La Leyenda de Papillon

CAPÍTULO 4 - BAJO LA LUZ

Laevoneus: Iván (Ihled Nova)

Mientras la princesa había comenzado su viaje despertando en aquel poblado, el príncipe Iván también despertaba muy, muy lejos de ahí. A su lado se encontraba su fiel amigo Miguel, sonrió al acercarse y comprobar que no se encontraba lastimado. Movió un poco el cuerpo de su amigo logrando despertarlo.

- Príncipe – dijo el caballero adormilado - ¿Dónde estamos? – preguntó mientras levantaba la cabeza y miraba alrededor.

- No lo sé, pero parece que sobrevivimos al ataque de Adonis – el príncipe hizo una pausa y de golpe recordó lo que había sucedido - ¡ALICE! Debemos encontrarla - Iván se levantó a gran velocidad y comenzó a buscar alrededor, pero no reconocía nada.

- Príncipe, no creo que estemos más en Dextroneus, señor – le decía Miguel quien también se había incorporado.

- ¿Qué no estamos? ¿a qué te refieres?

- Mire – dijo señalando hacia atrás de Iván, y éste se vio sorprendido al ver una enorme ciudad detrás de él.

- Es "Ihled Nova", ciudad central de Laevoneus - aseguró Miguel.

- ¿De verdad estamos en el mundo gemelo? ¿Cómo puedes estar seguro?

- Porque en el pasado estuve aquí - sentenció Miguel.

Iván había nacido como príncipe del reino de Renacimiento, la ciudad de la luz, convertirse en rey y ser el futuro dirigente de su pueblo no era algo que le atrajera demasiado, su Padre siempre le recordaba que debía ser más responsable, ya que él estaba acostumbrado a las bromas y los juegos. Aquella tarde de hace un tiempo entrenaba contra su padre, el arte de blandir una espada.

- No te concentras Iván, no enfocas tus energías en la pelea – le decía el hombre que era de rasgos muy similares pero de edad mas avanzada.

- Lo hago padre, es solo que...

- Vienen tiempos difíciles – le interrumpió su padre con otro ataque - si no puedes siquiera blandir una espada jamás podrás utilizar el verdadero poder de nuestra familia.

Esas eran las palabras constantes del rey, siempre daban vueltas en la cabeza del príncipe, de regreso al presente, andando junto a su amigo Miguel, estaban en la entrada de la ciudad, que les recibía con un concurrido mercado.

- ¿Qué sigue príncipe? – preguntaba Miguel

- Es Iván, aquí no soy más príncipe, creo que debemos visitar al señor de Laevoneus, pero dudo que nos quiera ver así como así.

- Yo no diría eso – dijo una voz femenina que provenía detrás de ellos, haciendo que giraran bruscamente, una mujer estaba parada detrás de ellos, su cabello era oscuro y largo y su mirada parecía perdida, Miguel blandía su espada en respuesta.

- ¿Quién eres? – preguntó descortésmente el espadachín.

- Mi nombre es Eimi, no se asusten, el rey debe estarlos esperando.

- ¿Esperando? – preguntó de nuevo Miguel - ¿a qué te refieres.

- El sabía que vendrían - continuó la mujer.

- ¿Lo sabía? – dijo Iván arqueando las cejas - ¿Cómo lo sabía?

- Porque yo se lo dije...

Eimi los llevó a través del mercado de Ihled Nova, todos vestían ropas que cubrían la mayor parte de sus cuerpo, las mujeres ocultaban su rostro tras las telas, la ciudad central era muy diferente en cultura con respecto a Capital, pero al ver el enorme castillo, la belleza y tamaño lucían igual de espectaculares, solo que ésta tenia paredes blancas y enormes ventanales azules. Eimi habló con algunos guardias que hacían reverencias al verla y los hicieron esperar en el patio del enorme castillo.