My little girl... (Nikki Sixx)

50.

No había visto a Carrie tan feliz como cuando acaricia su vientre y piensa que no la veo. Miro como acaricia su vientre y sonríe a la vez, está demasiado feliz por el embarazo aunque al principio no lo estaba. Es demasiado fuerte ya que teme tanto de que algo malo pase con el bebé y yo estoy de la misma manera que ella.
Quiero disfrutar de este embarazo tanto como ella, quiero ser un padre excelente y criar a mi hijo y que jamás le falte un padre y el amor de uno.

Entro a la habitación y Carrie deja de verse al espejo y voltea conmigo. Veo que tiene puesto unos jeans de color negro rotos de la rodilla, una blusa negra y sus converse de bota.

- No te vi. - Dice.

- Lo supuse. - Me siento sobre la cama y ella se acerca a mi y se sienta a mi lado. - Dos días para irme de los Ángeles, ¿Algo que quieras hacer?
Tommy nos invito a una pequeña reunión en su casa.

- Pues vamos a esa reunión. - pone su mano sobre mi pierna y la miro alegre, ella es tan alegre hoy en día que me contagia su alegría. Esa es la chica que conocí en el vestíbulo, aquella chica con esa sonrisa y esos ojos que derrochan alegría por donde sea.

- Perfecto... es un par de horas. ¿Algo que quieras hacer en el par de horas? - pregunto y ella sonrie de oreja a oreja.

- No lo sé... - se sienta sobre mi con cada una de sus piernas a mis costados, mis manos rápido viajan hacia su lindo trasero y la miro curioso. - En verdad no se. - hunde sus manos en mi cabello.

- Dime lo que quieras y yo lo voy a conseguir. - acaricio su mejilla con una mano y cierra sus ojos ante el tacto. Se ve tan hermosa y más ahora que se que esta embarazada.

Uno nuestros labios en un suave beso pero ella se aferra a mi cuello con desesperación y su lengua encuentra la mía.
Giro con ella otra quedar arriba entre sus piernas, cuidando de no aplastarla con mi peso, la dejo de besar y la miro a los ojos.

- Eres tan... hermosa. - digo para después besar su hermoso cuello, ella empieza a reír.

- Nikki. - Dice riendo y la miro a los ojos.

- ¿Qué sucede? - pregunto mientras me recargo en sobre mis codos.

- Te amo y mucho. - Sonrió.

- Yo te amo también. - doy un pequeño beso en sus labios.

- ¿Crees que sea sano tener sexo?

- ¿Qué? - río. - Nena, tienes cinco semanas y si sacamos las cuentas... en Nueva York ya estabas embarazada y eso quiere decir que... tuvimos sexo como locos y no le afecto. - pongo mis manos sobre su rostro y ella solo sonríe. - pero si no quieres tener sexo yo te voy a respetar.

- ¿Y quien dijo que no quería? - me ve sonriente y me atrae hacia ella para besarme con mucha necesidad.

Siento sus suaves manos adentrarse debajo de mi playera, acaricia mi espalda. Siento un escalofrío recorrer toda mi espalda, me siento extraño, es como... si fuese la primera vez que tengo sexo con ella pero esta vez es distinto ya que... estoy nervioso.
Desconozco la razón del porque me siento así, supongo que ha de ser porque ahora se que esta embarazada y temo lastimarla.

Acaricio los costados de su pequeño cuerpo con una delicadeza increíble que no se de donde salió este Nikki. Sus curvas son increíbles, me pierdo en su pequeña cintura donde juego un poco con el borde de su pantalón y desabrocho poco a poco aquel botón y después bajo el cierre. Todo sin dejar de besar sus labios y con las manos de ella ahora en mi pantalón, desabrochando aquel botón y bajando el cierre.
Me quita la playera y es entonces cuando dejamos de besarnos, nos miramos a los ojos y veo que sus ojos están llenos de placer.
Trago saliva antes de quitar su blusa por arriba de su cabeza, aprecio el sostén de color negro que trae con un estampado de corazones rosas. Beso su lindo cuello, doy besos como si se tratasen de alas de una mariposa recorriendo cada parte de él hasta bajar a su clavícula huesuda. Mis manos se apoderan de sus dos pechos y los estrujar, ella jadea y se retuerce debajo de mi.