Disfruta esta interesante história junto a Genos y otros personajes de One Punch Man.
Espero que sea de tu agrado está aventura a modo de lectura. ♡
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-História, dibujos y algunos de mis
personajes creados al 100% por mi.
-Incluyen imágenes de ot...
Después de curar a Kohaku me dí a la tarea de reparar los daños que habían en la zona.
-Aagh creo que será un poco complicado- dije mientras me incaba y acomodaba mi falda para sentarme en el piso. Coloqué la palma de mi mano sobre la superficie, con poderes psíquicos y ayuda de la química reconstruí el mismo desde su interior clonando la formula de la materia de este.
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-Perfecto- sonreí por el resultado final como si no hubiera pasado nada.
Metal Bat y yo fuimos en busca de los estudiantes y profesores que se fueron a refujiar.
-Ya pueden regresar, todo es seguro- dijo el ojioscuro.
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El día transcurrió con "normalidad". En resceso me la pasé sin mi amiga de la escuela llamada Saori, no vino a clases porque enfermó de gripe, todo por no hacerme caso hace dos días que estaba lloviendo con fuerza, se le ocurrió la idea de mojarse que cubrirse debajo del rojizo paraguas (que mantenía su forma como la de una ordinaria, es decir, sin ojo ni boca), claro que la regañé como la buena amiga-madre que soy. Mientras que almorzaba leyendo un libro, entró una llamada sorpresa, era Genos, rapidamente tragué la comida que tenía en mi boca y contesté.
-¡Hola!- saludé alegre.
-Buenos días, ¿se encuentra bien?- decía tranquilo el rubio al otro lado de la línea.
-Si, ¿por qué la pregunta?- cuestioné mientras le daba un trago a mi juguito de naranja que tenía en mi botella.
-Hace unas pocas horas informaron en el noticiero sobre un monstruo que apareció en su escuela, vi su pequeña entrevista pero aún así quería asegurarme sobre su salud- dijo. Era lindo que se preocupara por mi bienestar.
-Que tierno eres Genos, muchas gracias por preguntar- agradecí con una sonrisa aunque no lo tuviera enfrente.
-De nada... ¡Oh! Emm... ¿le gustaría pasar la tarde con Sensei y conmigo?- preguntó un tanto emocionado.
-¡Si! Esta vez propongo que en mi casa- opiné.
-Le preguntaré a Sensei- dijo. Esperé unos instantes para saber su respuesta. Del otro lado de la línea solo se escuchaban murmuros inaudibles. -Saitama-sensei está deacuerdo- habló.
-Bien, los espero ahí a las cuatro de la tarde ¿esta bien?- dije.
-Si, le esperaremos. Hasta la tarde- dijo para luego despedirse al igual que yo, y terminó la llamada. Se le escuchaba feliz cuando le dije que me encontraba bien y que aceptaba su invitación, estoy muy segura que tenía una sonrisa de oreja a oreja aunque fuera demaciado serio.
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Al salir de clases, Metal Bat y yo, fuimos a comer al restaurante de comida tradicional perteneciente a una prima mía muy cercana desde la infancia. Al llegar buscamos una mesa que estubiera desocupada en una zona un tanto privada y alejada del ruido. Vimos una en una esquina muy alejada de la ventana.
