Capítulo 27 - EL ENORME PLAN

9 2 2
                                    

Dextroneus+Laevoneus: Adonis (Campos del Inicio)

En la Ciudad Capital, el rey oscuro descansaba en su enorme castillo de paredes negras y ventanales dorados, había esperado por esto durante muchos, muchos años. Sabía que había cambiado, pero su cambio era justo. En la guerra de hace décadas, donde los mundos gemelos lucharon por gobernarse uno a otro, el impuso su fuerza y cambió ese desorden por paz, pero, ahora se encontraba cegado por una sola cosa, obtener el poder de Papillon y así obtendría el poder absoluto.

- Señor – le dijo el elegante David, quien entraba a la habitación donde el rey oscuro observaba la ventana - ¿ya ha comenzado?

- Así es David, todo ha comenzado. El día que Daniel Minor aceptó ser mi sirviente me pidió que le enseñara la forma de obtener el don oscuro a su máximo esplendor, yo sabía que la mejor forma de hacer eso, era dejando un fragmento de mi propia alma residiendo en él, así podría él, ser parte de mi enorme plan.

- Entonces será mejor que lo deje solo mi señor - confirmó David y de una reverencia se alejó.

- Si, necesito charlar con ellos, con todos ellos sobre lo que está por venir.

A las faldas de la enorme montaña, donde iniciaron los mundos, una terrible revelación sucedía.

- Esto, - Eimi se ponía de pie con dificultad, todo había sucedido muy rápido – no puede ser, ¿estás diciendo que tu eres Adonis?

- No – respondió Daniel con una maligna voz grave – solo soy un fragmento del alma del señor Adonis, pero es Adonis quien está en absoluto control de este cuerpo.

- Maldito – Alice estaba enfurecida – has estado todo este tiempo detrás nuestro, si tu poder es tan grande, ¿Por qué no viniste por mi desde un principio?

- La esperanza es lo que te ha dado fuerza mi pequeña hija – respondió Daniel - ¿crees que si yo te hubiera llevado, hubieras obtenido tus alas como lo has hecho hasta ahora?

- Entonces dinos lo que quieres Adonis – decía Iván que sostenía con fuerza su espada de luz, mientras Miguel le cubría por detrás con una espada de metal, hecha con sus poderes - ¿Cuál es tu plan ahora?

- Todo fue un plan, todo lo que han hecho, ¿que no ven? El hechicero – Daniel señaló a Rumsey con el índice – se suponía que él debía ser mi sirviente, al igual que el mago, Gabriel, los dos hechiceros más poderosos de Dextroneus, no debía permitir que estuvieran libres con su magia.

- ¡Entonces te mostraré el poder de éste hechicero! – Rumsey se iba a lanzar al ataque, pero salió despedido contra las rocas, el tatuaje de su frente apareció, dolía, dolía demasiado - ¿Qué me estas haciendo? - dijo Rumsey con un grito de dolor.

- Mientras seas un sirviente de Adonis, también serás mi sirviente, por lo tanto, no puedes tocarme con tu magia. Tu debías escuchar por medio de Gabriel, que yo intentaría hacer daño a la princesa, así irías corriendo a buscar a Iván, con el fin de que él te ayudara, por eso lo separé de Alice, mandándolo al mundo gemelo, con la esperanza de volverlo a ver, Alice haría todo por encontrar sus alas de Papillon, no pensé que el caballero también vendría, pero en estos momentos, no altera la ecuación de mis planes, por lo que lo dejé viajar con Iván. - Daniel miró a todos, uno por uno y continuó - Rumsey, tu cuidarías de Alice en su viaje. Solo que – Daniel hizo una pausa y miró fijamente a Yun – no pensé que el vampiro se uniría también, pero después de analizarlo, tampoco afectaba la ecuación, pero Gautier, él sabía demasiado, lamentablemente no preví eso, Gabriel tenía lazos con el viejo, por lo que no podía sacarlo de la jugada por mí mismo, así que contraté a otros para deshacerse de él, pero ya que nunca funcionaba, pues, a pesar de viejo, tenía muchas habilidades que desconocía, tuve que sacrificar a Gabriel como mi sirviente para que él se encargara del trabajo sucio, así el viejo estaría fuera de la jugada y dejaría de intervenir en mis planes, lamento que Gabriel esté libre de mi contrato, pero ya me encargaré de él, después.

La Leyenda de PapillonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora