Capitulo 94

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La nueva familia Min en un semblante diferente era en el que cada uno de ellos se mostraban nuevos en cada una de las experiencias, desde la celebración en pequeños cumpleaños como las festividades en los extraños cambios del mes, siempre dirigidos por Jimin era cada uno hacia aquel esfuerzo, mientras que para el Ciervo era en ciertas formas algo fuera de lugar.

Aquella costumbre tradicional era opacada por buenos momentos y sentimientos, siendo uno de ellos el hijo de su primera hija, viendo como ha avanzado el tiempo viendo a su nieto de cinco años, mostrarle de forma positiva el uso de aquel característico piano.

− ¿Desde cuándo tocas el piano? −Pregunta Yoongi al menor sentado a su lado.

−Mi mamá me hizo tomar clases, tengo un gran maestro −Dice el menor que presiona las teclas a una melodía dulce y suave a la vez−. Me gusta mucho el piano.

−Sí, tu madre es buena.

−Sí, pero mi abuelo Jimin dijo que tocaba muy bien, es por eso que quise aprender.

− ¿Por mí?

−Sí...

Yoongi alza la ceja confundida por aquella decisión, aunque no lo ha hecho sujeto para ganar un beneficioso propio se encontraba para pasar un momento junto su serio abuelo, aunque tenían ahora con lo que pudieran conversar y concuerdan, era algo que Yoongi nunca pensó que sería positivo, siendo en su pasado requerido como algo que le obligo su madre a la fuerza.

En la casa que se mantenía las puertas abiertas eran sus hijos quienes preparaban para el supuesto campamento, mudándose en la parte afuera donde se sentía apenas el frio de la noche, siendo una gran mesa que instalan donde preparan el resto del banquete, dejando cada uno quien aguarde asiento y comiencen hablar, entre risas.

−El día de hoy parece haber un buen clima −Platica Wen, ayudando a poner los platos y cubiertos−, al menos la fogata no va a propagarse como la última vez.

−Es cierto, hizo mucho viendo. ¿Creen que vaya llover? −Dice Wonwo preocupado viendo hacia el cielo despejado− Al parecer no hay ninguna nube.

−Esta comida se ve deliciosa, nunca pensé ver un pastel tan delicioso. ¿Enserio ambas la cocinaron?

−Claro que no, nuestros esposos lo hicieron −Corrige Yuna, poniendo ambos pasteles sobre la mesa−. Claro, a menos que alguien nos preste su cocina, podríamos intentarlo.

−No lo creo, no he conocido una cocina donde sea vetada −Menciona Chungha sirviendo las porciones en los platos, cada una con verduras hasta ver en la bandeja la carne−. Padre. ¿Puedes comenzar con el corte?

Para cada uno de ellos quienes encuentran la responsabilidad Yoongi se pone de pie acercando el trozo de jamón ahumado entre los atecillos el cuchillo, las voces alrededor se combinan, siendo un parpadeo el que pase y lleve ver una terrible escena una posible victima en la misma circunstancia.

Eran esos episodios que reconocía Jimin, siendo quien amablemente despierta a su esposo tomando su mano por encima del cuchillo, haciendo a Yoongi reaccionar y comenzar con los cortes.

−Oye, padre. ¿Antes habías acampado?

−No.

−Al parecer va ser la primera vez para todos −Comenta Wen hasta ver el menor a su lado−. Bueno quizás una nueva experiencia, menos para nuestro sobrino.

Comenzando con la cena es Jimin quien gustoso toma asiento junto su esposo, en la charla que comienza a apaciguar en temas que no fuera en su oscura vida. Era después en el que Jimin desvía su atención al campamento en casas de campaña, compartiendo aquel rato con sus hijos, en un comportamiento a lo contrario de lo que los conocía, en el querían, los modales estaban en la basura, y simplemente vivían.

Era un paraíso, uno que pensó Yoongi que existiera o que tal vez pudiera vivirlo.

Estando cada uno en casas de campañas era la mirada del pelinegro que lo hacia convivir con ellos sin decir algo, simplemente se sentía curioso el sentido de aquel campamento, hasta llegar la pesada noche y cada uno de sus hijos se encuentran instalados, siendo claramente el descontento de Yoongi de querer volver a la casa, es llevado de la mano por Jimin.

− ¿A dónde crees que vas?

−A dormir, tú deberías ir también.

−Vamos, no tendría sentido este campamento entonces, has un esfuerzo.

La mano que arrastra Jimin con esfuerzo rápidamente se siente en una que camina a la par, y como no iba a serlo cuando entran a la casa de campaña y continua Yoongi lo que dejo en la oficina, cerrando la pequeña casa, mantiene a Jimin acorralado debajo suyo, para ser el primer beso que guie a ambos.

El gorrión maldice, sintiendo como el oxigeno parece faltar en tan limitado lugar, con Yoongi meneando su boca hundida en los labios hinchados, en aquella embriagante sensación. Besando la piel de Jimin cada vez que las prendas de ellos desaparecían, Yoongi dejo un camino de besos sobre la piel cerca de su cuello, sus hombros, seguido al pecho y su vientre.

−No hagas ruido, debes ser discreto.

− ¿Cómo podría?

−Has un esfuerzo. ¿No lo dijiste?...

En este juego que no cambiaria el señor ciervo por nada del mundo, era el martirizar con placer a Jimin, abriendo suboca con cuidado, metiendo el mimebro de Jimin en la humedad de suboca, en aquella sensación dulce y salada, era algo nuevamente sublime, comenzando a mover su boca, de arriba y abajo, mojaba toda la extensión de un jadeante Jimin quien violentaba por hacer un ruido alto, por lo que con una mano cubre su boca y la otra acaricia y jala algunos mechones a la cabellera oscura.

−Mierda, gorrión. ¿Por qué no dejas de embellecerte?

Gruño Yoongi perdido en lo hermoso que lucia la lasciva mirada de Jimin, con su hermoso esposo de piernas pequeñas y abiertas, de piel suavemente marcada y por su rostro esa expresión de placer, que solamente mejoro cuando el miembro de Yoongi entre, con aquella magnitud hasta poner rojo a Jimin, y mostrar sus labios humectados.

−Y-Yoongi, van a escucharnos... −Gimió sobre los labios del pelinegro− Hm, Yoongi... Espera.

Jimin se había perdido a los labios delgados, como Yoongi al sujetar las delgadas caderas, haciendo un vaivén suave hasta volverlo lo que es a uno más rápido, haciendo que Yoongi suelte los labios y mire las expresiones embriagándose con los gemidos que empezaron junto el choque de cuerpos, que los hacia rebotar en cada embestida.

Estaban teniendo reencuentro hasta ser Jimin quien humedece en lo muy bajo, mientras que Yoongi da la ultima embestida que llena el interior de Jimin, dejando que todo el liquido se escurriera y ensuciara hasta ser Yoongi quien limpie y cubra el cuerpo cansado de Jimin.

−Aun no acabamos, gorrión...

− ¡Yoongi!

Entre cada una de las sesiones que Jimin luchaba por mantenerse callado, el martirio solamente era aquella noche larga, sin saber con qué cara vería a sus hijos que seguramente preguntaran las circunstancias que provocaba esos extraños sonidos, aunque eso ya sería algo que pensaría en cuanto amaneciera.

Entre cada una de las sesiones que Jimin luchaba por mantenerse callado, el martirio solamente era aquella noche larga, sin saber con qué cara vería a sus hijos que seguramente preguntaran las circunstancias que provocaba esos extraños sonidos, au...

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Señor Ciervo. [🦌]Yoomin. ¡COMPLETO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora