Capítulo 11.

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En la espera de uno de los hombres más ocupados de la ciudad era Yoongi quien procedía en llegar las imágenes en la tableta que mostraba su hermana, junto aquellas cámaras en las que uno de sus hermanos se hacían cargo de algunos bandidos que querían pasar de los limites en su casa, siendo el segundo de los hermanos quien se hiciera cargo de ellos.

− ¿Dónde está Taehyung?

−Esta haciendo los cambios en uno de los edificios, Jungkook esta con él.

−Que la incompetencia en limpiar un maldito edificio, no sea razón para que la seguridad de mi palacio sea un puto problema. Llama al maldito Atún, dile que, si vuelvo a ver un problema de esa actitud, Taehyung será lo siguiente que vea ahogado en el mar.

− Se lo haré saber.

Solar toma nota, hasta notar la presencia de algunos de sus escoltas en la puerta, siendo uno de ellos que lleven en caja un regalo en moño rojo. Hace un antemano con un segundo regalo, un cartucho de puros que se encarga de entregar a su hermano, Yoongi busca dentro de su traje hasta ver la cajetilla vacía, siendo su hermana menor quien ofrece, más de lo que esperaba.

Él toma la cajetilla, siendo un puro quien encienda, a lo que Yoongi alza su ceja viendo la caja de regalo.

− ¿Qué has traído?... 

El pelinegro quedaba viendo a la rubia quien espera una respuesta, haciendo un antemano uno de los escoltas quien deja el supuesto presenta en la mesita baja, simplemente lo deja pasar sin querer saber que demonios hay adentro, conocía con fastidio los berrinches de la menor, aquella que ahora sonríe ocultando su sonrisa en la agenda.

−Creí que sería bueno darle un presente a mi cuñado, nada me haría más feliz que lo recibiera.

−Adelante, puedes dejarlo aquí. −Suspira cansado− Eres una ingenua, siempre lo has sido Solar.

−Lo sé. No sabe lo feliz que me ha hecho...

−Largo, tú y tú maldito corazón bondadoso...

Yoongi no miraba la ingenuidad en el pesar de su hermana menor, apenas en medio de la sonrisa es ella que tose cubriendo con un pañuelo con lo que suelta un poco de sangre, para no hacer pasar un terrible momento a su hermano mayor se despide por el momento retrocediendo con los escoltas hasta llegar a salir.

Para cuando Jimin sube las escaleras a la habitación de arriba, el caminar de Hoseok para, pidiendo al menor que haga una reverencia, siendo la correcta rubia quien baja viendo de reojo a Jimin, mismo nervioso chico que de nuevo cruza miradas con la menor.

Jimin veía a la joven, incluso seguro cortándole unos años más que él. ¿De verdad se dedicaba en algo tan cruel como asesina?

Pasando de ella sin que nadie diga nada del otro, Jimin sigue su camino con lo que entra a su alcoba tras la presentación de Hoseok, cuando la puerta se cierra Jimin tiembla al percibir en su alcoba el aroma tan agitante a tabaco que bien conoce, aun haciendo una reverencia ve el joven pálido.

−Ruiseñor. ¿Por qué no te acercas un poco más?...

Jimin se quedo mirando fijo a Yoongi durante varios segundos, en una tranquila mirada del pelinegro quien fuma una calada de su puro, exhala invitando al joven a acercarse, siendo de nuevo una prueba de Jimin, en la que no fallaría, no esta vez.

Sería obediente, no intentaría ser el héroe esta vez.

Tras recuperar el aliento, Jimin ingenuo se acerca sin saber en la bomba que estaba por explotar, en pasos lentos, camino hasta Yoongi, notando la altura del uno y del otro, es Yoongi quien deja el puro que sostiene con su mano diestra, ofrece una mano amiga a Jimin, quien no duda en tomar la pálida.

Señor Ciervo. [🦌]Yoomin. ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora