En Renacimiento, Iván intentaba encender la luz de Eon, pero era imposible, el artefacto estaba completamente sin vida. Salió de su habitación sosteniendo la esfera, bajó la escalinata, un guardia lo miro descender.
- Traigan a mi caballo, debo llegar a la batalla.
- Señor son casi dos días a caballo de aquí a la ciudad.
- Dije que lo trajeran.
- Sí, su majestad.
El guardia abandonó la estancia, pero Iván sabía que tenía razón, debía encontrar la forma de llegar a tiempo.
En el gran castillo negro, Adonis miraba fijamente a Alice.
- Deseo recuperar a tu madre, Alice, deseo recuperar a Diana – fue lo que dijo el rey oscuro, Alice lo miró fijamente, una pausa que se sintió eterna, se hizo entre los dos.
- Mi madre ha muerto, murió hace mucho.
- ¿Acaso sabes cómo murió? – de pronto el rostro de Adonis fue triste, sus ojos parecían vidriosos, como si las lágrimas fueran a caer en cualquier momento.
- Estás loco – dijo Enix con dificultad – Papillon puede cumplir cualquier deseo, a excepción de uno, ¡Papillon no tiene el poder de revertir la muerte! – la chica se puso de pie con dificultad – si todo tu plan fue para esto, déjame decirte que has fallado Adonis.
- ¿Mi madre? – se preguntó Alice que seguía levitando.
- Tu madre, Alice, la recuerdas, a veces yo difícilmente lo hago, ella murió por culpa de los hombres, los hombres por los que juré pelear al saber que yo estaba destinado a ser el caído, Adonis.
En las afueras, Miguel levantaba su espada dando un nuevo grito de guerra, los seres de carne y escombros avanzaban, Escarlata auxiliaba a Jiraiya y Carl que habían sido derribados por Evan, Angela estaba a su lado, no se movía solo miraba a ambas fuerzas avanzar, Devastación se ponía de pie, avanzando detrás de las moles de carne. Rose, Natalie y Jaques seguían en la retaguardia, esperando el choque de ambos ejércitos.
- Conocí a tu madre mucho después de la guerra de los mundos gemelos – continuaba Adonis con su monólogo dentro del castillo – era una poderosa sacerdotisa de Capital, venía de un linaje antiguo, yo conocía la magia, pero fueron sus enseñanzas las que me hicieron conocer los alcances de este poder, si había alguien que podía ser llamado el hechicero más poderoso de los mundos gemelos, era ella. – Adonis caminó en círculos, viendo hacia el suelo, como si eso le ayudase a recordar mejor lo que rememoraba – todos deseaban el poder para pasar a través de los mundos, por eso me coroné como el rey supremo de todos los reinos, seguirían siendo independientes, pero tanto en Dextroneus como en Laevoneus, todos deberían responder ante mí, todos los reyes debían pedir mis permisos para cualquier situación. Ingenuamente, pensé que eso mantendría todo en control, incluso cedí una parte de mi alma a la oscuridad para tener juventud eterna y así poder continuar con el orden que deseaba, pero no funcionó.
- Fue la oscuridad que te llevó a esto, ¿Qué no te das cuenta? – le dijo Enix.
- Tal vez tengas razón, lo mismo me dijo mi amada Diana, pero fue gracias a eso que mi visión se pudo abrir por completo y supe que la humanidad no tenía solución, las guerras siguieron, incluso tu padre biológico querida Alice, un soñador que murió por los hombres, que hizo que terminaras con un sirviente, que terminaras junto a Gautier.
- Mi padre, Gautier – decía Alice ofendida.
- Fue entonces cuando lo supimos, todos los magos más poderosos de los mundos gemelos, la línea que dividía a ambos mundos se estaba fragmentando, todo, por culpa del hombre, ni siquiera yo tenía el poder de revertir lo que estaba a punto de pasar, la realidad de los mundos gemelos se desmoronaría y la existencia misma terminaría, pero, había alguien que tenía el poder suficiente para revertir la inminente destrucción.
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La Leyenda de Papillon
FantasyLos mundos gemelos viven en armonía, hasta que un poderoso hechicero oscuro pone en peligro el equilibrio, Alice la princesa de Dextroneus ama en secreto a Iván el príncipe de Renacimiento, pero su amor se verá en peligro al ser separados por el ter...