CAPÍTULO 40 - LA PREDICCIÓN FINAL

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Dextroneus: Alice (Templo de las Sombras)

Una llamarada descendía del cielo con delicadeza, al llegar a la tierra, tardó un par de segundos en tocar el suelo, Enix, había llegado al lugar que necesitaba.

- La montaña de la creación – dijo la chica – al fin y al cabo era lógico, este es el lugar donde se debe pedir una audiencia, pero, - una sensación inundó a Enix, la cual en principio la hizo sentir mareada y luego emocionada – increíble – dijo sonriendo y mirando al cielo, que dejaba asomar el atardecer – Papillon está por completarse.

Había caído la noche nuevamente, Eimi dormía profundamente, tal vez por la fatiga de su última batalla, pero Alice, era incapaz de dormir, un terrible insomnio la había tocado, esperaban la aparición de ese sujeto, el último monje y tal vez tendrían que librar una terrible batalla, finalmente el cansancio la hizo caer en un sueño.

Un recuerdo inundó la mente de Alice, del pasado, Papillon llegaba en un hermoso carruaje empujado por caballos, la gente de aquel pueblo la recibía con ovaciones, lanzando flores al cielo, al abrirse el carruaje, la chica descendió, vistiendo un largo vestido blanco, así como un velo sobre el rostro, sus largas zapatillas tocaron el suelo, mientras le ayudaban a descender, al mirar al frente pudo ver el rostro de su amado, la chica comenzó a andar y lo abrazó.

- Te ves radiante, Papillon – dijo el hombre.

- Tu también, Eon - le respondió.

Alice despertó bruscamente, ¿Fue solo su imaginación? Miró al cielo y pudo ver que la luz del sol comenzaba a asomarse, Eimi despertó inmediatamente también y se puso de pie.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado? - preguntó la bruja.

- Está amaneciendo Eimi.

- ¡Hay que moverse están cerca! – dijo Eimi y jaloneó a Alice de su muñeca derecha para moverla.

- ¡EIMI! ¿Qué haces? – dijo Alice que forcejeó y se soltó de la presión que ejerció Medium sobre ella.

- Ya no importa – continuo la bruja con un semblante de tristeza – está aquí.

De repente la tierra comenzó a temblar, y el cielo que apenas había empezado a iluminarse se oscureció repentinamente sobre ellas.

- El oscuro – dijo la bruja, mientras una cortina de humo negro comenzó a hacer un torbellino frente a ellas, del centro una figura cubierta en capucha negra comenzó a formarse, hasta que el humo pareció integrarse en su cuerpo, no se le veía el rostro más que esa capa negra ondeante, similar a la de los otros monjes.

- Eimi la Medium – dijo el sujeto con una voz grave mientras parecía levitar hacia ellas – te has atrevido a profanar mi templo, a destruir a mis hermanos, yo quien soy tu padre, quien te he dado tu poder.

- Cállate, – los ojos de Eimi se inyectaron en sangre, una docena de espíritus apareció rodeándola, Eimi estiró sus manos hacia el frente, lo que los espíritus entendieron de que era hora de atacar, la multitud rodeó al ser, quien se desvaneció en una cortina de humo que creó un torbellino y que uno por uno comenzó a desintegrar a los espíritus, el oscuro se reformó frente a Eimi y Alice, dándoles la espalda.

- Me subestimas, Médium – el ser se giró, parecía mirarlas pero la capucha cubría sus ojos, solo podían ver sus labios moverse – me desharé de ti de una vez, eres demasiado peligrosa.

Una cortina de humo negro se lanzó contra Eimi en un torbellino, el impacto mandó a Eimi por los aires, después la cortina se convirtió en una enorme garra la cual comenzó a apretar el cuerpo de Eimi, seguido por un grito de la bruja, el monje se impulsó hacia el lugar donde la Médium sufría de dolor.

La Leyenda de PapillonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora