POV JENNIE.
Lo malo de tener cuatro hermanos era que te resultaba casi imposible mantener una conversación con tus padres a solas.
Aparqué el coche delante de la casa y saludé a Jeno, que se dirigía al estudio del jardín. ¿Qué hacía allí?
—No esperaba verte aquí.—dije cuando cerré la puerta del coche. ¿Era un destornillador lo que tenía en la mano?
—Ahora que atiendo una consulta, tengo tiempo libre. Mamá necesitaba ayuda en el estudio. ¿Cuál es tu excusa para estar aquí un miércoles?
—Necesito hablar con ellos de algo que va a salir en los periódicos en las próximas semanas. —Al final, había decidido que tenía que decirles a mis padres que iban a arrestar a Jackson. Quería que lo supieran por mí. Iban a tomárselo mal y quería que tuvieran tiempo de hacerse a la idea antes de que saliera en todas las noticias.
Pero no necesitaba hacerlo ese mismo día.
Podía esperar.
Lo cierto era que había ido para escaparme.
A lo largo de todos los altibajos de mi vida, mis padres habían sido un punto de apoyo; y eso era lo que ansiaba en ese momento.
—Suena interesante.—respondió—. Más interesante que ese artículo que Lisa ha escrito sobre ti. —Puso los ojos en blanco.
—Sí.—respondí—. No me ha hecho mucha gracia.
—¿No? .—preguntó—. No creo que pudiera haber sido más elogiosa contigo.
Lo miré para comprobar que no me había imaginado lo que decía.
—¿Hemos leído el mismo artículo?
—Sí, se ha hartado de decir que no eras como el resto de los simples ejecutivos mortales de la City. Ven y ayúdame con estos estantes que tengo que poner para mamá, ¿quieres?
A Jeno se le había ido la cabeza.
—Sí, pero hemos leído dos artículos diferentes.—respondí mientras recorríamos el camino—. En el que ha escrito, básicamente dice que no estoy a la altura del trabajo.
Jeno se rio.
—Estás hecha una ególatra. Leí el mismo maldito artículo que tú. Decía que no querías el trabajo. Son cosas distintas.
—Se ha equivocado. No tiene nada de malo fijarse en los detalles. ¿Cómo sino decidir lo que es mejor para una compañía de seguros? Malditos periodistas. —Aún se me revolvían las tripas por pensar que Lalisa me conocía. Me había entendido mal.
—Dios, hermanita. No has entendido nada. En el artículo, Lisa dice que quieres conocer los detalles, hablar de los productos, centrarte en el cliente. Lógicamente, indica que ese es el trabajo que corresponde a un CEO. De hecho, sus palabras exactas fueron: «Kim cree en la teoría clásica que dice que centrarse en los empleados, los clientes y los beneficios es primordial en los negocios».
Malditos médicos.
Tantos años de estudios significaban que nunca olvidaban nada de lo que leían.
Ninguna persona normal habría sido capaz de citar un artículo que solo había visto una vez.
—Exacto.—dije; cruzamos la puerta del estudio y entramos en el lugar donde Lalisa y yo habíamos pasado la noche juntas.
Tal vez me lo estaba imaginando, pero habría jurado que aún flotaba el olor a azahar en el aire.
No podía creer que lo que había pasado allí entre nosotras hubiera significado tan poco para ella. Habría podido superar que su madre fuera la mujer que nos había puesto a Yuna y a mí en su columna de cotilleos.
ESTÁS LEYENDO
Ceo Kim
FanfictionLo primero que vi de Lalisa Manoban fue su ropa interior cuando ella se tropezó con mi silla en una boda y acabó cayendo encima de mí. Aunque pude ver mucho más de ella a lo largo de esa noche. La segunda vez que coincidimos fue en mis oficinas de L...