Entre el amor y la venganza

Capitulo 29

Sostengo la mano de Nefme y el miedo de que pase lo de la última vez que la traje me llena.

El mundo es peligroso.

Pero es aún más peligroso el bajo mundo.

Donde tienes enemigos sicarios, francotiradores, drogadictos, mafiosos y todo un sin fin de personas. Agregando que la policía siempre te va a perseguir.

Pues si, el mundo en el que nos movemos a diario puede ser letal si no sabes manejarlo.

Y todo se intensifica más cuando eres una de las cabecillas de las dos mafias más importantes de todo el país. Somos el número uno en cuanto a Calidad de droga y los traficantes siempre buscan hacer negocios con nosotros.

Miro hacia atrás y puedo ver a la multitud de guardaespaldas que están aquí por mi seguridad y la de Nefme.

—¡Quiero ir ahí!—La voz de Nefme me saca de mis pensamientos y miro hacia ella para ver a donde me señala y sonrío al ver que es el carrusel.

La acerco y la ayudo a subir al caballo que ella escogió justo antes de que el carrusel comience a girar lleno de niños y me quedo perpleja viendo la sonrisa que no deja de mostrar Nefme y me confirma que haberla traído fue la mejor idea.

Una sonrisa se escapa de mis labios durante algunos segundos, la misma que se borra al sentir unos brazos que rodean mi sintura y toda mi sangre se congela al instante tensando casa milimetro de mi cuerpo.

Por inercia me aparto dándome la vuelta alarmada, pero me relajo al ver a Francesco frente a mí con una mirada interrogante en su rostro.

Lo abrazo sin tantos preámbulos.

—¿Por qué reaccionaste así cuando te abracé?—Me pregunta.

—No se, no me hagas caso.—Suspiro.—Te hechaba de menos.

—Y yo a ti Lupacchiotta.

Me doy la vuelta dejando que me abrace por la espalda regalando todos mis músculos e inevitablemente mi piel se eriza bajo el toque de sus manos manos sobre mi piel.

Nefme nos mira y nos dice adiós con la mano sonriente, hago lo mismo son dejar de sonreír.

Parecemos una verdadera familia.

El calor que emana de su cuerpo es suficiente para eliminar el frío del mio y su cálido aliento en mi oído era todo lo que necesitaba para catalogar esta noche como perfecta.

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—¡Papi!!—Dice Nefme congelando a Francesco de un tirón, ambos miramos hacia ella que nos sonríe esperando una reacción de parte de mi esposo.

Francesco me mira aun sorprendido y una sonrisa se escapa de mis labios y acto seguido vuelve a mirarla.

—¿C-como me has llamado?

—¡Papi!—Repite ella sin poder ocultar cierta emoción en su exclamación.

Francesco se rie y la carga entre sus brazos llenandole la carita de besos haciéndola reír y me quedo anonadada viendo lo tiernos que se ven.

—¡Si mí amor!!—Soyosa con alegría.—¡Soy tu papá pulguita!—Besa su mejilla.—Soy todo lo que quieras que sea mi niña.

Me sorprendo al ver varias lágrimas salirse de sus ojos y me llena de ternura la reacción que ha tenido al ser llamado "Papi"

Los llorosos ojos de alegría de Francesco se encuentran con los míos y no disimula su sonrisa ante mi, y yo tampoco la oculto.

—¡Me dijo papá!!—Me dice aun con incredulidad, asiento varias veces sonriendo y mis ojos se cristalizan un poco.