CAPÍTULO 2 MAÑANA

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—Ya tomaste demasiado, ya es tiempo de irnos.

—No seas aguafiestas Jimin, apenas son las 2:00— contestó el pelinegro a su amigo- Tú siempre tratas de ser responsable, pero en ocasiones es bueno salir de la rutina y romper las reglas.

—Tus padres confiaron en mí, por favor...

—Okay, okay, solo una hora más,
¿sí?...— El castaño asintió con la
cabeza.— Brindemos por el amor no correspondido— continuó alzando su bebida.

–Ya supérala.

—Para ti es fácil decirlo, porque Minjeong ya es tu novia— derrotado, empezó a llorar— a este paso terminaré solo.

El contrario al ver el estado de su amigo no pudo contenerse las ganas de reír.
— Sabes cuántas están detrás de tí, apenas tenemos DIECIOCHO AÑOS —resaltó— Jung, cómo vas a pensar en quedarte sólo-volvió a reír.

A medida que los años avanzaban, su amistad perduraba, inquebrantablemente. A medida que cruzaban de la niñez a la adolescencia, se enfrentaron a desafíos y experiencias que los hicieron crecer, pero nunca separarse. La complicidad que habían construido durante años les permitió enfrentar juntos las incertidumbres de cada etapa, confiando el uno en el otro como siempre lo habían hecho. Sus risas resonaban en las conversaciones interminables, y sus corazones seguían siendo inseparables. Aquellos dos, que alguna vez se embarcaron en emocionantes aventuras, habían crecido juntos, convirtiendo su amistad en un vínculo inquebrantable que resistiría el paso del tiempo.

Después de que el joven se desahogara, se levantaron de la barra de aquel antro con el objetivo de salir de aquel lugar, el pelinegro apenas y podía caminar así que su camarada lo sostenía de los hombros para no caer. Mientras caminaban con dirección a la salida, se encontraron a unos chicos que iban en dirección contraria y Jungkook al intentar forcejear chocó con uno de ellos.

—¡Oye..— quería reclamarle, pero al subir su rostro, mantuvo contacto visual con el chico y reprimió su
queja- Eres... muy lindo.— el aludido no pudo evitar sonrojarse.

—Lo siento, está ebrio— se disculpó Jimin y enseguida dio una reverencia.

—No hay problema— contestó el acompañante del chico— Vamos Tae, ahí están los chicos.

Ellos cursaban el segundo semestre de la Universidad; Jungkook había escogido una carrera que está relacionada estrechamente en el entorno empresarial y Jimin optó por la carrera de Química.

Dada a los horarios de cada uno, eran escasas las veces que se podían ver, y es por eso que aquella noche fueron a divertirse un poco, pero terminó siendo una terapia psicológica.

Dada a los horarios de cada uno, eran escasas las veces que se podían ver, y es por eso que aquella noche fueron a divertirse un poco, pero terminó siendo una terapia psicológica

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Pasaron los días y la misma rutina continuaba.

—Mamá, ¿estás en casa?.

—Mi pequeño conejito— acariciando su mejilla, la Señora Goeun dejó un beso en su frente.

Papá Soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora