ES POR TI || Kivi

Mira cómo bailan

Se me ha comentado que algunas estáis intentado hacerle llegar mi fic a Chiara y Violeta y os pido porfavor que paréis. Esta historia es pura ficción y es algo que empecé a escribir para daros lo que la nominación nos quitó porque se lo que supuso para mucha gente y lo que podía ayudar verlas dándose ese amor de amigas, pero no quiero que de ninguna manera les afecte a ellas ni a su relación si es que os hacen caso, es ficción y es algo que es para vosotros, no para ellas, porfavor parad con las tonterías de hacerles llegar estas cosas porque vais a hacer que la relación de amistad que tienen les incomode con la tontería, parad o lo tendría que borrar y es que no quiero, gracias.

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—Kiki...— susurró Violeta acariciando su espalda. Eran las nueve de la mañana y en una hora tenían que estar en el estudio.

—Mmm...— se removió.

—Son las nueve amor.

—Cinco minutos.— musitó.

Violeta rió. —Voy a hacer el desayuno.

Cinco minutos después Chiara bajó a la cocina, Violeta le había preparado un croissant sobre un plato y zumo de naranja. Sonrió al verlo, todavía se preguntaba cómo esa chica podía conocerla incluso mejor que ella misma.

—Vio...no hacía falta.

Violeta se giró para mirar a Chiara toda despeinada y bostezando y no pudo ocultar una sonrisa. —Me apetecía.— se acercó para posar un suave beso sobre los labios de su chica.

La menorquina se sentó en la mesa y devoró el croissant con gusto para después beberse el zumo. Violeta había desayunado antes un par de tostadas con jamón y queso y un café con leche.

—Vio, ahora que lo pienso no tengo ropa, osea el vestido de ayer pero...

—No me tienes que pedir permiso para cogerme ropa, Kiki.

Chiara sonrió. —¿Me puedo poner tu sudadera violeta entonces?

—Te puedes poner lo que quieras.— afirmó mientras recogía el plato de Chiara de la mesa.

—¡Violeta!— se quejó —¡Qué no eres mi sirviente!

La pelirroja rió, sabía que se quejaría.

—Fuck.— habló de nuevo recordando lo ocurrido hacía apenas unas horas. Tenía que llamar a Ruslana para saber si estaba bien. Cogió su móvil y vio un par de mensajes de Denna.

Denna🥜

Ruslana ya está en casa, está bien.
Tú cómo estás?

Chiara respiró aliviada.

Hola Denna, perdona no estaba como para coger el móvil, gracias por lo de Rusli.
Bien, estoy con Violeta

No te preocupes
Me alegro corazón, si necesitas algo dímelo.

Gracias Denna❤️

—¿Qué pasa?— preguntó Violeta cuando vio la cara con la que miraba el móvil.

—Tengo que llamar a Ruslana.

La pelirroja se sentó de nuevo frente a ella sin decir una palabra mientras Chiara se mordía las uñas con el móvil pegado a la oreja esperando la respuesta de su amiga.

—Kiks.— contestó la ucraniana.

—Rus.— respiró aliviada —¿Estás bien?