Sumérgete en la cautivadora historia de Jungkook, un apasionado padre, exitoso empresario y destacado modelo en la bulliciosa Corea. Cuando las circunstancias laborales lo llevan al apacible campo con su hija, descubre un mundo completamente nuevo...
La verdadera amistad se asemeja a un árbol que crece con el tiempo, resistiendo vientos y tormentas. Se nutre de respeto, lealtad y empatía. En la que se comparten risas y lágrimas, se apoyan los sueños y se celebran los logros. Es un tesoro invaluable que nos recuerda que nunca estamos solos en este viaje llamado vida.
Las amistades significativas toman su tiempo en llegar en nuestra vida, y cuando ese momento llegue todo valdrá la pena.
Una vista hermosa se pinta de blanco en Seúl; Los árboles son decorados de tonos marrones y blanquillos lo complementa un suelo algodonoso. En la nieve juegan dos niños; Jungkook y Jimin, mientras saltan y juegan sus expresiones faciales contagian de alegría a cualquiera. Ambos tienen 10 años y cursan el último año de primaria, ellos se conocieron en el jardín de niños y desde ahí dio comienzo un sinnúmero de aventuras.
—Las vacaciones ya terminaron— dijo jimin con una cara desanimada con solo imaginar las largas horas de clase que tendría.
—¡JIMINNIE!— gritó Jungkook al ver desde lejos a Jimin parado en la entrada de la escuela— ¿Estás listo?, hoy es el día.
—Estoy nervioso, ¿tú crees que le guste?— comentó Jimin frotando ambas manos.
—Le encantará.
En el mismo salón que los chicos, había una hermosa niña con tez blanca, cabello castaño cara pequeña y bonita, su nombre es Kim Minjeong. Jimin cada que la miraba quedaba embobado con tan linda niña, es por ello que se armó de valor y decidió confesar sus sentimientos. Solo esperaría a que fuera el recreo para hablar con ella. El sonido del timbre sonó y su corazón empezó a acelerarse.
—Minjeong, ¿podemos hablar un momento?— la tomó del brazo un momento para que se detuviera mirándola fijamente a los ojos.
—Claro— contestó la linda niña acompañada de una hermosa sonrisa.
Pasaron ya 20 minutos y Jungkook estaba más nervioso que su amigo, daba vueltas como loco y sus manos sudaban constantemente, ya quería saber qué le había respondido la niña a su amigo. Mientras estaba pensando en las posibles situaciones que podría pasar, Jimin entró al salón donde estaba él, lo vio entrar y acercarse a él con en rostro serio.
—¿Qué te dijo?— preguntó Jungkook a su amigo.
—Ella me dijo que... ¡TAMBIÉN SIENTE LO MISMO POR MI!— gritó emocionado con una sonrisa gigante y dando brincos de alegría.
—¿Enserio?, lo sabía hermano, lo lograste— dijo Jungkook totalmente emocionado mientras lo tomaba de los hombros y gritaba como loco.
—¡SHHHHHH!— anunció una maestra mientras pasaba por los pasillos.
—Me tienes que contar todo— expresó Jungkook mientras caminaban para la cafetería
—Por supuesto-añadió Jimin— Cuando le confesé lo que sentía ella me miró muy tiernamente; sus ojos eran como luceros y con una sonrisa tan angelical me dijo que compartía lo mismo por mí pero que solo aceptaba ser mi amiga y que cuando tendremos la edad adecuada aceptaría ser mi novia.
—Me da tanto gusto por ti mi amigo— dijo Jungkook con una sonrisa mientras extendía su brazo izquierdo sobre el hombro del contrario mientras caminaban por el patio de la escuela —desde que tengo memoria te a gustado esa chica, siempre le regalas rosas de papel y tratas de hacer atento con ella.
—Y seguiré tratándola así.
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