21.

283 22 4
                                    

Ahí estaba yo, parada en medio de la pista de hielo y todas las personas me observaban. Es hora de mi turno, es hora de patinar después del accidente.
Comencé a patinar como siempre lo hacía pero al dar una vuelta sobre el viento caigo y veo mi pierna totalmente destrozada. Las personas me miran, hablan entre ellas y se burlan de mí.
Trato de levantarme pero no puedo, mi pierna está totalmente destrozada y...

Abro los ojos al momento y me doy cuenta que es una horrible pesadilla. Analizo donde estoy y veo que aún sigo en el avion. Volteo con mi padre y lo veo dormido.
Maldita pesadilla que se volvió realidad, sentí una lágrima correr por mi mejilla.
Mierda, daría todo volver el tiempo y no haber ido a aquella cafetería. Solo me quiero morir, quiero dormir y ya no despertar jamás.
Tenía tiempo que no me sentía de esta manera, tan deprimida e insignificante.
Volteo hacia mi pierna quebrada con ganas de quitarme el yeso y salir de este avión. Sentí que me estaba asfixiando, el aire me estaba haciendo falta. Estaba en una clase de burbuja que no me dejaba ir más allá de mis capacidades y eso es horrible.

- Carrie, ¿esta todo bien? - me toco el hombro Nancy, algo preocupada. La miro.

- No, no esta nada bien, Nancy. - respondo secamente - Nada puede estar bien si tengo mi pierna partida en dos y jamas volveré a patinar.
Y no, no me mires con tu cara de lastima.

- ¿Qué está pasando aquí? - pregunta mi padre a quien hemos despertado.

- Tú sabes lo que esta pasando, papá.
No quiero que me vean con lástima porque ya no podré patinar y ahora no se que haré con mi vida.

- Carrie, estas algo alterada. - comento mi papá.

- No estoy alterada, estoy dolida, estoy sufriendo porque no volveré hacer lo que amo. Yo pensaba retirarme del patinaje no que dejara de patinar así de repente.
Pensaba en poner una academia y ser maestra de patinaje artístico y ahora todos mis sueños se han ido a la mierda.

- Hija, ¡Basta!. Deja de ser así, nadie te tiene lástima. La única persona que te tiene lástima eres tú misma.

- ¡Váyanse todos a la... - suspire profundo. - Solo déjenme sola. - me tape con la sabana y voltee mi rostro hacia la ventana.

Me hicieron caso, se fueron a sus respectivos asientos.

¿Acaso nadie me ente día? No puedo estar bien, no estaba bien desde hace meses y no estaré bien los próximos años de mi vida.
Esto es una mierda.

Llegamos a los Ángeles, nos recogieron los guardias de mi papá ya que la prensa quería hablar conmigo y ellos no lo permitían.
Afuera de mi casa estaba Dylan, con un enorme ramo de tulipanes y con su sonrisa encantadora. Se acercó a mi y se puso de conclillas para verme a los ojos. Se agarro de la silla de ruedas pero antes había puesto el ramo sobre mis piernas.

- Me alegro volverte a ver, pensé que te iba a perder y que no saldrías del coma. - sus ojos demuestran que quiere llorar. - ¡Mierda, Carrie! No se que haría sin mi mejor amiga a mi lado. Y lamento mucho lo del patinaje.

- Gracias, gracia Dylan. - acaricie su mejilla, cerró sus ojos con mi tacto y luego los volvió abrir.

- Te quiero mucho, te amo demasiado Carrie, eres mi hermana pequeña y siento que yo también estoy viviendo esto.
Cuando me enteré de la tragedia, quise volar hasta Suiza pero por asuntos de trabajo y familiares no pude.

- Se que así fue y estuviste ahí conmigo en todo momento.
Lamento tanto no poder volver a patinar contigo. - dije llorando, sus dedos limpiaron mis lágrimas.

- No llores, no tienes que lamentar nada de esto ya que esto no es culpa tuya.
¿Qué pasó con ese conductor?

- La verdad no lo sé, creo que se desapareció de la escena. - puso una de sus manos sobre mi pierna sana.

My little girl... (Nikki Sixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora