18-Corazones ¿rotos?

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Narradora

Se terminaron despidiendo de Stolas, Rossie se dirigió al barrio caníbal, y los demás al hotel.
Al principio todo era normal, solo un alfa y un omega que no podían ni verse la cara, así transcurrieron dos días, Lucifer se estaba desesperando decidió esperar al que el contrario le hablaba pero no podía más, quería no... Necesitaba una respuesta de si ese beso fue real o solo algo del momento, en cuanto más recordaba aquel momento no podía evitar sentir que algo le faltaba.

—Mira ya no voy a seguir soportando que me estés ignorando -el rey había acorralado al demonio en uno de los pasillos, ya se estaba irritado del comportamiento indiferente del omega-

—No se de lo que habla su majestad -decía el locutor mirando a otro lado, estaba nervioso pero no quería mostrarlo-

—Bueno, entonces dejemos las cosas claras -coloco una mano en la barbilla del contrario para que lo mirara-

Se miraban mutuamente y sus instintos querían salir por que lo de aquel día fue especial. Alastor solo pudo seguir con su sonrisa aunque sus orejas se movían en son de nerviosismo, ¿me dirá que le gusto? ¿Nos corresponderá? Preguntaba el instinto del ciervo inquieto, no pudo seguir así por una palabras que lo terminaron rompiendo.

—Fue un error ¿de acuerdo? -el siervo seguía con sonrisa para que con sus manos hiciera retroceder al más bajo y poder abrirse paso en el pasillo, de todas maneras no iba a dejar que su vulnerabilidad se mostrará y más cuando su omega interno estaba llorando por un segundo rechazo-

—Si eso era todo me retiro su alteza -el rey lo miro sorprendido- Que ¿esperaba que le rogara? Querido si usted dejo las cosas claras no voy a perder mi tiempo en estupideces -el ciervo movió su báculo y apareció en sus aposentos-.

El rey del inframundo se había quedado solo en el pasillo, tal vez pensaba decirle que todo fue un error o que al menos eso pensaba pero nunca espero ver las orejas del contrario temblando y sus ojos cristalinos, su instinto estaba a punto de golpearse a sí mismo por hacer llorar al que sentía como su omega.

Al final el demonio en la habitación vio a su sombra, de alguna forma era su espejo hacia su instinto, esa silueta negra estaba acurrucada con orejas bajas y llorando lo que ahora mismo no podía hacer. Solo nego con la cabeza ya estaba cansado y en gran parte quería aceptar que el rey tenía razón fue solo un error.

—Será mejor que te vuelvas a ocultar querido -hablo poniéndose al frente de su sombra- Estar un rato a oscuras te hará bien, enserio lamento que nos enamoramos de la persona equivocada -fue lo último que dijo para que la sombra viviente se convirtió en una normal sin emociones, sin vida-

El demonio se había empezado a enamorar de Lucifer luego de la construcción del hotel, le había dado gracia la expresión que puso cuando lo vio, luego vino la actividades recreativas de su cachorra mayor y esa pregunta que casi le pone los pelos de punta, no iba a dejar que notarán sus sentimientos era mejor protegerse para no sufrir de nuevo.
Tal vez tuvo una pequeña esperanza con el baila en esa misma torre y se agrandó más cuando se besaron, al final solo fue algo pasarejero y nada más. Sus feromena estaban tristes y de sus ojos caían pequeñas gotas de agua pero seguía sonriendo, tal vez se reía de lo lamentable que se miraba ahora.

—Alastor la cocina se está -la pequeña Charlie abrió la puerta de imprevisto- quemando... ¿sucedió algo? -su cara de sorpresa cambió a una preocupada-

—No querida, mejor vamos a arreglar lo que me acabas de decir y me vas a explicar como quemaron la cocina -hablo el contrario reincorporandose y secándose las lágrimas que ya hacían en sus mejillas-

Su instinto se había ocultado en son de defensa, ya solo eran las emociones propias que lo atormentaban por ello el felino y la cíclope no se enteraran de como estaba.
Bajo los escalones y si era verdad había fuego por todo el lugar, Alastor solo chiquito los dedos y las llamas se apagaron, luego se encargaría de sus mano con leves quemaduras por ello.

Un Amor Confuso Y DolorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora