ES POR TI || Kivi

No me llames así

A la mañana siguiente, Violeta y Naiara estaban desayunando, el resto estaban en la cama, excepto ellas, se habían puesto bastante borrachos. Se sentaron la una frente a la otra una con unas tostadas con huevo y aguacate y un zumo y la otra con unas tostadas con jamón y queso y media cerveza que le había sobrado de la fiesta, Violeta empezó a reír a carcajadas en cuanto vio la bebida de su compañera. —¿Estás de coña no Nai?

—Vale sí.— rió levantándose de la silla para tirar la cerveza a la basura y hacerse un café.

—Oye zorra— dijo mientras se hacía el café, haciendo a Violeta girar para mirarla con una ceja alzada y una sonrisa. —¿Tú que tienes con la amiga de Martin?

Ante la pregunta, la pelirroja suspiró y se giró de nuevo, llamando la atención de su amiga. Naiara y Violeta habían congeniado muy bien durante todo el concurso, tenían personalidades totalmente opuestas, pero se complementaban. Naiara y Denna habían sido los pilares de la pelirroja durante el concurso y sabía que su amistad no sería simplemente cosa de Operación Triunfo.

Naiara cogió su café y se sentó de nuevo frente a la pelirroja, que removía su zumo con la cuchara como si hubiese oro en las naranjas que había exprimido.

—Leer el lenguaje corporal es cosa de Denna así que deja de mover el zumito y habla, maja.

La pelirroja no pudo evitar reír, eso era lo que más le gustaba de Naiara, que ni en momentos así fallaba en su tarea de hacerle reír.

—Creo que le gusto.— miró a su amiga.

—No me jodas, casi os coméis los morros.— dijo la de Zaragoza en un tono irónico.

—No es gracioso Nai. A mi no me gusta.

—No te apartaste.— dijo bajando el tono de voz.

—¿Qué?— preguntó la pelirroja confusa.

—Que no te apartaste.

—Joder pues claro que no me aparté, es guapa, no me importaría divertirme pero ya está Nai.

—Pues entonces diviértete. La chavala también quiere, te lo digo yo, diviértete y tan amigas.

—Naiara que no sé si le gusto, que si supiera que no ayer la habría besado y lo que hubiese surgido, pero no sé si le gusto y no quiero hacerle daño.

—Tía no le puedes gustar, os conocéis de un día, no le gustas, quiere lo mismo que tú.

—No lo sé Nai, no lo sé.

—Yo sí que lo sé, os conocéis hace un día, la tía te echaría un polvo pero es tímida, ya está.

—Ciertas personas le han tenido que hacer mucho daño y tía, no quiero hacerlo yo también.

—Es que dudo mucho que le gustes, no te conoce tía, no puede saber si le gustas con lo que ha visto de ti en un día, si es que no se sabe ni tu apellido.

En eso tenía razón, se podían haber cogido cariño y ganas en un día, Chiara tampoco conocía a Violeta, no podía gustarle, se tenían ganas y cariño, pero ya está, o al menos es de lo que quiso convencerse la pelirroja, que seguía dudando sobre los sentimientos de la ojiverde hacia ella.

—Tú follatela y a divertirse.

Violeta rió ante lo basta que era su amiga.—Que no Nai, que no me quiero follar a Chiara, es que no me gusta...

El sonido de un vaso cayendo al suelo le interrumpió, haciendo que se girara para encontrarse con Chiara, que la miraba con las manos temblorosas y los ojos aguados. Violeta no había dicho la frase entera, lo que quería decir es que no le gustaba ser así, no que no le gustase ella físicamente. Se levantó de la silla todo lo rápido que pudo y se acercó a la menor, queriendo acariciar su hombro. —Kiki yo no...