04-Reunión

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Narradora

El locutor ya hacia en su torre bailando con la pequeña Niffty, y Fran el último de los huevos de Sir Pentious. De alguna manera lo termino acogiendo luego de lo ocurrido, creando un pequeño espacio para el mismo.

—Como están mis estimado público, es mucho ya que alguien con clase no transmite en esta ciudad -hablo en el micrófono con su estática de siempre-

Por otro lado seguía la pequeña bailando con el huevo para después quedar dormidos, siendo llevados a la cama del lugar por Alastor cuando terminó su transmisión. Era su espacio personal y no le importaba compartirlo con algunas personas, todo seguiría tranquilo a no ser de Charlie que estaba exaltada y entro sin avisar.

—Alastor!! ‐grito la alfa intentando recuperar el aliento-

—Vaya sorpresa, que se te ofrece querida -dijo con las orejas atrás por la molestia, arropando a los más pequeños-

—Hay un overlord abajo preguntando por ti, es muy alto y, y -iba a seguir hablando si no fuera por que pusieron un dedo en su boca-

—Ya se quien es, ya puedes salir de las sombras mi estimado Zestial -dijo con su respectiva sonrisa mirando hacia un lugar-

La hija de Lucifer solo podía dar un pequeño salto de la sorpresa poniéndose detrás del omega, el contrario solo miro la acción curioso con la orejas en punta, solo para dirigir la mirada nuevamente al invitado.

—Es un gusto ver de nuevo al demonio de la Radio; Alastor, espero puedas venir a la reunión de hoy -dijo sonriente- A parte Carmila quiere hablar contigo sobre unos "asuntos".

—Pues claro que voy a ir, ya quiero ver como están los demás, si hay nuevos tratos mejor -hablo mirándolo directo a los ojos- Necesito nuevas voces para mi radio, jaja, es divertido.

—Al ver que si vas a ir, necesito hablar contigo en privado -dijo para mirar a las tres personas que sobraban en la habitación- Me disculpo princesa por no haberla saludado antes, es un honor tener su presencia -dijo para inclinarse y recomponerse-

—Igualmente, no te preocupes por lo demás, creo que me debo retirar, los dejo solos -dijo para mirar a Alastor e irse a toda prisa del lugar-

Los dos solo la miraron y rieron para sus adentros, el mayor miro a los pequeños que estaban dormidos, el locutor solo pudo decirle con la mirada a ellos no me los tocas ni un pelo, para volver a su encantadora sonrisa.

—Parece que los vez como tus cachorros, que ironía de tu parte Alastor -dijo para sentarse en uno de los sillones-

—Tal vez tengas razón, pero dime... -dijo con una sonrisa de oreja a oreja- que necesitas tú, un alfa con más años de experiencia de un omega como yo -hablo resaltando lo último-

—Al ya hablamos de esto -dijo el mayor-

—Ya lo se querido, solo déjame divertirme un poco, antes de ayudarte con tu conquista -lo miro para hacer aparecer un tetera y tazas- deseas ¿té o café?

El otro acepto lo último, de alguna manera luego de la primera aparición del demonio de la Radio, lograron entablar una gran amistad, antes Alastor era persuasivo con la convivencia dirigida a Zestial, pero luego se acercaron más, seguían siendo formales pero eso era otro asunto.

—Bueno.. como vas con Carmila ¿algo nuevo que decir?

El contrario se quedó callado, un poco pensativo.

—Veo que todavía no llegas al punto de confesarte mi estimado -el otro solo lo miro- Déjame reunir los datos, llevas el mismo tiempo que Carmila en el infierno, la apoyas y cuidas de todo, la consuelas en sus momentos débiles, cuidas a sus cachorros como propias, le das cumplidos y presentes, la llams amiga porque no puedes decir un simple me gustas o algo más indirecto como me dejarías pasar mi vida a tu lado. -el locutor miraba con orejas gachas al contrario-

—Sabes que es difícil, si estuvieras en mi situación tampoco podrías hacerlo -dijo con las manos en la cara-

El omega sólo podía ver a su amigo alfa con cara de cansancio, ¿porqué me sucede esto a mi? Decia en su cabeza, agarro una taza de café, bebió un poco y se dirigió hacia el.

—Haber practiquemos, tal vez este sea el día indicado luego de la reunión -dijo intentando animarlo-

—Bien... ¿que debo hacer?

El locutor pidió que repitiera después de el, empezando me- me, gustas- gustas. Lo volvieron a repetir, esta vez con lo otro que era más fácil para el mayor, sin darse cuenta que un demonio araña estaba en la puerta.

—Alastor, Vaggie t– -no pudo terminar de hablar por lo que escuchó-

—Me dejarías pasar mi vida a tu lado, Alastor -dijo el mayor señalando la puerta abierta pero vacia-

—Mierda... -dijo para pararse e ir con Zestial a la sala-

Por otro lado estaba Anthony, buscando a alguien para decirle lo que escuchó si el chisme llega a mi, quien soy yo para negarlo, decía su cara. Tal vez hubiera hablado si no fuera por que el locutor lo encontró y se lo llevo para que Zestial lo ignotizará, olvidando lo que escuchó. Lo devolvieron a donde estaba y regresaron a la torre.

—Pudo ser peor -dijo el locutor calmando a su amigo-

—Si no lo encontrabas se lo hubiera dicho a medio mundo, se le notaba en la cara -dijo para volver a sentarse-

—Mi estimado amigo alfa, mira lo bueno pudiste decirlo sin titubear, tal vez puedas confesarte a Carmila hoy -dijo el omega- Bueno mejor vamos llendo al lugar de encuentro no se nos valla a hacer tarde.

Fue lo último que dijo antes de ponerse en marcha. Solo sin ver aquella escena de Angel siendo regañado con Vaggie.

Un Amor Confuso Y DolorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora