Fabiana.
Sonrío al ver que sigo en los brazos del hombre el cual es mi esposo, su masculino aroma llena y refresca mis fosas nasales, su respiración es lenta y pausada, su rostro permanece sereno, mismo que me permito detallar en caso de que cuando no esté.
Pueda recordar cada una de sus facciones a la perfección.
No contengo las ganas de besarlo cuando mis ojos recaen en esos labios que no me canso de saborear.
Lo beso despertandolo casi al instante el ambre de la fiera que me devoró anoche y ansío con ganas que lo vuelva a hacer.
Mi lengua juguetea con la suya, el cosquilleo en mi entrepierna no tarda en aparecer.
El infame y sin igual hombre que es mi esposo sube sobre mi, besando y mordisqueando esa parte frágil en mi cuello que me eriza la piel mandando más palpitaciones en mi sexo el cual a comenzado a frotar con el suyo tortuosamente.
—¿Qué es lo que quieres Lupacchiotta?—Sus ojos destilan Lascivia y los míos Lujuria y cuando estos dos pecados mortales se funden en uno no es peligroso.
Es Letal.
—Lo quiero todo Gecko.
Vuelve a besarme con mucho más deseo desenfrenado y no le pongo limitaciones en el momento en el que toca y besa todo mi cuerpo, pasa por mis pechos y los jadeos de exitasion inundan la habitación.
Tal vez debería detenerlo, debería frenar todo esto entre nosotros, se supone que no debería de suceder nada después de lo que se, pero eso no me importa ahora ya que lo asiento por el tiende a ser aún más fuerte.
Su lengua baja hasta mi ombligo y juguetea con el pequeño piersing en mi ombligo haciendo que se mueva de arriba abajo.
Sus ojos no se despegan de los míos, muerdo mi labio inferior y puedo ver que no pierde ni un solo detalle de lo que hago.
Sigue bajando hasta abrirme de piernas quedando frente a mi sexo.
Su lengua se mueve por mis pliegues haciéndome jadear con más fuerza involuntariamente por la agradable y satisfactoria sensación que me provoca su boca en mi entrepierna. La expresión dominante y severa que Francesco tiene en sus ojos es malditamente sexy.
Comienza a hacer círculos con su lengua en mi clitoris y mis paredes vaginales se contraen un poco al igual que mi abdomen y los dedos de mis pies se curvan un poco.
Mis caderas comienzan a moverse con frenesí en busca de un mayor contacto.
Es magia lo que hace ahí debajo despertando mis deseos más impuros y sucios en lo más profundo de mi ser.
Rompo en un gemido de placer y todo mi cuerpo queda laxo y temblando en el momento en el que el liquido del orgasmo sale de mi interior, Francesco lo recoge todo gustoso, una presión en mi espalda baja desaparece al igual que en mi vientre, dejando que varios espasmos saludan mi cuerpo.
—Sabes jodidamente bien Lupacchiotta.—Su voz se escucha ronca, sube de nuevo hacia mi y me penetra rápidamente haciéndome enloquecer, gimo su nombre cuando su frenesí rápido y brusco me corrompen hasta los lugares más vírgenes que podría tener.
La inmoralidad de su mirada me hace soltar una pequeña risa que es callada cuando su boca Atrapa la mía haciendo que sabore mi propio sabor en sus labios.
—Dime que me amas.—Determina entre besos, pero no le hago caso y me concentro en volver a saborear su boca, sintiendo mi propio sabor mezclado con el suyo.—¡Dilo!—Me ordena una vez más con una demandante y delictiva voz que me hace sentir más estragos en mi interior.
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Entre el amor y la venganza
RomantizmSaga: Vida mafiosa #2 Traiciones, Odio, Secretos, Venganza, rencores y secretos del pasado. Dos reyes herederos y una princesa. Un error del pasado la llevará a cumplir una venganza prometida hacia una persona que está tres metros bajo tierra. U...