CAPITULO 20 ZOO

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Wooshik miró a Jungkook con una mezcla de resignación y admiración en sus ojos. Después de la intensa carrera, la realidad había dejado una huella en su espíritu competitivo.

—Jungkook, cuida mucho a Tae, más de lo que yo puedo hacerlo. Dale esa plenitud que él se merece.

Jungkook se tomó un momento para procesar las palabras de Wooshik, sintiendo una mezcla de gratitud y pesar. Sabía que la honestidad de Wooshik era un regalo.

—Gracias, Wooshik— respondió con calma.— Valoraré siempre tu franqueza .

El castaño asintió, una sonrisa triste curvando sus labios.
Con un gesto de despedida, Wooshik se alejó lentamente, dejando a Jungkook con sus pensamientos y reflexiones. Era un momento de cambio, pero también de crecimiento y aceptación.

Tae y Nastya se acercaron hacia él, irradiando alegría y orgullo.

—Tae, Nastya, qué sorpresa verlos aquí,— exclamó Jungkook, con una sonrisa radiante.

Tae devolvió la sonrisa con admiración palpable.

—¡Felicidades, Kookie! Esa fue una carrera increíble.

Nastya, corrió hacia él con entusiasmo, pero al notar la yegua a su lado, se detuvo y lo abrazó con cautela, sin querer molestar al majestuoso animal.

—¡Papá, ganaste! ¡Estoy tan orgullosa de ti!— exclamó la menor, con los ojos brillando de emoción.

Jungkook envolvió a su hija en un cálido abrazo, acogiendola con un sólo brazo, sintiendo una oleada de amor y gratitud por su apoyo incondicional.

—Gracias, princesa. Todo esto es gracias a tu ánimo y tu apoyo, te vi en las gradas.

—¿Enserio?— preguntó con entusiasmo.

—Por supuesto, parecías pelota de ping pong.— Bromeó, riéndose suavemente.

Taehyung observaba la escena con una sonrisa encantadora, sus ojos brillaban con un brillo especial mientras admiraba a Jungkook y a Nastya.

Poco a poco fue subiendo a la pequeña en el caballo, y ella realmente estaba fascinada por estar encima de un encantador caballo..

—Realmente has demostrado tu habilidad como jinete, Jungkook— dijo Tae, con tono de admiración.— Es asombroso verte en acción.

Jungkook sonrió, agradecido por las palabras elogiosas de Tae.

—Gracias, Tae. Significa mucho para mí escuchar eso de ti.

Tae se acercó un poco más a Jungkook, sus ojos centelleaban con un toque de coquetería traviesa.

—De hecho, creo que tu habilidad en la pista es solo una muestra de tus muchas cualidades. Eres un hombre verdaderamente impresionante.

Jungkook se rió suavemente, sintiéndose halagado por el cumplido del rubio.

—Oh, ¿qué estás tramando, Tae? ¿Estás intentando seducirme con tus encantos?

Tae rió con complicidad, sus ojos brillando con diversión.

—Bueno, nunca subestimes el poder de la seducción, Jungkook.

Jungkook se encontró atrapado en la mirada cautivadora de Taehyung, sintiendo una conexión especial que iba más allá de la amistad. Había algo en la forma en que Tae lo miraba, algo que errada tranquilidad y belleza.

La atmósfera entre ellos era eléctrica, cargada con una tensión palpable y un misterio que flotaba en el aire.

Desde la distancia, Wooshik observaba a Jungkook y a Taehyung con una sonrisa amable en el rostro. Aunque su corazón estaba lleno de resignación, también estaba repleto de felicidad por ellos.

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