La Leyenda de Papillon

CAPÍTULO 18 - POR LO QUE SE DA LA VIDA

Laevoneus: Eimi (Sinistra)

Habían pasado tres días desde que Iván y sus amigos llegaron a Sinistra, al principio fueron recibidos cordialmente, pero, ya que su objetivo era obtener la llave para viajar por los mundos gemelos, debían enfrenarse en peleas en un coliseo, ahora estaban en una celda.

Aquella noche Eimi la Medium no dormía, cosa común en ella, desde hace ya un tiempo, o mejor dicho, desde que "eso" pasó.

Como era costumbre en ella, sostenía su collar con fuerza, los espíritus parecían inquietos, algunos observaban a la bruja desde el otro lado de los barrotes de la celda, de repente, ésta se abrió, los espíritus la llamaban, ordenándole que saliera. Por primera vez desde hace mucho tiempo, la chica tuvo una sensación de que algo no estaba bien, segundos después los espíritus comenzaron a hacer alboroto, volando velozmente por todo el exterior de la celda, su reacción se debía a una extraña fuerza que Eimi también percibía, la cual la ponía nerviosa, un agujero negro se abrió en el suelo, de éste emergió una figura humana, sus ojos se posaron en la bruja, gotas de sudor corrían por la frente de la mujer, de repente, los espíritus la abandonaron, ahora estaba frente a aquel ser, sola.

- Eimi la Medium, finalmente te hemos encontrado – dijo el hombre.

- ¡No puede ser! – Decía la chica temblando - ¡tu eres el que me ha estado llamando!

El hombre alargó su mano, con dedos largos y uñas muy crecidas, Eimi no podía moverse, dejando que la mano de aquel ser, tomara la esfera brillante que colgaba de la cadena de la bruja, con un fuerte movimiento la cadena se hizo añicos, segundos después la esfera, que había perdido su brillo, se encontraba en la mano del hombre. Eimi dio un fuerte grito, el cual hizo despertar a Iván, Miguel y Daniel, rápidamente los tres se pusieron de pie, vieron la celda abierta, Iván corrió a auxiliar a Eimi, que estaba en el suelo y temblando.

- ¿Qué sucedió Eimi? – decía el príncipe preocupado - ¿Quién te han hecho esto?

- Se... se lo ha llevado – decía Eimi que veía al vacío y temblaba.

- ¿Quién se ha llevado? ¿Qué se han llevado? - le preguntó Iván.

- Su colgante, Iván – decía Miguel – ha desaparecido.

- Dioses, ¿quién te hizo esto Eimi? - dijo Iván.

- Las sombras...

A la mañana siguiente Eimi tenía fiebre, después de mucho rogar, un sanador fue a revisarla, para averiguar que le sucedía.

- Físicamente parece completamente sana – decía el hombre – pero al parecer ha recibido daño a un nivel espiritual, ¿está seguro que no sabe que le hicieron?

- No, no sabemos quien fue – decía Iván.

Daniel había sido sacado de la celda para pelear su tercera batalla, Devon había aparecido en la escena, los ojos de Daniel le escupían furia.

- Espero que lo que le sucedió a Eimi no haya sido un acto tuyo, Devon - amenazó Daniel.

- Daniel, me caracterizo por jugar sucio, pero no me interesaría en absoluto dañar a tu bruja, aunque cuando la v i pelear, veo que es el obstáculo más poderoso en tu grupo, aún así, confío en mis guerreros, sobre todo, en el último – decía la reina sonriendo.

- Espero sea verdad - le volvió a decir Daniel.

- ¿Y desde cuando te has vuelto a preocupar por alguien Daniel? ¿Qué la han hecho esas personas al hombre de corazón frio? ¿acaso han podido descongelarlo?

Daniel no respondió y tomó el camino hacia el coliseo y su tercera pelea. Dentro de la celda, Miguel e Iván habían preferido estar con Eimi, la cual gritaba y deliraba, sin que ambos guerreros lo supieran, una batalla se levantaba entre los recuerdos de la bruja.