CAPÍTULO 17 MEDUSAS

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Bajo la suave sombra del imponente sauce que se erguía junto a la casa de Nastya, la niña se encontraba sentada con las piernas cruzadas, absorta en la fascinante movimiento de hojas secas que caían al suelo. Era un día de otoño, y el aire fresco llevaba consigo el aroma característico de la estación. Sostenía en sus manos un pequeño cuaderno y observaba detenidamente el suelo.

En ese momento, Jungkook, apareció entre las ramas. Con una sonrisa en el rostro, se acercó a su hija y la miró con curiosidad.

—¿Qué estás haciendo aquí, princesa? ¿Por qué no estás correteando por ahí con tus amigos?— preguntó sentándose junto a ella.

La niña alzó la mirada hacia su padre y respondió con tranquilidad:

—Estoy estudiando a las hormigas, papá.

Jungkook arqueó una ceja con sorpresa.

—¿A las hormigas? ¿En serio?.

La niña asintió, señalando con entusiasmo un pequeño hormiguero cercano.

—Son increíbles, papá. Están organizadas y trabajan juntas de una manera sorprendente. Solo mira cómo transportan esas migas de hojas con tanta precisión.

El hombre se acercó a ella, intrigado.

—¿Y qué descubriste observándolas?

La pequeña le ofreció su cuaderno y comenzó a explicar:

—He notado que cada hormiga tiene un papel específico en la colonia. Algunas recolectan alimentos, otras cuidan de las larvas, y hay una hormiga reina que lidera todo. Es como si cada una tuviera su propia tarea especializada.

Jungkook asintió con aprobación.

—Interesante. ¿Y eso es todo?

—No solo eso, papá. También observé que trabajan incansablemente, sin quejarse. Es como si comprendieran la importancia de su labor para el bienestar de toda la colonia.- El pelinegro rió suavemente.

—Parece que has hecho un estudio completo. ¿Y cuál es tu conclusión, mi pequeña científica?

La niña miró a su padre con seriedad, aunque sus ojos brillaban de emoción.

—He llegado a la conclusión de que, aunque somos diferentes, cada uno de nosotros tiene un propósito especial, al igual que las hormigas. Y si trabajamos juntos y hacemos nuestra parte, podemos lograr cosas maravillosas.

Jungkook quedó impresionado.

—Esa es una lección profunda, Nastya. ¿Te enseñaron eso en la escuela?- la niña negó con la cabeza.

—No, papá. Fue mi propia observación de las hormigas lo que me hizo pensar en ello.

—Tienes un corazón sabio, mi niña.

Rodeados por la naturaleza, la charla entre ellos crecia con el paso del tiempo. Mientras reían y hablaban juntos, el sonido de la risa se mezclaba con el susurro de las hojas movidas por la brisa.

De repente, sus ojos se dirigieron hacia el campo donde, a lo lejos, divisaron a Yoongi, en una escena peculiar. Yoongi, se encontraba en una batalla inusual con un grupo de vacas que pastaban cerca. Parecía tener dificultades para alimentarlas, ya que, con un gesto de miedo, mantenía una distancia segura entre él y los animales.

Jungkook y Nastya intercambiaron miradas divertidas antes de estallar en risas.

—Parece que Yoongi está teniendo problemas con esas vacas— comentó mientras señalaba con la cabeza hacia la escena.

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