CAPÍTULO 36 CAMARÓN

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Después de una semana que pareció eterna, el hospital finalmente se preparaba para despedir a uno de sus pacientes más impacientes. Jungkook, quien había hecho un considerable progreso en su recuperación, estaba más que listo para dejar atrás las paredes del hospital que, a su parecer, parecían encogerse con cada día que pasaba.

En la habitación, Taehyung ayudaba a Jungkook a vestirse, una tarea que, a pesar de su sencillez, se había convertido en una fuente de bromas constantes entre ellos. Taehyung sostenía una camisa frente a Jungkook.

-¿Estás seguro de que quieres esta camisa? No sé, es bastante llamativa. Podría hacer que los médicos cambien de opinión y decidan que no estás lo suficientemente sano mentalmente para irte- bromeó el rubio, mientras le pasaba la camisa a Jungkook.

Jungkook rodó los ojos, una sonrisa juguetona en su rostro.

-Solo dámela, Tae-Tae. No aguanto un minuto más en este pijama de hospital. Además, cualquier cosa es mejor que otra noche en esta cama de piedra.

Mientras se ayudaban mutuamente, Yoongi entró en la habitación con el alta en mano, agitándola dramáticamente en el aire.

-¡La libertad te espera, hermano! Solo necesito tu firma aquí, aquí, aquí y aquí, dijo, señalando los espacios en el documento con un bolígrafo.

-¿Tantas firmas? ¿Estoy firmando mi alta o vendiendo mi alma?- preguntó Jungkook, tomando el bolígrafo con una exagerada precaución.

-Con la cantidad de veces que tocaste el timbre de enfermería esta semana, podría ser ambas cosas- replicó Yoongi, entregándole los papeles.

Jungkook firmó los documentos con una velocidad nacida de la pura anticipación por salir.

-Bueno, si con esto puedo asegurarme de no volver a ver esas horribles cortinas de hospital y esa gelatina sin sabor, firmaré lo que sea.

Taehyung y Yoongi se rieron mientras terminaban de recoger las pocas pertenencias de Jungkook.

-Solo por esa actitud, estoy tentado a llevarte a comer algo que no venga en bandejas de hospital- dijo Tae, ayudandolo a ponerse su chaqueta.

-Eso suena a un plan perfecto- dijo Jungkook, ajustando su chaqueta y mirando alrededor de la habitación como si se asegurara de que no dejaba nada atrás. -Adiós, habitación 204. No te extrañaré.

Yoongi asintió hacia la puerta.

-Vamos, antes de que cambien de opinión y decidan mantenernos aquí para estudios de comportamiento.

El trío salió de la habitación con una mezcla de alivio y alegría. Caminaron por los pasillos del hospital, hasta la sala de espera donde se encontraba Nastya y sus abuelos.

Taehyung y Jungkook avanzaban por los pasillos del hospital, rumbo a la sala de espera donde Nastya y sus abuelos los esperaban, cuando Jungkook detuvo abruptamente su marcha, volviendo la cabeza hacia Tae con una expresión seria.

-Antes de volver a casa, necesitamos hacer una parada- dijo Jungkook, mirando directamente a los ojos de Tae.

Taehyung, sorprendido por la repentina detención y la declaración, parpadeó confundido.

-¿Una parada? ¿Dónde?

-A visitar a tus padres- respondió con una calma que no reflejaba el revuelo que sus palabras causaron en el rubio.

Taehyung casi se atraganta, su sorpresa transformándose rápidamente en preocupación.

-¿Mis padres? ¿Estás seguro? Sabes que mi padre...- comenzó a decir, recordando la tensa relación entre su padre y él.

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