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Ya era el siguiente día y ya me iba a ir, la señora Molly me dio una caja que contenía mi regalo y yo la guarde en mi mochila para abrirla después, todos me preguntaron por qué me iba tan rápido, pero decidí solo decirles que mi padre, Snape, iba a estar solo y yo no quería eso.  Antes de salir con mi padre la profesora Potter me detuvo.

—Severus, quiero hablar con Lilian,¿Puedes esperar afuera? Por favor — pidió.

—Te espero afuera, hija — dijo mi padre — Siempre es un gusto verte Hanna y espero que vuelvas al colegio.

—Yo espero poder volver, te veré en otra ocasión Severus — mi padre asintió y se fue.

—¿De qué quiere hablar, profesora? — pregunté.

—Sirius es así, siempre se equivoca y se arrepiente al final, ya verás que te pedirá disculpas — dijo — así que no vayas a desanimarte estos meses, Sirius te quiere; pero recién está aprendiendo lo que es ser padre.

—Si, profesora, lo entiendo — dije, aunque se muy bien que ella lo hacía para que yo no me enoje con Sirius, pero por alguna razón el odio que sentía seguía ahí.

—Me alegra que lo entiendas, eres muy madura para tu edad — admitió.

—Gracias profesora, la veré pronto y espero verla pronto en Hogwarts — dije y me dí media vuelta para por fin irme.

—Feliz navidad, Lilian — dijo antes de que saliera.

—Feliz navidad, profesora — dije y me fui.

Volví con mi papá y nos fuimos a casa, entré a mi cuarto, y abrí el regalo que me entrego la señora Weasley, era una bufanda muy bonita.

Después llegó la noche y fui a la sala donde estaba mi padre. Cuando ya estaba ahí mi padre noto mi presencia, sonrió levemente.

—Acercate hija, te preparé un regalo y quiero que lo habrás ahora — dijo.

Yo me acerque sonriendo, me senté en un sofá y mi padre me entrego una caja.

—No puedo creer que me hayas comprado algo — dije y abrí la caja, era un collar con un adorno de color lila y muy bonito — gracias, papá — lo abrace.

Mis regalos comúnmente son libros y más libros, este año al ver algo diferente se sintió muy bien, ya tenía un collar, el de mi madre; pero ahora tengo uno que es obsequio de mi padre.

—Ya es muy tarde y no sé qué haces despierta, ve a dormir — dijo.

—Buenas noche papá, feliz navidad — dije y subí a mi cuarto.

Este día fue mejor que ayer, hoy tuve algo de tranquilidad y ayer peleé con Sirius, pero si fue más tranquilo.

*.*.*.

Las vacaciones terminaron rápido, aunque no quería volver a Hogwarts, porque se muy bien que Umbridge continuaría haciendonos la vida imposible a todos.

Subí al tren, mi padre se fue en otro vagón pero me despedí de él, en el tren entre en un compartimiento, estaba sola por un buen rato y de repente, entró Fred; me sorprendí, porque no habíamos hablado hace mucho, aún me sentía algo incómoda por su declaración.

—Lilian, por fin te encuentro, quería verte — dijo — ¿Puedo entrar?

—Fred, yo... — me quede callada, no sabía que decir — creo que mejor no.

—¿Aun no me has disculpado? — preguntó.

—No tengo porque disculparte, no has hecho nada malo, solo que... — volví a quedarme callada.

—Solo que no quieres hablar conmigo porque sabes que tú me gustas — dijo sin ningún miedo.

—Ese es un asunto algo delicado, y ahora quiero estar sola — dije.

—Lilian, yo quiero que solo seamos amigos, este es mi último año y necesito a mi mejor amiga conmigo — eso aún me incomodaba, no entiendo cómo me llamaba "mejor amiga" después de lo que pasó.

—Fred, no quiero nada ahora, por favor déjame sola — dije.

—Esta bien, te dejaré sola, espero que antes de que termine el año podamos ser amigos otra vez — dijo y se fue.

Fue una conversación corta, pero muy incomoda, como podía volver a hablar con Fred despues de lo que había pasado.

Todo ese viaje estaba sola, esperando llegar a Hogwarts, ya no había vuelta atrás, ya estaba en el tren. Finalmente llegamos Hogwarts, estaba algo nerviosa, ya que le había dicho a Draco que le daría una respuesta y yo ya tenía una; pero los nervios me invadían.

Entramos al castillo, directo a nuestros cuartos, ahí me encontré con Daphne quien ya había ordenado todas sus cosas.

—¿Qué tal tus vacaciones? — preguntó.

—Estuvieron bien supongo — dije en un tono cansado.

—Te ves cansada, deberías dormir un poco — sugirió.

—Estoy bien, solo el viaje me hizo cansar un poco — dije.

—Theo y yo somos amigos, solo amigos — dijo de repente.

—¿Por qué aceptaste ser su amiga? — pregunté.

—No lo sé, es él único amigo que tengo a parte de ti, y me explico cómo pasaron las cosas, así que dije "solo serás mi amigo" — contó sonriendo.

—Me alegra por ti — dijo y sonreí.

—Y Draco me dijo que te esperaría en la sala común, acabo de acordarme ahora — dijo.

—¿Qué?, ya no debe estar ahí, acabas de decirme eso ahora, Daphne... — ella me interrumpió.

—No tienes derecho a juzgar a mí memoria, tú memoria es peor que la mía — dijo.

—Tienes razón, me voy ahora — dije y me fui.

Baje rápidamente, quería ver si Draco estaba ahí, porque yo sí quería hablar con él. Cuando llegue abajo ahí estaba él, hablando con Theo, no había casi nadie, solo estaban ellos.

Draco volteó a verme.

—Hola Draco — saludé.

—Hola Lilian — respondió.

—Hola a mí — dijo Theo sonriendo — pero como soy invisible aquí, creo que me iré.

—Te veo mañana Theo — dije.

—Adios — se despidió y se fue.

—Sí — dije, Draco me miró confundido.

—Sí ¿Qué? — me preguntó.

—Me dijiste que te dé una respuesta. Mi respuesta es sí — dije, pude sentir como me había sonrojado — sí, quiero ser tu novia.

Draco me abrazó de repente.

—Creí... yo creí que dirías que no — dijo sonriendo.

—Pues dije que sí — dije y sonreí.

—Gracias, Lilian — dijo.

—No tienes que agradecer.

—De todas formas gracias — continuó.

—Draco, es tarde y debo irme; pero... — él puso sus manos en mis mejillas y me beso.

—Ahora si puedes irte — dijo sonriendo.

—Buenas noches — dije y me fui.

Subí a mi cuarto y me recoste en mi cama, suspiré, no sabía si me había equivocado con mi respuesta, pero si sabía una cosa, que ya no tenía que pensar en el pasado, solo en el presente.

Tal vez debería arreglar alguna de estas cosas que pasan en el colegio y en mi vida, como hablar con Fred otra vez, seguir estudiando sin pensar en lo que nos enseñan o quién nos lo enseña, como Umbridge, y también pienso que debería salirme del ejército del Dumbledore, porque podría traerme algunos problemas si alguien me ve ahí.

En fin, por lo menos ya había arreglado las cosas con Draco.



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