01- Conversaciones

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Narradora

Lucifer paseaba por los pasillos del nuevo hotel, dirigiéndose al nuevo bar del lugar. Mirando al rededor encontró a su manzanita, parecía estresada; solo sonrió y camino hacia su dirección.

-Manzanita, ¿qué pasa? Tu cara me preocupa. -hablo para abrazarla y darle un beso en la frente-

-Oh, hola papá... No es nada, solo problemas con el hotel, todavía nadie se hospeda, si nos se hospedan no lograré lo que quiero, fracasare, decepcionare a mis amigos, a Alastor y, y -dijo mirando a su padre a punto de un ataque por sus pensamientos-

-Ey, calma, porque no te sientas a tomar un poco de té con tu padre, ¿te parece?

La menor solo asintió para seguir a su padre a un sillón cercano, se sentaron y Niffty se acercó trayendo el té sin quitarle la mirada a Lucifer.

-Je je, chico malo... -dijo para mostrarle una sonrisa.

La pequeña se fue, al principio fue solo una pequeña platica del estrés, lo que sucedió en el exterminio, su madre... Hasta llegar a un punto en el cual dijeron cosas que no pensaban decirse.

-Para certe cincero manzanita, creí que este plan iba a fracasar y más cuando vi a quien era tu "socio". -hablo resaltando la última palabra-

-Sinceramente papá, yo también creí que fracasaria, pero Alastor me ayudó de cierta forma y me motivo a seguir, te digo algo gracioso... -Lucifer la miro con curiosidad- Quería que Alastor te guiará para que se hiciera pareja...

Lucifer en esos instantes tomaba su té que cada tanto era servido por la pequeña sirvienta, solo para escupido con lo que dijo Charlie. Que debía decir ante ello, se esperaba de todo menos eso, solo pudiendo mirar expectante a su hijita.

-Pero que sorpresa tan hilarante me vengo a encontrar -dijo Alastor con su característica voz- Querida, Lucifer...

-Alastor que bueno verte, pensé que estabas con Rosie -dijo con una sonrisa ignorando por completo lo que había sucedido-

-Estaba querida, a parte me encargo que te trajera estas galletas, como agradecimiento por el gran festín que nos diste.

Alastor solo entrego una caja elegante, con un escrito my princess. Charlie solo pudo sonreír por las galletas y poco después reaccionar ante el festín por el que le agradecía.

¿Festín? Se preguntaba ¿qué festín? No recordaba haber hecho algún evento, solo pudo darle una mirada confusa al demonio, y este al verla se lo hizo saber.

-Si no te acuerdas, son los ángeles que nos diste querida, por ello ahora Rosie esta preocupada sobre cuantos congeladores debe comprar o si debe un evento por toda la semana para que se acabe. -dijo con sarcasmo acariciando la cabeza de Charlie-

Ella solo podía verlo, dándose cuenta por que la mayoría de cuerpos de los ángeles habían desaparecido luego de lo que ocurrió.

-Oh, se me olvidaba... Quería preguntarte donde estaba el cuarto de las prendas para los omegas, como no estuve en la mayoría de la construcción es un poco molesto, aunque me cuesta admitirlo -dijo con su sonrisa fingiendo decepción-

-Cierto! Se me había olvidado, esta... -paso un momento recordando- Creo que me olvidé cual de las habitaciones es..

En el otro sillón Lucifer todavía no salía del shock, se había quedado petrificado, al entrar en razón, estaba al lado de los demás con su hija preguntando sobre la ubicación del cuarto de prendas, ¿prendas? Será el cuarto de lavado, pensaba.

No estaba al lado de la transmisión de radio dijo uno, yo creí que estaba al lado de los aposentos de su alteza, pensé que estaba en el último pasillo. Nadie sabía dónde estaba.

Charlie solo pudo desesperarse, el celo de los omegas es muy importante, aun faltan cuatro meses para ello, pero sabía lo importante que era el nido para ellos. Su preciada Vaggie, no quería que estuviera triste.

-Querida no te preocupes, lo encontraremos verdad chicos -dijo Alastor con una mano en el hombro de ella-

-Es cierto Charlie, calma -dijo Vaggie para agarrar su mano-

Charlie solo pudo asentir sujetando la mano del locutor en su hombro, y dándole un beso en la mejilla a su novia. El demonio solo podía mirar con victoria a Lucifer, lo cual hizo que este se irritara.

-Bueno la búsqueda empieza.. ahora!!!

Todos empezaron a abrir puertas, caminando entre los distintos pasillos y pisos del hotel, hasta que Niffty lo encontró al perseguir con un cuchillo una cucaracha. Los demás la vieron apuñalar al pequeño insecto, un poco aliviados.

-Bueno, ya que arreglamos esta situación creo que es mejor decorarlo un poco, no crees mi niña -dijo una voz de Radio con la pequeña Niffty en su hombro-

-Cierro, es hora de poner su placa y traer las prendas.

Pasaron algunas horas, la habitación estaba repleta de prendas que no utilizaban. Los omegas del grupo se sintieron aliviado, por otro lado los alfas abrazaron a sus parejas. Alastor solo veía la situación para retirarse con una corona de cucarachas en la cabeza riendo con su pequeña. Charlie lo vio irse y recordó como la había llamado mi niña. Estaba feliz, y su padre solo podía ver con curiosidad la escena. Cada uno por su lado.

Un Amor Confuso Y DolorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora