CAPÍTULO 24 ORO PURO

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Era una tarde encantadora, donde el sol pintaba de tonos dorados el campo, y una suave brisa mecía las hojas del árbol bajo el cual se encontraban Jungkook y Taehyung.

Sentados en una banca de madera, disfrutaban del paisaje y de la compañía mutua. El rubio jugueteaba con una pequeña flor entre sus dedos mientras observaba a su compañero con una sonrisa.

—¿Sabes, Tae?— habló Jungkook con tono reflexivo— si alguna vez escribiera un libro romántico, sería nuestra historia, sin duda alguna sería un bestseller instantáneo.

Taehyung rió suavemente, desviando su mirada hacia Jungkook.

—No lo dudo. Sería un éxito mundial- respondió con una chispa traviesa en sus ojos. Jungkook levantó una ceja con fingida seriedad.

—¿Estás insinuando que mis palabras son oro puro, Tae?— preguntó con incredulidad.

—Tal vez no oro puro, pero al menos plata de ley,— respondió con una sonrisa burlona.

Ambos rieron, sumergidos en esa complicidad que solo ellos compartían. Jungkook se recostó ligeramente en la banca, mirando al cielo azul salpicado de nubes blancas.

—Debo admitir que este lugar tiene un efecto calmante sobre mí. Es como si el tiempo se detuviera aquí— comentó con nostalgia.— Pero soy consciente que llegará el día de regresar.

Taehyung asintió, dejando caer la flor que había estado sosteniendo.

—Es como si el mundo exterior desapareciera y solo quedáramos tú, yo y este árbol majestuoso como testigo de nuestras locuras— continuó Jungkook.

Taehyung rodó los ojos con diversión. —Locuras que, por cierto, no son pocas. ¿Recuerdas la vez que en tu cumpleaños, durante el picnic, tú no sabias bailar y caímos al vacio?, ¿O cuando empezamos a buscar el tesoro y no encontrabamos ninguna pista?...

—Cómo olvidarlo, si cada momento que paso contigo es como estar en un sueño, en el cual anhelo no despertar.— confesó mirándolo a los ojos y regalándome una sonrisa.

—Eres experto en robarle latidos a mi pobre corazón— dijo, haciendo un gesto de exageración.

Con una sonrisa traviesa, Jungkook se acomodó en la banca y miró a Tae con picardía.

—Entonces, amigo, ¿alguna vez has pensado en cuánto nos parecemos a esos pájaros allá arriba? Siempre juntos, compartiendo secretos y disfrutando del vuelo de la vida.

La palabra "amigo" resonó en los oídos de Taehyung, provocando un destello de incomodidad en su mirada. Aunque Jungkook lo decía con ligereza, Tae sabía que había algo más detrás de ese simple término. Sin embargo, decidió no abordarlo directamente, optando por seguir el juego. Tae esbozó una sonrisa forzada.

—Sí, supongo que somos como esos pájaros. Aunque espero que nuestra vida no dependa de quién puede volar más alto o quién encuentra el gusano más grande.

Jungkook rió, captando la sutileza en la respuesta de Tae.

—Oh, no te preocupes, Tyung. Siempre encontraré el gusano más grande para tí— comentó, guiñándole un ojo.
Tae soltó una risita nerviosa, sintiendo el calor subir a sus mejillas.

A medida que la conversación fluía, dos corazones comenzaban a abrirse, revelando capas de emociones que habían permanecido ocultas durante demasiado tiempo. En medio de risas y confidencias, Tae se encontró cada vez más atraído hacia Jungkook, sintiendo una conexión que iba más allá de la simple sensación.

Cada mirada, cada gesto, parecía cargado de significado, creando un vínculo invisible entre ellos que era imposible de ignorar.

Sin embargo, algo en el ambiente cambió sutilmente cuando Jungkook pronunció nuevamente la palabra "amigo".

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