CAPÍTULO 35 - HEREDERO DE LA NATURALEZA

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Dextroneus+Laevoneus: Will (Reino Verde)

Hace años, en el pasado, la mujer estaba en el clímax del trabajo de parto, la partera le indicaba que pujara cada vez que venían las contracciones. Richard, había escuchado la noticia del nacimiento de su hijo, por lo que había llegado lo más rápido que pudo, vio salir a la partera de la habitación, el hombre se le acercó para escuchar noticias.

- ¿Cómo ha salido todo? - preguntaba el rey lleno de nervios.

- No se preocupe su majestad - le indicaba la partera - tiene un niño fuerte y sano.

- ¿Es un varón? - Richard entró a ver a su reina la cual tenía a su bebé envuelto en sábanas blancas, sobre su pecho, mientras le besaba la frente, su marido se acercó y miró el rostro de su hijo.

- Es hermoso, Shelly - le decía el rey, acariciando la mejilla del recién nacido - ¿Cómo lo llamaremos? - le preguntaba el hombre con emoción en el rostro, mientras tomaba al bebé con cuidado y lo recargaba sobre su pecho, el pequeño seguía dormido.

- Quiero que se llame William - decía Shelly con una sonrisa en el rostro.

- William, Rey del Reino Verde - decía el hombre en voz alta para ver como sonaba - me gusta - el padre miró fijamente a su hijo y le sonrió - bienvenido a tu reino, Will, nuestro futuro rey.

Hace unas semanas, en el Reino Bruma, en Dextroneus, la princesa Amira, señora del reino de las bestias, miraba desconcertada a su guardia con esos hermosos ojos miel, con su mano derecha acariciaba a su hermosa loba, con la que tenía ese eterno contacto mental.

- Así que es verdad – decía la princesa con preocupación mientras su loba permanecía vigilante – Carl y Jiraiya se han ido, trabajaban para alguien más, es que, no lo entiendo, ¿existe alguna forma de que esto sea un error, Phauna?

- No la hay, princesa – le respondía la hermosa y exotica rubia de piel oscura, quien sostenía su larga lanza – al parecer Carl y Jiraiya nos han traicionado.

- Lo lamento – le decía la princesa con un tono triste – se que les apreciabas.

- Ya no importa – dijo Phauna secamente.

- No sé que mas hacer – la princesa se había puesto de pie y comenzó a caminar en zigzag, mientras su loba de pelo gris,  le seguía los pasos – escojo a mis guardias reales, dándoles mi voto de confianza y resultaron ser traidores, ¿Qué diría mi madre si supiera esto?

- Ha hecho un buen trabajo, princesa – respondía la rubia mientras la pequeña Amira le daba la espalda, aún caminando.

- Ahora no me queda más que confiar en ti – Amira se giró para ver de frente a su guerrera, pero antes de mirarla fijamente a los ojos, recibió un golpe muy fuerte en la parte frontal de la cabeza, Phauna lo había hecho con su lanza, el impacto fue tal que la joven había caído desmayada, un grupo de lobos de energía rodearon a la pobre loba Bruma, que no podía ayudar a su señora.

- Lo siento princesa, pero sí, todos te traicionaron – la mujer sacó una figura cuadrada de metal y la elevó sobre su cabeza – es hora de completar la fase, "Sigilo" – decía Phauna mientras el objeto metálico brillaba, llamando el poder de una peligrosa ciudad flotante.

En Dextroneus, en el presente, Iván, Alice y compañía, discutían cual sería su siguiente paso de su viaje, tenían tres alas de Papillon, pero aún faltaba una de la cual, no sabían tu paradero.

- Lo único que sabemos es que,  el ala se esta moviendo, de acuerdo a lo que ha sentido Alice, - dijo Iván - estaba en Laevoneus pero ahora Alice la siente cerca, aquí en Dextroneus – aseguró el príncipe, el resto de sus acompañantes estaban posicionados en círculo, el príncipe se encontraba en el centro, todos lo miraban fijamente – Enix – el príncipe de la luz se giró para preguntarle a la chica – ¿tienes alguna información sobre ello?

La Leyenda de PapillonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora