Capítulo 42

114 6 0
                                    

El Camaleón Copista se había hecho presente, no sé en qué momento se había convertido en aquella chica que habíamos apenas conocido hace un momento.

—¡Llévenlos a la cocina con la otra chica!— ordenó a los bailarines.
—Veran, mi debido acto se hace presente en este día para dar fin a este grupo que se hacen llamar "músicos"— hizo comillas con sus manos. —La música de hoy en día a bajado su calidad en cuestión de trabajo siendo más miserable al igual que todos ustedes, que son la prueba de ese declive— extendió sus brazos abriendo de par en par viendo a los invitados.

Yo me quedé en posición cercana a la cocina para actuar en cualquier momento.

—Tengo el conocimiento de que varios héroes asistieron a esta fiesta, así que con agrado les informo que cualquiera que se atreva a acercarse, la bomba que está dentro de esa cocina se reducirá su tiempo cinco minutos que puedo controlar con ayuda de este reloj inteligente en mi muñeca y la bomba que se encuentra debajo de este escenario igual, con la diferencia de que tendrán que decidir entre salvar en 30 minutos a ustedes mismos o... En 15 minutos a esa banda deplorable— rió con locura de su más enfermizo juego donde incluso no quedaría rastro de ellos mismos.

Me escondí detrás de un carrito donde se llevan las charolas con alimentos, pude ver a dos de los bailarines salir de la cocina, eso decía que había dos aún dentro. Mi cabeza comenzaba a trabajar para encontrar una solución.

Si un héroe presente actuaba ante la situación, por lo menos tres serían suficientes para que se active esa bomba dentro de poco.

—¡Personas libertadoras del mal, a excepción de Sweet Mask!— decía la Copista refiriéndose a los héroes y apuntando finalmente al ídolo de cabellos azules. —Tu no estás presente en este número musical, y si intentas hacer algo ahí adentro ellos reducirán al unísono el conteo llegando a cero de ambas bombas, no hay escapatoria— se llevaron al apuesto ídolo entre los dos bailarines quienes lo amarraron para traerlo a la cocina—¡Que comience el juego!... Mientras doy mi show— posó como una toda una estrella diva de la música y aparecieron otros músicos junto a ella para comenzar a tocar un estilo de jazz mientras que el público gritaba de pánico y corría por todos lados, algunos de los presentes intentaban calmar a los otros quienes estaban en crisis de la situación, se había convertido en un ambiente de panico.

Mientras estaba el bullicio de la gente, dirigí a uno de mis clones a ver a la Copista de forma detenida comenzando a realizar un análisis de su figura. Al mismo tiempo yo me encontraba colocando una cuenta regresiva en mi teléfono para tomar en cuenta los minutos que estaban pasando por aquellas vidas.

Trajeron a mi compañero de misión quien estaba amarrado con una de esas sogas rojas, se escuchaba un alboroto en aquella cocina, eran gritos y llantos de aquellos chicos indefensos. Las canciones que estaba cantando esta mujer era una bofetada de guante blanco sobre que no la habían aceptado a la Copista, a los músicos ni a los bailarines a la agencia donde si lo fueron estos integrantes, no solo eso, todos los artistas musicales que habían asistido a esta fiesta, formaban parte de la misma agencia o de otras las cuales también fueron rechazados. No los juzgo, en verdad tocan a destiempo y con sonido sucio, y la Copista canta una especie de opera sin técnica además de tener una voz desafinada.

Dirigí a mi posición aquel clon que estaba analizando a la villana de este día, se dirigió a los pasillos para transformarse en aquella mujer, si no eran muy observadores los bailarines mi plan iba a ir bien ya que la piel de los clones es un poco más brillosa que una común y el sonar de los pasos tiene cierto toque de sonido cristalino. No era la única que sabía copiar en este evento.

Aquel clon abrió la puertas de par en par copiando la actitud de la frustrada cantante, los bailarines se encontraban algo confundidos, a través de los ojos de este clon pude ver que cada uno tenía un reloj y los rehenes estaban amarrados alrededor de la bomba arrodillados en el piso, todos miraban intensamente a Sweet Mask esperando que hiciera algún movimiento para retrasar minutos, habían pasado cinco minutos hasta ese entonces.

ATRACTIVA | Genos x T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora