Capítulo 14 - EL VIEJO SECRETO

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Dextroneus: Gautier (Nomaudie)

Hace ya uno años, la lluvia era estruendosa aquella noche en el pueblo, Gautier tocaba incesantemente a la puerta, necesitaba ayuda, una mujer respondió para indicarle que esperara, pues iba en camino a recibirle.

- ¡Alba! – dijo el hombre desesperado, a la mujer que le había abierto la puerta.

- ¿Gautier? – respondió Alba sorprendida - ¿pero qué haces aquí? ¿Qué sucede?

- Necesito tu ayuda,  se han robado a mi hija.

- ¡Dioses! ¿Quién pudo haber hecho algo tan atroz? - la mujer se llevaba una mano a la boca.

- Adonis, de alguna manera sabía... lo sabía. - ese Gautier mas joven lloraba junto a la mujer, algo terrible se vendría por su grave pérdida.

De regreso al presente, Gautier pensaba en el tiempo que había pasado desde que se había encontrado a Alice, ella le había explicado que había solo aparecido en aquel pueblo tras escapar del castillo. Gautier le explicaba que estaban al sur de Capital, los pueblos libres de Nomaudie, que no se conformaban como tal en un Reino, ya que consideraban a Adonis su único rey. Después del gran valle Pieris se habían movido al Oeste, hacia el Reino Verde, pero la siguiente Ala estaba al este, así que era obligatorio regresar a las regiones de Nomaudie, pues el viaje que seguía, a partir de ahí, era largo hacia el sureste. Habían llegado a Nomad, un poblado mayor y tal vez el mas importante de la región. 

- ¿Estás seguro de que es un lugar seguro para pasar la noche? – preguntó Rumsey dudoso, como era habitual en él.

- Seguro, Rumsey – contestó Gautier – este es el lugar donde yo nací y pasé casi toda mi vida.

- ¿En serio, señor Gautier? – preguntó Alice emocionada.

- Por supuesto querida, así que no se preocupen, conozco el lugar como la palma de mi mano. – mientras Yun parecía haber percibido algo en los árboles de los alrededores.

- ¿Sucede algo Yun? – preguntó Rumsey.

- no, no es nada, pensé haber visto algo, pero si tu no lo percibiste no debe ser nada - la tarde era nublada, así que el chico tenía algo descubierto el rostro.

El grupo llevaba alrededor de tres semanas viajando juntos, así que ya confiaban mas el uno en el otro. Mientras que, al entrar al pueblo un par de personas aparecieron, unos viejos conocidos que ya les habían observado antes.

- Ese vampiro, estamos protegidos por la magia, pero no contra su olfato – dijo el más bajo de ellos, un hombre con bello facial corto y que llevaba ropas oscuras con un gabardina, un espectro de las sombras que había atacado a Yun en el Valle Pieris. 

- No te preocupes, lo importante es que tus poderes nos permitieron llegar hasta aquí - dijo el otro, que era un enorme hombre de dos metros, capaz de usurpar la identidad de las personas. 

- ¿Qué sigue Serguey? - preguntó Alan, el espectro que se movía entre las sombras.

- Atrapar a Papillon, espectro. - Ambos avanzaron hacia la ciudad, sin darse cuenta que alguien más les observaba, un hombre de ojos completamente negros, cubierto con un largo sombrero negro.

Gautier estaba emocionado, hacia tantos años que no se paraba por su ciudad natal que no podía evitar mostrar su felicidad. Se habían instalado en una cómoda posada, hasta que Gautier tuvo que pedirles un favor.

- Chicos escuchen – dijo el señor LeBlanc algo serio – tengo que hablar con Alice sobre un asunto importante, a solas. - Recalcó.

- No te entiendo Gautier – dudó Rumsey - ¿Por qué tendría que ser a solas? ¿Por qué no querrías confiarnos algo relacionado a la princesa?

La Leyenda de PapillonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora