30-Bienvenida

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Narradora

Si ambos se ignoran, que pueden hacer los demás, nada ¿verdad?

Todo estaría como siempre si no fuera por la conmoción de los noticieros hablando de la aparición de Lilith. Muy a parte ahora el problema de Emily y su boca sellada que se negaba a hablar por más que Alastor le insistirá que lo dijera.

Charlie solo pudo ver a su padre en cuanto se entero. Pensó que era otra farsa de los medios para conseguir vistas, que grave equivocación.

Y ahí estaba en la puerta.

—Buenos días mi hermosa dama, bienvenida al hazbil hotel -miro en concreto quien era y sus orejas se levantaron por la sorpresa, cerrandole la puerta en la cara- Madita sea tenias que venir en el peor momento.

—Alastor abre la puerta -recibió un no por respuesta- ¡abre! -otro no- querido vas a abrir la maldita puerta ahora mismo si no quieres que saco tu vendita alma encadenada ahora mismo.

El ciervo solo pudo hacerle caso y dar una señal con su mano para que pasara. Husk en cuanto vio quien era se le cayó el licor, Angel se atragantó con su coctel y Vaggie se quedó estática.

Charlie querida, tenemos una visita muy "importante" hoy en el hotel.

La princesa bajo curioso por lo que dijo su socio.

Mamá...  Fue lo que salio de su boca, al ver a la persona que estaba al frente suyo con su característico collar de perlas.

!Papá! La menor grito, Lucifer bajo corriendo, se dirigió a su pequeña y ella le señaló a una perdona a sus espaldas.

¿Lilith? Como es...

Hay amor, yo también te extrañe -se acercó al más bajo y le agarro la mejilla- estoy de vuelta para remediar todo, me lo permitirás ¿verdad? -fue lo último que dijo para pegar sus labios con los del alfa, mientras miraba a Alastor con un sonrisa en su mirada-

Alastor... Susurro su cachorra mayor al presenciar la escena.

Su socio solo la miro y negó con la cabeza. De todas formas ya sabía que hiban a terminar de esa forma.

—Mejor me retiro querida, este es un encuentro familiar -hablo el locutor pata retirarse-

—Yo te acompaño, luego puedo hablar con mamá -dijo Charlie subiendo las escaleras con el-

Los demás también la comenzaron a seguir, dejando a la pareja de reyes solos.

El instinto de Lucifer quería detener al omega pero algo lo detenía. Sólo se separo de los labios de la reina y miró dirección a las escaleras.

Alguien lo sujeto de la barbilla Cariño no mires a nadie más, mírame a mi - La más alta le sonrió.

En otra parte estaba Charlie intentado buscar una respuesta a lo que presenció, a todo. Alastor en esos momentos solo podía calmarla, de alguna forma se termino enterando de lo que pasó con su padre y ella empezó a estar al tanto de todo.

No quiero que salgas dañado fueron las palabras que le dirigió su cachorra.

—Charlie calmate por favor -hablo poniéndole una mano en su hombro-

—¡No! Alastor significa que tu eres la pareja de mi padre, el te debe respetar -los demás la miraron con tristeza- Mi madre aparecer luego de siete años queriendo arreglar todo. A pero cuando la buscaba, la llamaba, le mandaba mensaje nada.

—Querida tu bien sabes que tu padre ama a tu madre, nunca dejo de hacerlo -los demás lo miraron confundidos- Yo solo fui... -se quedó en silencio- una distracción para que no pensara en ella.

—Dime que no es verdad -dio un paso atrás- ¡dime que es mentira!

Amor calmate Vaggie la abrazo por su espalda.

Nadie pudo decir nada más y el ciervo se retiro de la habitación. Fue donde Emily para ver su estado, estaba decayendo. No quería preocuparse pero igual lo hacía y ahora viene una infeliz que tiene su alma.

Emily.. Se acercó a la menor que estaba cubierta con una manta. Le trajo un plato de comida y se quedó con ella hasta que terminara.

Salió del lugar con el plato en mano, bajo a la sala y ahí lo estaba esperando.

—"Lilith" que grata sorpresa -le dio una sonrisa fingida-

—Será mejor que hablemos en un lugar más cerrado -el ciervo solo pudo guiarla hacia su torre para hablar- Hace años que no veía este lugar ¿tan rápido quisite mudar?

—Primero quítate ese collar Eva, no sabes lo horrible que se te ve si tu lo tienes puesto -la mayor sonrio-

—¿Y que tiene? Estoy en el mismo cuerpo que el de la verdadera, todo lo que ella se ponga me quedara de la misma forma -le dijo con sarcasmo-

—Mientes, Lilith lo porta con elegancia y autoridad, y tu... -la miro con desprecio- con molestia y repudio. No mereces utilizar algo como eso -la mayor lo miro enojada- Me vas a decir que hiciste estos siete años ¿una copa? -Le ofreció un vino que hizo a parecer-

Su conversación más iba de su contrato.

—Muy a parte tome unas vacaciones en el cielo querido. Hay cuanto extrañaba ese lugar -puso una mano en su mejilla-

—Me esta diciendo que tomaste unas lindas vacaciones pero no se te ocurrió investigar sobre porque comparten cuerpo las dos ex-esposas de Adam -la miro consternado, la contrario solo asintio- Con razón caíste tan rápido para comer el fruto prohibido.

Maldito seas Pronunció Eva, pero luego pensó que dañaría la barrera del aquel demonio. Ya lo sabía su alfa, se dio cuenta al instante por la marca en su cuello. Sonrió por lo bajo.

—Dejando eso de lado, ¿qué vas a hacer? Yo fui la que le pidió el divorcio a Lucifer no Lilith, entonces -ella todavía lo ama agregó el cervatillo-  Correcto, que mal gusto tienes en los alfas querido.

—Tranquila, me quitaré la marca en cuanto veamos la forma en devolverte a tu cuerpo -tomo un sorbo de su vino- de todas formas respeto mucho a mi conocida. Lamentablemente es una molestias que tu estés en el mismo cuerpo que el de ella.

Fue lo último que dijo para retirarse del lugar. Paso un tiempo.

¡Alastor! Grito Lucifer con enojo, al parecer a Eva no le vasto con restregarle a la cara al locutor de que solo era algo de paso. Se tuvo que hacer la víctima diciendo que le tiro un vino en sus prendas, hay que decir que es una gran actriz.

El ciervo solo bajo suspirando ya que no quería más problemas ese mismo día.

Solo salió de sus pensamientos cuando sintió su mejilla roja, el alfa le había tirado una cachetada.

Como se te ocurre hacerle eso a tu reina el venado solo pudo reír mientras bajaba la cabeza.

—Tan imbecil eres que no puedes ocultar que todavía sientes algo por ella -lo miro a los ojos- No lo digo por mi, lo digo por tu hija que ve la peor parte de ti. Y sabes que no me arrepiente de haberle hechado vino encima, se lo merece por abandonar a su hija siete años.

La mayor cambio su sonrisa de victoria a una de sorpresa.

No voy a caer yo en tus trucos...

El instinto ya de quería muerto a sí mismo, pero con razón.

Un Amor Confuso Y DolorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora