Narra Tom
Le pregunté a esa tal Rach qué podía hacer, quería ver con mis propios ojos qué le ocurría? Con quién estaba saliendo? Y si había encontrado al fin a alguien que le quisiera y le tratara mejor que yo.
No era difícil, después de todo no la veía frecuentemente y cuando veíamos no era mucho el afecto, por lo menos no más que la lujuria...
Estaba dolido, destruido, pensé que podía confiar en ella, mi mente estaba en conflicto, no sabía si odiarla o amarla, si alejarme de ella o alejarme, todo estaba confuso, mi mente atentaba contra mí imaginando un millón de escenarios, tenía miedo...
Miedo de dañar a mi princesa.
Decidí escribirle, por lo menos hacer el intento de hablar con ella, pero nada, ella no me contestaba los mensajes, estaba desconectada de todo, y no la culpaba, después de todo fue mi culpa por no tratarla como se lo merecía...
En ese momento estaba apuntó de romper en llanto, y sí, sé que los hombres no debes llorar, pero la razón, era ella, el sentimiento era demasiado fuerte y no quería perder a aquella única persona que me comprendió sin peros, hasta que Rach me dió una idea, también recordandome que no había colgado aún la llamada durante mi ataque.
Me dijo antes de colgar que nos viéramos en el parque, ella estaría allí por si algo pasaba. No confiaba mucho en ella, después de todo era una amiga de Laura, así que cualquier cosa era posible, pero no podía tampoco quedarme de brazos cruzados, tenía que ver a mi niña, debía saber si ahora era más feliz, y ahí estaría en calma.
Colgué la llamada y me tiré en mi cama. Estaba molesto, estresado, incómodo, odiaba todo en ese momento, sin embargo, me alisté mejor y me fuí desde un rato antes al parque que me había dicho esa Rach.
El lugar estaba tranquilo, silencioso, la luz del sol chocaba contra las hojas de los árboles a mi al rededor, formando rayos hermosos de luz que caían cerca y encima de mí.
Para mi sorpresa el día estaba hermoso, lo esperaba más nublado, más gris, pero era un día perfecto para sentarse con tu pareja y sin decir nada, solo besarse... Pero la había cagado... No podía olvidar eso aunque quisiera y esto cada vez me destruía más.
Y ahí estaba yo, sentado mirando a mi alrededor, con el sonido del viento solamente y mis ojos suplicando por llorar, pero me contuve, no quería que llegase Leyla y me viera así, si es que llegaba a notar mi presencia...
Miré la hora en mi celular, aún faltaba un rato hasta que llegara la amiga de Laura, tenía miedo de que pensara que también la engañaba, por eso le dejaría claras las cosas antes de que llegara mi chica, o la que solía serlo...
***
Oí el sonido de unos tacones, ahí estaba
.. ¿¡Rachel?!En ese momento me percaté la tonteria que había cometido... ¡ Literalmente era de quien siempre Leyley me había dicho! La chica que influenció a Laura y casi lo sabotea todo...
Pero no me dió tiempo a reaccionar si quiera en cuanto escuché esa voz que tanto me encantaba... Ese olor que siempre tenía... A Rosas recién cortadas, a algodón de azúcar, al paraíso en pocas palabras.
Me quedé como un niño pequeño sonriendo, hasta que recordé porque estaba aquí, necesitaba saber si era cierto, si ya yo no le era suficiente.
La miraba intensamente, podía sentir como en ratos se ponía incómoda, aún sin saber la razón. Lo extraño fue que no estaba con ningún chico, cosa que hizo que mi corazón diera una larga respiración. Por alguna razón, sentí dentro un impulso de llamarla, de decirle todo lo que siento por ella, quería gritarle que la amaba, y eso hice.
Me levanté del Banco conde estabamos sentados Rachel y yo , pero ella me jaló de la camisa haciéndome sentar de nuevo.
— Shh, que nos van a ver! - dijo susurrando mientras intentaba disimular.
— Eso es lo que intento, qué tiene de malo? - me levante nuevamente y podía escuchar como me seguía- Leyley! S-soy yo!! - me asome intentando que me viera, y en cua to se guiró sentí las manos de Rachel abrazarme dándome la vuelta y recibir do sus labios. Hice una mueca por el acto e intenté alejarme de ella, pero no me dejó.
Me abrazó fuertemente y podía escuchar a Leyla gritando e intentando acercase a mí, más Laura la estaba sosteniendo, haciéndose la amiga...
Cuando logré apartarme del agarre de Rachel le dí un fuerte empujón, quería decirle un millón de cosas y golpearla hasta que muriera, y sí, puede sonar horrible, pero aún así no sentiría ni la mitad de mi dolor después de esto.
— No se te ocurra acercarte ni a mí ni a Ley ley después de esto!! Si lo haces, no hoy a controlarme... - La solté del cuello de su camisa dejándola en el suelo sentada y miré a mi alrededor, como era de esperarse, ya ella se había ido, pero no me iba a rendir tan fácilmente.
La encontraría.
Y así pasaron las semanas, la llamé, le escribí, fuí a su casa, pero nada, incluso fuí personalmente a casa de sus amigas, pues me había contado un poco y desde ahí la seguí, llegaba de noche todos los días a mi casa, incluso en los días de la escuela. No me permitían entrar, pero hasta donde podía, nunca llegaba a verla, ni a ella ni a quien la conociera, nadie sabía de ella, y eso me preocupaba...
Y así pasó el tiempo, perdí la esperanza, llamé a su madre, a Laura y no recibí respuesta. Ni una...
Mi vida se volvió diferente, caminaba por las calles sin rumbo, no me importaba nada, deje de esforzarme en las clases haciendo que mis notas bajaran, dejé de ayudar a mis padres, aunque no intentaba, pero parecía un zombie, toda mi esperanza de había perdido, mis ganas de vivir cada vez escaseaban más, no comía, no salía de mi cuarto, no dormía, mi vida se había vuelto más repetitiva que antes, siempre iba a la misma cafetería donde nos habíamos conocido, me sentaba en la misma mesa y pedía lo mismo... por si algún día la veía de nuevo ...
Caí en un estado horrible, me estaba enfermando, decayendo poco a poco, mis padres me regañaban por no hacer nada en todo el día, pero ya no me importaba, no me importaba nada... Estaba dolido, y ellos no lo entendían, no podían entender lo que es amar a alguien de verdad aunque esté lejos, que sí, podrá haber cometido errores, pero siempre se compensan, que con esa persona te sientes en el mismísimo cielo... Hasta que lo pierdes...
Por eso comencé a creer que le había ocurrido algo, tal vez había viajado, cambiado su vida, tal vez me había olvidado...
Me negaba a esa opción, pero poco a poco, acepé que estuviera muerta....『••✎••』
Y aquí se los dejo :3Gracias a todos los que votan, comentan y siguen tabto mi historia como mi cuenta.
Ustedes hacen que todo esto valga la pena <3 y no digo nada más porque si no se me escapa el spoiler xD
TGH 😼❤
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⊹┈⌨︎︎┈♡ 𝕄𝕚 ℙ𝕣𝕠𝕓𝕝𝕖𝕞𝕒 𝔽𝕒𝕧𝕠𝕣𝕚𝕥𝕠 ♡┈⌨︎︎┈⊹
Teen Fiction(...) - Si? -dije contestando mi celular, el número era desconocido... Pero la voz me era... Demasiado familiar. - Leyley?! E-estás ahí?! Estás bien?! S-sigues enojada conmigo?! - Una pequeña punzada atacó mi cerebro en cuanto escuché a d...