ES POR TI || Kivi

Me encanta, Vivi

Alrededor de las 4 de la mañana, todos llevaban algunas copas de más. Martin y Juanjo se habían incorporado a la fiesta después de dos horas de tropiezo en tropiezo y Chiara bailaba sin parar con Ruslana, se había soltado completamente y estaba disfrutando como una niña, ambas habían congeniado muy bien. Violeta, por su parte, estaba sentada en las escaleras de la sala de Vicky con una copa en la mano y un cigarro, en las condiciones en las que estaban la mayoría no se preocupaban por fumar en terraza, la pelirroja no era la primera que se encendía un cigarro. Martin se acercó.

—Menos mal que le he dicho a tu amiga de ir a la fiesta porque si teníamos que esperar a que Juanjo y tú os saludarais.

—Lo sé, lo siento pero tía es que Juanjo tenía muchas ganas de...saludar.— el chico rió pero la pelirroja simplemente le dio una calada a su cigarro.

—Y tu amiga de llorar, Martin.— le miró.

—¿Chiara ha llorado más?

—Sí, y menos mal que no le han agobiado mis caricias porque si no no habría sabido que hacer.

El chico bajó la cabeza. —Yo...joder lo siento Violeta, no sabía que Chiara se pondría así otra vez.

—Pues es tu amiga, no querrías que lo supiera yo.

—Joder Violeta lo siento, no te pongas así.

—Martin, sabes que te quiero mucho y que te estoy diciendo esto con cariño, pero es que no puedes dejar a tu amiga en ese estado con una persona que no conoce sabiendo cómo es y todo para ir a follarte a Juanjo, joder.

—Lo sé, y tienes razón, perdóname.

—No me pidas perdón a mí, no me importa consolar a tu amiga, pídele perdón a ella.

Martin asintió algo apenado por las palabras de Violeta, sabía que la había cagado, cuando estaba con Juanjo era diferente, no le importaba nada más y en la academia era una cosa, pero fuera de la academia empezaba a ser un problema. Hizo caso a la pelirroja e hizo el amago de levantarse, pero su amiga le frenó.

—Ahora no.— afirmó tras mirar como la morena reía y bailaba pegada a Ruslana.

Martin se sintió todavía peor, debía haber estado ahí para sus amigas, para cuidar de Chiara y permitir que Violeta disfrutara de su fiesta y su segundo puesto en vez de con Juanjo en las duchas.

—Perdóname Violeta, era tu fiesta.

—Disfrútala tú también, que Juanjo y tú vais a poder hacer lo que os dé la gana fuera de la academia, esta fiesta es una y una vez así que tira.— le dijo la pelirroja dándole una palmada en la espalda con una media sonrisa.

Tenía que decirle las cosas claras, le quería y por eso lo hacía, no le gustaba Juanjo para su amigo, no le gustaba la manera en la que Martin se olvidaba de todo cuando estaba con el magallonero, quería que disfrutara y se centrara.

Martin asintió también con una media sonrisa y corrió hacia Juanjo para sacarlo a bailar a la pista de baile improvisada que se habían montado sus compañeros. Violeta suspiró al ver de nuevo a su amigo con el de Magallón, no es que se llevase mal con Juanjo, todo lo contrario, pero no creía que fuese la mejor influencia para su amigo al menos por lo que había visto en la academia.

Por su parte, Chiara seguía bailando con Ruslana y con una copa distinta cada cinco minutos, pero es que la otra chica iba todavía peor. Violeta, que era muy observadora, se fijó en que la morena se tambaleaba y sabiendo que Ruslana antes que cogerla, caería después, deicidió adelantarse, apagó el cigarro, dejó su copa apoyada en un escalón y fue hacia la morena. En ese momento ruslana aprovechó para bailar con Omar, su novio y Chiara, en cuanto vio a Violeta quiso hacer lo mismo, sobria no lo habría hecho, ni por un millón de euros habría querido bailar así con una persona que acababa de conocer y menos con Violeta. La pelirroja le siguió el rollo y bailó pegada a ella, cuando sus rostros estaban lo suficientemente cerca, Violeta se acercó al oído de la más pequeña y le susurró entre risas. —¿No crees que deberías dejar de beber un ratito?