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POV JENNIE.

Era una de esas noches de verano perfectas que solo se ven un par de veces al año.

Lisa tenía una manta sobre las piernas y hablaba con quien estuviera a su lado en ese momento: primero Seungmin y luego Jeno. Habíamos pasado tanto tiempo juntas en las últimas semanas que me resultaba extraño tener que compartirla con otras personas. Pero esa era la naturaleza de las reuniones en el clan Kim. Así que no teníamos mucho tiempo para nosotras y la echaba de menos.

Tomé un sorbo del vino mientras observaba hablar y reír a Jeno y Lisa como si fueran viejos amigos intercambiando chistes malos.

Estaba lo bastante callada como para captar alguna que otra palabra; solo el crepitar del fuego interrumpía mis escuchas.

Uno a uno, los miembros de la familia se habían ido a la cama, y solo quedábamos cuatro alrededor de la hoguera.

Lisa y Jeno a un lado, y Taehyung y yo al otro.

Lisa había encajado perfectamente en la dinámica familiar.

Nadie se había puesto ceremonioso y todos la habían tratado como a una más.

Y no había visto ninguna prueba de que hubiera estado en modo trabajo, acosando a mis hermanos con preguntas sobre mí.

Era como si hubiera llevado a una amiga a casa para pasar el fin de semana.

Una amiga que parecía encajar con mi familia como si la conociera desde hacía años. Una amiga que se comportaba de forma completamente despreocupada y parecía a gusto con las personas más importantes de mi vida. Una amiga que resultaba ser guapísima, más aún en ese momento, con el rostro iluminado por el cálido resplandor de la chimenea.

Tenía problemas.

Nunca había llevado a una mujer a casa.

Con mi familia me sentía a gusto, era dónde podía ser yo misma, un lugar que protegía con ferocidad. Jeno había llevado novias a casa de vez en cuando, pero no había durado con ninguna.

Y Taehyung había llegado acompañado de una joven hacía unos meses, aunque nadie había vuelto a saber de ella.

Formábamos un estrecho círculo en el que era difícil de penetrar. Pero Lisa parecía haber encontrado la forma de infiltrarse.

—¿No estás celosa? .—preguntó Taehyung, señalando con la barbilla a Lisa y Jeno al otro lado de la hoguera.

Me reí entre dientes.

—¿De Jeno? No. —No quería admitirlo, pero me preguntaba si el apretado remolino de calor que sentía en el vientre estaba provocado por los celos o el deseo. En cualquier caso, no era un buen augurio para el trato que Lisa y yo habíamos establecido de mantener nuestra relación en un plano totalmente profesional.

—Mira, la tiene comiendo de la palma de su mano. Es médico, guapo y soltero. Si no quieres que se abalance sobre ella y te robe lo que es tuyo, será mejor que actúes.

Jeno era definitivamente guapo, aunque yo no iba a reconocerlo jamás.

Y claro que era médico: era un Kim.

Pero Jeno no iba a intentar nada con Lisa, ¿verdad? Solo estaban hablando.

—¿Crees que le gusta?

Taehyung dio un trago a la cerveza.

—Es guapísima. Divertida. Segura de sí misma… Claro que le gusta. A mí me gusta. ¿A ti no?

No cabía duda de que Lisa era como Taehyung describía.

—Además, no acepta un no por respuesta. Si nos enfrentáramos en una discusión, no sé quién ganaría.

Ceo KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora