Capítulo 38.

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− ¿Está enfermo?

−No, mi señor. Se niega en venir con usted, se encuentra encerrado en su alcoba.

Sin poder creer lo que escucha Yoongi queda viendo a Youngjae, tan solo se necesitaron horas para que la ausencia de Jung Hoseok, se vea afectadas por el joven que claramente le declaro que pasaría la noche con él, ahora quedaba viendo al sirviente de su gorrión con los hombros hacia arriba, sabiendo que le esperaba más que lo peor.

−Llama a mi gorrión, sino quieres que te decapite.

−Enseguida, mi señor...

Youngjae se retiraba haciendo una reverencia tratando de idear para que el joven que se encerró a su alcoba saliera de alguna forma, mientras Yoongi aguarda escucha el llamado de la puerta, dando permiso de entrar de mal humor, lo que colma más su presencia era ver a su primera mujer, vistiendo sus mejores ropas, haciendo de su vientre más aparente.

−Mi Yoongi, quería verte.

−No pedí verte, regresa a tu habitación.

−Vine por mi cuenta, quisiera hacerlo entender que la ausencia que me hace pasar afecta demasiado a mi corazón. ¿Qué he hecho para que me castigues así Yoongi?... −Cuestiona Elly− Te he servido fielmente, incluso ahora le daré un hijo.

−No me hagas perder el tiempo, Elly.

− ¿Qué tiene ese niño que lo tiene confundido?

No hubiera preguntado eso, ya había propasado con aparecer, pero ahora.

Tras sobar el puente de su nariz el pálido mira por completo a la que llama su mujer, para Elly que siente un escalofrió al ver esos ojos opacos darle la atención, mantiene un hilo de esperanza, con ello cada paso que da el siervo ahora queda frente a ella.

−Yoongi...

Es lo ultimo que dice antes de sentir de nuevo el tacto de su mano sobre la suya, sujetando su mano el toque suave se vuelve en uno agrasivo atando su muñeca con sus largos dedos, con una mirada para intentar matarla y hacerle saber que no era bienvenida.

Antes de que pueda destilar veneno es el llamado de la puerta de Youngjae lo que hace interrumpir en mal momento, con una mirada que dirige el pelinegro ve la ausencia del menor.

−Mi señor, el joven Jimin.

El segundo sirviente guarda silencio cuando ve al Ciervo ir personalmente, sintiendo Elly pasar por el peor dolor que pueda albergar su corazón, fuera de ser maldecida ahora había pasado a ser ignorada, llorando de ira vuelve a su alcoba, siendo Youngjae quien respire en pánico.

Para un Jimin quien se resguarda en su alcoba se encuentra sentado en el ventanal abierto, con una mala mirada para la rabia que no deja de pasar, eso hasta brincar desde el pequeño banco, Jimin escucha el llamado de la puerta calmado.

−No te volveré a repetir Youngjae, que no iré.

−Abre la puerta, antes que dispare para abrirla...

Jimin alza su ceja, en un momento pensando hasta haber escuchado claro al señor Ciervo, aquel se pone de pie desde donde está acercándose a la puerta su mano se acerca a la perilla y antes de quitar el seguro de ella, él menor bufa. Cuando quita el seguro en automático al otro lado Yoongi abre al fin la puerta, viendo a Jimin molesto, cuando el debería estarlo.

−Te ordene que vinieras a mi habitación esta noche. ¿Quién te crees para darle una orden así a Youngjae? −Reclama molesto el Ciervo− Soy el único que da ordenes aquí, y si te ordeno que vayas, te callas y obedeces.

−No tendrá que venir hasta aquí jamás.

Jimin camina ahora con calma a dirección de su ventanal, en un acto desenfrenado de ir al borde en el que el Ciervo se acerca para ver el menor de nuevo en una postura de intentar tirarse.

Señor Ciervo. [🦌]Yoomin. ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora