CAPÍTULO 31 DÉJÀ VU

746 65 9
                                    

Después de lo que pareció una eternidad, finalmente los dejaron en libertad. El rubio salió de la comisaría con paso rápido y enfadado, seguido de cerca por Jungkook, quien trataba de alcanzarlo para calmarlo.

-Tae, espera- llamó Jeon, tratando de alcanzar a su pareja mientras caminaban por el estacionamiento trasero de la comisaría.-No puedes estar así todo el tiempo.

Taehyung se detuvo en seco y se volvió hacia Jungkook con los ojos chispeantes de furia.

-¡Todo esto fue culpa de mi hermano!.

Jungkook suspiró, comprendiendo la frustración de Tae.

-Lo sé, Tae, pero ahora que ya estamos fuera, necesitamos calmarnos- dijo con voz calmada, acercándose a él lentamente.

-¡Pero no puedo calmarme, Kookie!- protestó el rubio, sacudiendo la cabeza con frustración- ¡Eso fue humillante!.

Antes de que Taehyung pudiera continuar con su desahogo, Jungkook decidió tomar medidas drásticas para detenerlo. Sin dudarlo, se acercó a Tae y lo tomó suavemente por los hombros, atrayéndolo hacia él. Sin darle tiempo para reaccionar, Jungkook se inclinó y plantó un beso suave pero firme en los labios de Taehyung.

Al principio, Taehyung se quedó sorprendido por el gesto repentino, pero gradualmente se dejó llevar por la suavidad y la calidez del beso.

-Mmh...

Sus labios se encontraron en un baile lento y apasionado, mientras Taehyung se aferraba instintivamente a Jungkook, dejando de lado su enojo momentáneamente.

Después de unos momentos, Jungkook se separó lentamente, dejando que el silencio y la calma llenaran el espacio entre ellos. Tae parpadeó varias veces, todavía procesando lo que acababa de suceder, mientras miraba a Jungkook con una mezcla de sorpresa y ganas de más..

-¿Qué fue eso?- preguntó Tae finalmente, su voz apenas un susurro.

Jungkook sonrió con picardía, satisfecho de haber logrado su objetivo.

-Eso fue un recordatorio de que no debemos dejar que el enojo nos consuma- respondió con calma- y también un recordatorio de que siempre puedo hacerte sonreír, incluso en los momentos más difíciles.

Taehyung lo miró fijamente por un momento, dejando que las palabras de Jungkook se hundieran en su corazón. Finalmente, asintió lentamente, una pequeña sonrisa curvando sus labios.

-Tienes razón- admitió- no puedo dejar que esto arruine nuestro día, y tampoco le daré el gusto a Hoseok.

Jungkook le devolvió la sonrisa, sintiendo un alivio abrumador al ver que Tae empezaba a relajarse.

-Eso es todo lo que quería escuchar- dijo con ternura, pasando una mano por el cabello de Tae con cariño.-¿Listo para irnos, mi amor?- preguntó el pelinegro con una sonrisa traviesa mientras se acercaba a su pareja.

Kim levantó la mirada, aún perdido en sus pensamientos después del beso sorpresa.

-Sí, supongo que sí- respondió, tratando de ocultar la sonrisa que amenazaba con asomarse en sus labios.

Jungkook arqueó una ceja con diversión, notando la expresión de Taehyung.

-¿Supones que sí? ¡Eso suena como una aventura en puerta!- exclamó, animado.

Taehyung rodó los ojos con afecto, sabiendo que Jungkook estaba a punto de meterlo en otra de sus travesuras.

-Espero que no sea otra 'aventura' en la comisaría- bromeó, recordando el incidente anterior.

Papá Soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora