Capítulo 52.

212 24 0
                                    

Para el segundo juicio del ciervo contra el suicidio de Yoongi, aquel dibujaba una sonrisa en sus labios, para una larga conversación nocturna que tuvo con su prometido era puesto en aguardar en esperar en el pasillo antes de su entrada, con ello a Jaebum quien parece con los mismos ánimos, golpeando con una de las mesillas el periódico.

−Parece que no necesitan de tu presencia, para causar terror en el subterráneo.

−No se de que habla, usted debe saber mejor que yo, Sargento. ¿No estuvo para detenerlos?

−No, tuve cosas personales que hacer en mi tiempo libre. −Menciona Jaebum recargado en la pared de brazos cruzados− Hubo un espectáculo que disfruté, y pude interpretar algo. Este caso en particular hablaremos de los maltratos que sometió a su primera mujer, Ahn Elly. ¿La mató, estando embarazada?

− ¿Ahora es el pasillo de interrogación? Si es así, no hablare sin mi abogada...

−Esta bien, solo escúcheme. Su gorrión, es demasiado bello para tener el mismo destino. −Responde Jaebum, relamiendo sus labios− Estando usted aquí encerrado y quizás muerto, ya no lo querrá. Quizás pueda llegar a quedármelo.

−Tiene buen gusto.

−Claro que los tengo, digo. Es la primera vez que el Ciervo se presenta contento a primera mañana del día, aunque esa felicidad quizás dure poco. Usted es un gran ejemplo que la clave de una relación es la comunicación. ¿No?

Sabiendo Yoongi a que se refiere piensa en las llamadas que ha tenido que Jimin, pero a pesar aquello no flaquea.

− ¿Nos ha escuchado? Realmente esta entregado a su trabajo.

−No, no soy el tipo de persona se mete en conversaciones ajenas, aunque quisiera escuchar la encantador voz de su prometido parece haber un micrófono que me lo impide, pero bueno ya me encargué de eso. También me preocupo de las víctimas, pobre Jimin, va estar muy triste.

− ¿Por qué iba a estar triste?

−Eso no va a importarle, yo soy quien está afuera y usted quien se pudre adentro...

Dejando a Yoongi con la interrogativa es aquel quien entra en la corte nuevamente, en el segundo juicio en el que lo nombran como el asesino de su esposa. Aun llegando el momento de que fije sus objetivos en ganar en el juicio, es aquel quien queda pensando en el peligro de sus llamadas, además de lo que el diablo habrá hecho.

−Los restos de la mujer se encontraron en una de las bodegas en el salón del rascacielos, también la victima se ha señalado que portaba un bebé pronto nacer en su vientre.

−Mismo gran jurado quien el ADN muestra que mi cliente haya cometido dicho crimen, sino que un animal salvaje lo ocasiono. Uno que se acusaron y se dieron muestras para los animales domésticos que se resguardan en el palacio.

−Su cliente, el señor Min es amante de la caza. También, adiestra a perros de casería, en los que cada uno de los sabuesos han sido retirados.

−Sí, para tomar pruebas que no fueron recibieron el ataque de la víctima.

−Su señoría, quiero llamar al estrado a uno de mis testigos de la defensa, tenemos al mayordomo de la casa Min, Jung Hoseok, quien probara la relación que tenía contra el acusado.

−Una relación que concluyo hace diez años, mi cliente no tiene nada que ver a la que fue su mujer desde hace años...

Aquellos llamados el que llega es Hoseok, el pelirrojo joven que sigue encarcelo y bajo a palabra de la corte, es Hoseok quien se presenta al estrado con la abogada quien abrió el primer día y prometido decir toda la verdad a cambio de un trato a su libertad, es el mismo Jaebum quien sonríe, siendo Yoongi al verlo a Jaebum quien sonríe con orgullo su final.

−Señor Hoseok. ¿Por cuánto tiempo ha trabajado en el palacio Min?

−Diecisiete años.

−Por mucho tiempo, usted mismo sabe de la relación que tiene su jefe, con la victima Ahn Elly. ¿Puede describirle al jurado la relación de ambos?

−No era buena, era una muy brusca.

− ¿Puede especificarlo?

−No puedo, esta en contra de mi confidencialidad...

Esas palabras hicieron a la abogada Park, dar una mirada hacia Jaebum, siendo al que sonaba como la victima una que ahora les había visto la cara, aun siendo el juez quien suene su martillo de madera a tal escándalo, es quien habla con el pelirrojo.

−Este bajo juramento, señor Hoseok. Y también bajo trato de la ministra.

−No puedo hablar, porque entonces mi vida correría en peligro. −Dice el pelirrojo señalando en el fondo− El me dijo que acusara a mi patrón como el Ciervo, que había asesinado a la señorita Elly, y me juro que solo así el jurado me perdonaría.

− ¡Señor Jung! −Reclama el Juez.

− ¿Me matara verdad? Igual como ordeno como todos esos presos atacarme, porque no estuve consciente para decir que fue el señor Min quien lo hizo, el me pidió que mintiera...

En miradas que señala era directo a Jaebum llegando a pausar la sesión de la corte, revocando tal acusación cada uno de ellos es llevado siendo de nuevo el encierro de Yoongi quien toma de oportunidad para tener que llamar a Jimin, aun cuando cada uno de los presos lo cubre Jimin contesta la llamada para nada más escuchar sus llantos.

− ¿Qué pasa? ¿Qué te hizo? ¡Maldita sea respóndeme!

−M-Mi gata...

Siendo Jimin que desde su alcoba vea la gata en el umbral de su puerta recostada sin despertar ve su cuerpo inerte siendo Youngjae quien niegue tal esperanza, aun en la desesperación de Jimin de dejar a la gata que fue apuñalada y despellejada ve roto el collar que tiene puesto, escuchando en silencio lo que dice el Ciervo para él.

−Deshazte de este celular, no vuelvas a llamarme. ¿Me escuchas?...

−Sí, no va ser único que voy a deshacerme.

Siendo Jimin quien cuelga entre el desastre de la habitación queda viendo el jarrón en el suelo, logrando ver la luz roja que capta su atención, llegando acercarse a dicho micrófono de su supuesto admirador, lo toma haciendo una seña a Youngjae que guarde silencio siendo apenas en voz baja quien habla el sirviente.

− ¿Qué hacemos, joven Jimin?

−Llama al cazador, dile que le daré la cabeza que quiere.

Con el dolor de su corazón es Jimin quien toma la pequeña gata que siempre la ha acompañado para que se encargue Youngjae de ella, haciendo de su dolor intenso al saber que le había visto la cara, sabia que aquel acto imperdonable iba a ser pagado.

Es hasta llegar a la tarde quien queda en vista que la persona que se hospeda había llegado, por lo que hace lo que buscaba llamando a la puerta siendo Jaebum quien finge estar preocupado por el menor.

−Jimin. ¿Qué te paso?

−L-Lo siento, Jaebum... Es que mi gata.

−Está bien, estoy aquí para ti...

En la actuación que seguían ambos, el que parecía quien lo hacia sonar genuinamente era Jimin, pasando aquel rato con el enemigo del ciervo, hasta confirmar Jimin con cada diminuto arañazo en su mano, aun cuando vuelve a su departamento sigue su noche rutinaria, hasta recibir la llamada de la habitación del dueño del hotel.

−Parece que al final y al cabo, renovaremos nuestro trato.

−Así es.

−Así es

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Señor Ciervo. [🦌]Yoomin. ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora