CAPÍTULO 45 AL AGUA PATO

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Era una mañana soleada y tranquila. Tae, Jungkook y Nastya habían terminado de desayunar, y ahora, se encontraban en la biblioteca. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas altas de aquella biblioteca, llenando el espacio con un brillo cálido. Las paredes estaban cubiertas de estantes repletos de libros, creando un ambiente acogedor y apacible.

En la tarde viajaban, así que ahora tenían un poco más de tiempo antes de partir.

—Papá —dijo finalmente, rompiendo el suave murmullo del ambiente— ¿puedo ir al jardín a jugar con Bam?

Jungkook la miró, fingiendo pensar por un momento. Se apoyó en el respaldo de la silla y llevó la mano a la barbilla, como si estuviera evaluando seriamente su petición.

—Hmm… no lo sé… —dijo, alargando la pausa de manera exagerada— ¿Ya terminaste de empacar?

Nastya, con sus mejillas infladas, asintió con orgullo.

—¡Sí! ¡Todo!

Taehyung no pudo evitar reírse ante la expresión de triunfo en el rostro de Nastya. Jungkook sonrió también, fingiendo más indecisión.

—Bueno, pero… —continuó Jeon—, ¿qué me dices de los vegetales del desayuno?

—¡Me los comí todos! —protestó Nastya rápidamente—. Bueno… casi todos, ya estaba llena. Pero prometo que esta noche me los como todos-todos. ¡De verdad!

Jungkook asintió lentamente, fingiendo que estaba convencido.

—Está bien, está bien, creo que puedo confiar en ti… pero solo si prometes que Bam no va a cavar más hoyos en el jardín.

—¡Lo prometo! —exclamó Nastya emocionada, levantándose de la silla de un salto— ¡Bam será un buen chico, lo juro!

—Está bien, ve a jugar, cariño. Pero si Bam empieza a cavar, tú también tendrás que ayudar a arreglar el jardín, ¿de acuerdo?

Nastya asintió rápidamente, ya corriendo hacia la puerta.

—¡Sí, papá! ¡Gracias, papá! ¡Vamos, Bam! —gritó mientras se dirigía al jardín, el perro saltando detrás de ella con el mismo entusiasmo.

Taehyung sonrió al verlos correr y se inclinó hacia Jungkook.

—Te salió bien el papel de papá estricto —bromeó, dándole un pequeño codazo.

Jungkook sonrió de vuelta.

—Tengo que usarlo de vez en cuando. Si no, ella se da cuenta de que soy un blandito.

Taehyung y Jungkook estaban sentados juntos en un amplio sillón de cuero, abrazados. Tae tenía una revista abierta en su regazo, sobre diferentes lugares para viajar y pasar su luna de miel, pero cada vez que intentaba concentrarse en leer, Jungkook se acercaba aún más, frotando su nariz contra el cuello de Tae y llenándolo de pequeños besos suaves.

—¿Jungkookie? —Tae rió, sintiendo un cosquilleo en su piel— ¿Qué estás haciendo?

Jungkook sonrió traviesamente y deslizó sus brazos alrededor de la cintura de Tae, acercándolo aún más.

—No puedo evitarlo —murmuró Jungkook, aspirando profundamente el aroma de Taehyung — Huelo algo muy delicioso… como una mezcla de vainilla y café con leche.

Tae soltó una carcajada, intentando no perder el hilo de la revista, pero ya se estaba rindiendo ante los mimos de Jungkook.

—¿Vainilla y café con leche? ¿De verdad? —dijo, volteando los ojos de manera divertida— ¿Acaso soy un postre ahora?

Papá Soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora