La Leyenda de Papillon

CAPÍTULO 12 - EL VALOR DE LA CONFIANZA

Laevoneus: Iván (Las Islas elementales)

Iván y Alice habían podido hablar después de tantos días de viaje, a través de ese mágico espejo. Amira, la señora de Bruma, les dejo claro que no solo eran las llaves, también había que encontrar al guardián de Dextroneus.

Daniel los guió con premura al siguiente reino, tras andar a caballo por días, llegaron a la costa, y tomaron camino rumbo al mar.

Un barco fue su siguiente transporte. El navío se movía con fuerza ya que el viento soplaba intensamente, el día estaba nublado, pero aún así el mar parecía tranquilo, por lo que ningún pasajero se encontraba preocupado y la mayoría disfrutaba de la hermosa vista. Iván parecía una de esas personas, pero la realidad es que el no miraba nada, sino que pensaba en los acontecimientos recientes, Miguel, Eimi y Daniel se le acercaron, había cosas de las que necesitaban hablar.

- Llegaremos en unas horas a las islas Elementales, donde está otra de las llaves – decía Daniel con la seriedad que le caracterizaba.

- Sí, muchas gracias – dijo Iván sin salir de sus pensamientos.

- ¿Y qué clase de lugar son aquellas Islas? – preguntó Eimi que a pesar del calor llevaba un largo vestido negro.

- Es un grupo de 4 islas principales y una que otra isla pequeña a su alrededor, miren – señaló Daniel, finalmente podía ver a lo lejos las islas que se asomaban cada vez más – en medio la Isla Central, la que está detrás de ella es la Isla del Trueno, a la izquierda la Isla del Fuego y a la derecha la Isla del Aire, nosotros vamos a la Central, que es donde la población de las tres islas va a establecer sus negocios, donde se hace intercambio de víveres y materiales, ahí se establecen los turistas y convergen sus culturas.

- ¿Islas del fuego, trueno y aire? ¿Por qué las llaman así? – preguntó Miguel.

- Porque las personas que son Iluminadas de cada isla son capaces de controlar esos poderes elementales, los de la Isla del Fuego controlan el fuego, aplica igual en la del trueno y la del aire.

- Entonces viven personas poderosas – finalmente habló Iván – no será muy fácil.

- Como sea – dijo Daniel sin mostrar un rasgo de preocupación – las festividades anuales están a punto de empezar, por eso era urgente venir aquí primero, – después de sentir que había terminado de informar, Daniel desapareció de su vista entre la gente del barco, Eimi sonrió al par de caballeros y también se fue, solo quedaron Iván y Miguel.

 - Príncipe – dijo Miguel, Iván no respondió solo lo miró - ha estado raro desde el día que salimos de Bruma, ¿sucede algo que no me ha dicho? Pensé que al ver a la princesa Alice se sentiría más tranquilo, pero ahora lo veo perdido, preocupado y nervioso.

- Tranquilo viejo amigo – dijo Iván sonriendo – todo está bien. - Miguel le apretó el hombro con su mano derecha y también se retiró, un minuto después, Iván invocó una esfera de luz que hizo levitar frente a él y recordó eso que le dijo su padre "me has decepcionado" - si me vieras ahora padre, la luz me acompaña, además, no estoy solo. 

En el pasado, después de ese penoso día, donde Iván no pudo despertar la luz en su ser, salía todas las noches a las afueras de la ciudad de forma incógnita, llevando con él la luz de Eon, con la intención de despertar el poder, pero, pasaban los días y no podía. Fue una noche donde otra sombra apareció cerca de él, iluminado por la luna llena.  

- Un príncipe no debería estar aquí - Iván se giró y levantó su espada, un hombre encapuchado estaba frente a él, al revelar su rostro, era un chico de piel morena y cabello corto.