32.

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Nos quedamos dentro del auto por varios minutos en una zona alejada de la sociedad, por la carretera cerca de malibu. Son las 7 de la noche, el sol ya se ha ocultado y las aves comienzan a irse a sus nidos para dormir y al siguiente día comenzar de nuevo en busca de comida y de una vida plena.
Se puede escuchar en la radio la canación de Cheap Trick - the flame, en un bajo volumen.
Nikki, tiene su mirada fija hacia el frente, sus dedos golpean suavemente el volante y puedo ver como aprieta su mandíbula. Esta desesperado.

No me ha dicho nada durante todo el día, hemos comidos, hemos estado dando vueltas por todos los lugares accesibles de la ciudad y no me ha dirigido la palabra.
Logro ver en sus ojos rabia, esta furioso desde que salimos de la tienda.

De repente gira su cuello para clavar su vista en mi, siento aquella mirada tan intensa que me penetra hasta los huesos.

- Nikki, el silencio me está matando. - al fin durante todo el día me animo a decir algo sin importarme nada.

- No logro encontrar las palabras perfectas para no echar a la mierda todo esto. - dice.

- ¿Como que echar todo esto a la mierda? ¿Con todo esto, te refieres a nosotros? - pregunto y el suelta un suspiro pero aún así sigue igual de tenso.

- Si. - responde.

- ¿Pero porque se iría a la mierda todo esto? - me siento de lado y subo una de mis piernas al asiento.

- Porque soy un puto celoso de mierda, no es tu culpa.

- Pero....

- Ya te dije, confío en ti pero no en esa jirafa rubia.

- Entiendo. - digo y agacho la mirada. - Supongo que no podemos estar juntos.

- No seas tonta. - lo miro. - Claro que podemos estar juntos, lo que pasa es que necesito controlar todo esto.
Son demasiadas emociones que ahora tengo que aprender a manejar sin la heroina y es demasiado difícil. Espero que al menos intentes entender todo esto.

- Trato. - dije.

- Carrie, te amo demasiado y no puedo soportar el echo de que el idiota de Mckagan se acerque a ti. - acaricio mi mejilla. - Eres lo único bueno que he conservado en mi vida y temo echar a perder todo esto.

- Nikki, no pasará nada de lo que estás imaginado.
Te amo y estaré contigo siempre. - pongo mi mano sobre la de el. - siempre será así.

Sonríe antes de unir nuestros labios en un beso, su lengua se encuentra con la mía y me toma de la nuca para hacer más profundo el beso.
Con su mano libre quita el cinturón de seguridad que trae puesto, me toma de la cintura y me acerca más a el. Reacciono rápido y entiendo lo que quiero hacer, me siento a horcajadas sobre el. Me toma de ambas mejillas y me mira a los ojos.

- Eres tan linda. - sonríe.

- ¿Por qué no te conocí antes? - digo.

- Por qué si eso hubiese pasado tal vez ahora no estaríamos juntos, era un hijo de puta, era más hijo de puta que ahorita y en aquella época yo solo te hubiese utilizado para puro sexo. - me sorprende su sinceridad, pero no dudo de lo que me ha dicho. Sonrió como tonta y lo beso tan salvaje que me toma de la cintura para pegarme más a su cuerpo.

Siento su excitacion debajo de mi, sonrió entre el beso y lo tomo de la nuca. Empiezo a mover mis caderas para rozar nuestros sexos aun con la ropa puesta. Escucho un jadeo por parte de él, sus manos se aferrran más a mi cintura y aprovecho para bajar mis besos a su cuello. Aspiro su aroma, huele bastante bien y su cabello está demasiado hermoso el día de hoy.
Mientras doy suaves besos en su cuello, el acaricia todo mi cuerpo con sus grandes manos a la vez que deja pequeños apretones sobre el.

My little girl... (Nikki Sixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora