría con sus parejas, otros estaban sin compañía, yo pertenecía a ese grupo.

Me senté en una silla, y bebí algo, ya me estaba aburriendo demasiado, después de un rato un chico se sentó a mi lado.

—Hola, linda — saludo.

—¿Me hablas a mí? — pregunté.

—Sí, no hay nadie más, vine con alguien y creo que se fue, aun así quisiera bailar contigo — dijo.

—¿Conmigo?, ni siquiera me conoces — dije.

—Yo soy Cormac Mc.Laggen, tú eres Lilian Snape — dijo.

—Sí me conoces — dije.

—Entonces... ¿Bailamos? — preguntó.

—Lo siento, pero no, no tengo ganas de bailar — contesté.

—¿Por qué no, linda? — insistió.

—Por que ya me voy, fue un placer conocerte — dije y me levante de mi asiento.

—Te puedo acompañar a tu sala — propuso.

Ya empezaba a molestarme.

—No, no es necesario — respondí.

Te Seguiré Amando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora