31-Visita

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Narradora

Se podrá ir al cielo nuevamente, pues claro que si, al parecer un locutor haría cualquier cosa con tal de quitarse esa cadena de encima.

Alastor ya no se quedaba en el hotel, al parecer sacó todas sus cosas del lugar y volvió a su antiguo hogar, una casita en un lugar apartado de la ciudad oculta en un bosque. No obstante Emily lo siguió, le agradaba Charlie en verdad pero el ambiente no era nada bueno que digamos y Lilith no parecía ser la misma que contaban los relatos, estaba perturbada.

Papá Al, ¿nos vas a abandonar? Su pequeña cachorra lo miro aferrándose de una fe sus piernas.

Solo me voy por un corto periodo querida Fue lo que dijo el ciervo antes de besar la frente de Niffty e irse del lugar con Emily.

Los demás se quedaron callados, Lucifer lo vio salir y no hizo nada, volteo y acompaño a Lilith a su recamara.

Si no fuera porque volvió a su hogar no se habría enterado de que alguien se quedó hospedado mientras el dueño no estaba. Escucho la música de los discos que tenía sonando, se acercó más, abrió la puerta

¿Quien anda ahi? Espera... ¿Adam? Miro fijamente al demonio con una apariencia demasiado similar a la del primer hombre.

Adam que estaba distraído solo volteo de susto siendo recibido por un golpe con el bastón de radio del ciervo.

El mismo hiba a hablar pero vio a la pequeña ángel al lado del locutor.

¿Emily? ¿Qué haces aquí? Tus alas... la menor desvío su mirada, agarro la manta que se cayó al suelo y se lo volvió a poner para que no viera nadie más lo que le pasó.

Alastor solo suspiro y lo soltó.

—Al parecer un alma puede redimirse pero también corromperse -

Se sobo la nuca por el dolor y se dirigió a la menor, claramente ella lo tenia agarrada del saco para que no le hiciera nada a la persona que seguia en el suelo.

—Querida puedes ir a la habitación que esta pasando el pasadizo, necesito hablar algunas cosas con el -la ex-arcangel asintió y se fue con su pequeña maleta, en ella solo había pequeñas cosas que el locutor le proporciono-

Al final lo ayudo a pararse y con un chasquido de dedos devolvió su casa al estado en el que estaba antes de que se fuera. Ayudo al contrario a levantarse y lo ayudo a sentarse.

—Que vas a hacer ¿me vas a matar? -hablo el humano-

—Creo que ya tienes suficiente con estar aquí -lo miro riendo- Te convertiste en lo que exterminabas, me preguntó que pensara con tu compañera cuando te vea -el contrario lo miro- te matará o... te abrazara.

—De que mierda hablas -lo miro con enojo y con una mano hecha puño-

—De aquella ángel, piel blanca y ojos amarillentos, se notaba que te importaba -vio como Adam bajo la cabeza- No lo niego, de todas formas fue la única que te llegó a ser fiel. Gustas una taza de té, hablemos de cómo llegaste hasta mi humilde morada.

Aunque de humilde no tenía nada por dentro, pero por fuera parecía esas pequeñas cabañas de caza, con un pequeño balcón y sus escalones que daban a un estanque.

El humano se sorprendió por las acciones del demonio.

Admito que te quiero matar pero lamentablemente hay una pequeña que no me lo permite Dijo desde la cocina.

Emily salió de su pequeño escondite sabiendo que ya la encontraron, se sentó al lado de Adam. No se llevaban bien pero al menos quería hacerle saber que estarían bien. El ciervo seguía con sus preparativos, mientras la menor conversaba con el contrario que no entendía nada de lo que ocurría.

Poco a poco se quito la desconfianza, la pequeña ángel habló de cómo llegó al infierno y el humano como apareció en el lugar y el trauma que le dejó la cachorra de Alastor. El ciervo solo sonrió y dejó alto de te con galletas en la mesa.

Ja, no puedo esperar menos de mi niña agarro un foto de algunos años atrás, Emily puso una sonrisa al verla y andan sintió escalofríos al enterarse de que esa enana era hija de aquel demonio.

—¿Ellos son tu familia Al? -Emi señaló un rincón lleno de fotos-

—Afirmativo querida -la menor empezó a ver todas la fotos, brincando por cada momento que plano cada captura. Se les notaba felices- Al parecer te agradan, cuando sea el momento conocerás a los demás. -Recibió un Yupi de parte de ella y Adam pues... Comía las galletas que preparo el ciervo-

Y pasaron los días y los tres tuvieron que vivir juntos, el ciervo lo iba a votar pero la menor se lo impidió.

Bien, como el a estado viviendo en este lugar sin hacer nada. Le toca hacer la limpieza. Miro sonriente a la pequeña.

—Alastor enserió debe hacer eso -el mayor asintio- ¿es por rencor?

—Muy a parte de ello querida, es porque el desgraciado hizo un trato con su segunda esposa y la miserable ahora mismo me es un dolor de cabeza. -Adam lo miro enojado- Tu que miras, ponte a limpiar que por ahí sigue sucio.

Y ahí estaba, Adam el primer hombre en la tierra, el que exigió autoridad y sumisión a su primera esposa. Al que la segunda lo traiciono por el fruto prohibido. El mismo ahora era amo de casa.

Emily recorría los lugares del bosque y luego el locutor debía ir la a buscar por que se perdió.

Aunque ciertamente del que el demonio y el ex-jefe de exterminadores se llevarán bien no tanto. Se respetaban más o menos todo por el bien del angelito que los vigilaba.

Un Amor Confuso Y DolorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora