Capítulo 56.

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En el sistema del Ciervo se encontraba en uno de los últimos pisos del hotel que aguardaba la familia Kim, llegando a su limite era quien apenas escuchaba al mayor que celebraba por la muerte de su gran enemigo, además de un nuevo claro control en el oriental, la ciudad ahora estaba destinada para la familia Min y Kim.

Parecía que todo llegaba a tener orden después que cada una de las armas del Ciervo tomaran cartas en el asunto, liberando cada criminal de aquella estación militar y matando nuevamente a los inocentes que se pusieran en su camino, con ello el regreso del mayordomo pelirrojo lo hizo salir de sus pensamientos del Ciervo, mostrando la impecable carta, con el sello de esa familia que juraba estar en la bancarrota, además firmada en tinta dorada.

−Lo aguardan en uno de los refugios del oriente, Señor Ciervo. −Explica Hoseok a Yoongi− Esperan que pueda presentarse lo más pronto posible.

−Tu nombre es lo último que llegue a pronunciar esta ciudad, ahora te encuentras en las ligas mayores. −Habla él señor Kim, soltando una calada de humo− Buscaran una alianza contigo, a nivelar el orden que les quitaste matando a Im Jaebum...

−Hay castas en mi favor lo que me hacen quedarme con la ciudad oriental, la pregunta aquí es que si encontramos conveniente dividir la ciudad en ambos. −Nombra Yoongi, quedando viendo al mayor− Esta parte de edificios parecen venirte muy bien, en cuanto el campo.

−Esta bien, se que eres un fanático del tabaco en esta ciudad. −Dice el en burla, recibiendo la misma carta por parte de Hoseok− La familia quien te conviene la alianza son gente refinada como tú, apuesto que te llevaras bien con ellos, tanto como lo hizo tu padre.

−¿Cómo se que no quieren represalias nuestros nuevos amigos?

−No las esperes. Ahora quieren tenerte contento... La familia que te espera en el campo, resguarda millones apesar de tener una baja, al perder una de sus grandes mercancías.

–¿Estaban en quiebra?

–Si, no dejan de hablar de un malnacido que acabo con una de sus envarcanciones... Te llevarás bien con ellos...

Concluyendo esa conversación de negocios, es Yoongi quien apenas tiene fuerzas de ponerse de pie en compañía de su siempre fiel sirviente bajan al elevador hasta el preciso piso, entrando sin preguntar a la alcoba, mientras Hoseok aguarda para hacer los preparativos hacia su salida.

Con ello es el Ciervo quien nota las luces encendidas del departamento, la ausencia de su debilidad después de ser asesinado aquel felino, ahora se encuentra viendo al gorrión sentado en el tocador peinando los últimos mechones de su cabello, luciendo en una vestimenta impecable y dando como ultimo toque el anillo que adorna en su dedo.

Para un Jimin se encontraba ocupado en sus pensamientos, era viendo el reflejo que lo hace notar al hombre que aguarda en el umbral de su puerta recargado en la pared, finge no sorprenderse, en cambio retoca sus labios con un poco de bálsamo.

Jimin se sentía molesto desde concluyo en la corte, en un momento Yoongi se había marchado ignorado, hasta verlo ahora.

− ¿Ahora recuerda que existo?...

−Es imposible, que no me de cuenta que existes.

El hombre se acerca dándole un escalofrió a Jimin, quien deja el labial para ver al hombre dejar el arma que despega el aroma a pólvora, seguido de varios cartuchos usados, como un cuchillo cubierto de sangre. En ese momento Jimin gira para ver al hombre impecable hecho un desastre, comenzando desde la cicatriz en su ojo, hasta concluir las manchas sobre su camisa blanca y la humedad de su traje.

El menor importándole poco las armas, se pone de pie para preocuparse.

− ¿Qué te paso? ¿Te han hecho daño?...

Señor Ciervo. [🦌]Yoomin. ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora