Capitulo 13

317 28 2
                                    

Por un momento llegue a creer que me dispararía, pero no soy capaz de sentir miedo porque una bala me atraviese, la verdad no sería la primera y dudo que sea la última.

—¿Quieres matarme?—Pregunto, no responde, solo me mira y puedo ver como sus ojos se cristalizan un poco, no ha sido capaz de pestañas un segundo.—¡Pues andale! Quiero ver si tienes cojones.—Desafió.

Su respiración se vuelve un poco erratica, lo se, porque su pecho comienza a subir y bajar, de reojo veo a Francesco aparecer en la sala, su confusión ante la situación es evidente, se coloca un poco cerca de mi, la dirección del arma cambia hacia el.

—Yilena ¡Suelta el arma!—Dice Francesco.

Entonces si se conocen.

Esas palabras de el solo hacen que vuelva a cambiar la dirección del arma y esta vez hacia su cabeza.

—O estás conmigo o me mato frente a ti.—Dice ella y puedo notar en sus ojos, y manos temblorosas que no quiere hacerlo, y la forma en la que le pide a Francesco con la mirada que le diga lo que ella quiere saber.

Francesco no dice nada.

—Una mujer no necesita usar armas, nace con ellas.—Hablo esta vez yo.—Y no necesita de pistolas, ni de nada, para retener a un hombre.—Digo eso último con total frialdad y tranquilidad obviamente fingida y me voy de ahí, escucho a Francesco llamarme, pero lo ignoro, salgo de la casa, entro en mi auto y voy a toda velocidad, sin importarme las leyes del tránsito, rumbo al Rancho de Maria.

Necesito quitarme la furia que tengo.

  •.:°❀×═════════×❀°:.•

Golpeo el saco de boxeo una y otra vez, con mis manos solamente vendadas, así siento que es mejor, sentir cada golpe, y medir mi fuerza pura, sin necesidad de guantes, no me duelen las manos, y si las tengo lastimadas realmente tampoco me importa una mierda.

Su mujer.

No debería importarme su descripción hacia ella misma, más que por el contrato, pero me molesta, por mucho más que eso, y no tengo ningún derecho de reclamarle solo por el hecho de que incumplió la primera maldita regla que puse en el contrato.

•.:°❀×═════════×❀°:.•

Nisiquiera golpear sacos de boxeo han sido suficientes para eliminar mi molestia,  pero después de media hora entrenando decidí terminar, no estoy cansada, pero no quiero forzar a mi cuerpo a hacer de más.

Agradezco que tengo algo de ropa aquí en casa de Maria, no es la primera vez que me ducho o me quedo en este Rancho, por lo que cuando me bañe, tuve ropa limpia que usar.

•.:°❀×═════════×❀°:.•

—¡Fabiana!—La voz de Francesco a mis espaldas me sobresalta.

Solo he escuchado por minutos el sonido del agua cristalina del río golpeando rocas  mientras se mueve hacia una dirección a causa de la fuerte corriente.

Sigo molesta, no puedo negar ese hecho, pero en vez de saltarle en cima y decirle sus malditas verdades, romperle sus bolas, ahorcarlo con mis propias manos y colgarlo de un árbol, solo ignore el hecho de que me estuviera llamando con total neutralidad, como si no estuviera hablando conmigo.

—¡Fabiana por favor!—Pide, puedo sentir su mirada sobre mi.—¡Faby! ¡Tenemos que hablar! Déjame hacerlo.

Me levanto al escuchar sus palabras sin poder aguantarlo más, mandando a la mierda todo mi maldito autocontrol.

—¿Qué mierdas me vas a explicar?—Grito explotada de rabia por toda esta situación.—¿Qué incumpliste lo primero que te pedí? O vas a darme los detalles con tu amante.

—Déjame hablar por favor.

—No tenemos nada de lo que hablar ¡Basta! ¡Estoy cansada!

—Yilena y yo no somos nada.—Sus palabras me suenan a vil mentira y solo logran ponerme aún más enojada.

—Claro y me fue a reclamar solo porque si.

Lo rodeo y camino por su lado con la intensión de irme, pero me detiene agarrando mi brazo.

—¡No me toques! —Dictamino.

—Solo necesito que me escuches un minuto.

Suspiro cansada, pero aunque no le valla a creer, si quiero escuchar que me va a decir ahora.

—Terminé con ella cuando lo del contrato y el matrimonio, es algo reciente, quizás por eso te vio como una entrometida.—Explica.—Llevaba poco más de un año en una relación poco estable con ella, no le había sido infiel nunca.

—Entiendo, entonces si la dejaste por mi.

—Si y no me arrepiento de nada.

¿WTF?

—¿Qq..Qué quieres decir?—Balbuceo.

—No nos hagamos tontos Fabiana.—Dice incrédulo, su mano, la cuál antes estaba sosteniendo mi brazo baja suavemente hacia mis manos estremeciendome, me suelto de su agarre.—Entre nosotros esta surgiendo algo, ¡No me digas que no lo notaste por favor! Y tampoco vallas a negarlo porque yo lo sentí.—Lo siento cada vez que te miro.—Nuestros ojos se conectan unos segundos, antes de que vuelva a tomarme del brazo y pasear su mano suavemente por ahí, poniéndome nerviosa.—Cada vez que te toco.—Esta vez  junta su frente con la mia.—Cada vez que estoy así, cerca de ti.—Susurra, por inercia cierro los ojos a la par de el.—Me gustas, si, y mucho.—Confieza, sus palabras hacen que caiga en la realidad y me aleje de forma abrupta de el.

—Pues....—Tomo aire antes de decirle lo que siento como una real mentira, pero no estoy lista para esto mucho menos con el, un completo desconocido, más, después de todo lo que pase aquella noche.—Pues tu a mi no.

Intento mostrar obiedad en mis palabras que realmente no son ciertas.

—¡No te creo Fabiana!— Exclama.—Mira, antes de conocerte, yo...Me sentía maduro, preparado para cualquier cosa.—Pasa sus manos por su cabeza.— Pero llegaste tu y...No se como manejar todo esto que me haces sentir.—Yo me siento igual aunque no le diga.—Me burlaba de mi madre cuando me hablaba de amor, creí que eran cursilerias, eso de "Ese sentimiento solo lo sientes una vez en la vida". Me reía Fabiana, pero ahora entiendo todas sus palabras, porque lo que tu me haces sentir es eso...Que se que solo sentiré una sola vez en la vida.—Confieza, mi corazón se acelera, respiro profundo para no comenzar a hiperventilar en este momento.—Quiero estar en tu vida.—Me dice.—Y no precisamente como el falso esposo de contrato, quiero ser parte de tu vida y que tu estés en la mía..—Se me acerca y Atrapa mi rostro con sus manos.—Creerme.—Mira mis labios, mi mirada también se desvía hacia los suyos.—Créeme que no la imagino sin ti.

Su respiración logra mezclarse con la mia de alguna forma, se acerca aún más a mi hasta el punto de que sus suaves labios tocan los míos en un suave y delicado beso, su mirada queda en la mía un momento, como si estuviera esperando mi reacción antes de continuar. No hago nada y vuelve a hacercarme y me da otro beso, el cuál ésta vez si correspondo por unos segundos, vuelva a mirarme y esta vez soy yo la que no logra despegar mis ojos de sus suaves labios, que me han dejado con ganas de probar su sabor hasta lo más profundo.

Como si eso fuera un incentivos para él, vuelve a tomar mis labios, ésta vez con un poco más de pasión, sus manos bajan a mis brazos, por inercia doy un suave movimiento hacia atrás, pero le sigo el beso, llevo una de mis manos a su mejilla para profundizarlo más, una de sus manos recorren mis brazos de forma tierna, mientras la otra baja hasta el inicio de mi sintura, sus labios se mueven con agilidad y pasión, pero al mismo tiempo con ternura y suavidad.

Entre el amor y la venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora