20

2.9K 244 10
                                    

POV LISA.

No tuve que fingir la sonrisa que se me dibujó en la cara al entrar en la cálida y ajetreada cocina, donde flotaba el olor a pan recién horneado y café.

—Buenos días.—dijo Haerin, dándome un zumo de naranja—. ¿Cómo has dormido?

No iba a confesarle que solo había conciliado el sueño unos cuarenta y cinco minutos, más o menos. Y, desde luego, no iba a decirle por qué.

—¡Genial! .—dije, quizá con demasiada energía. Todavía podía sentir la presión de los pulgares de Jennie en los huesos de mis caderas, saborear su lengua en mi boca.

Todavía la sentía entre mis muslos.

—Es el aire de Norfolk.—aseguró—. Duermo mucho mejor aquí que en Londres.

SungHo y Taehyung entraron en ese momento, cada uno con las manos ocupadas.

—Huevos.—explicó Taehyung, dejando dos docenas de huevos sobre la mesa.

—Tocino y salchichas.—añadió SungHo, sosteniendo una bolsa—. ¿Dónde está mi delantal?

—Donde siempre.—repuso Haerin—. Tae, Lisa, ¿podéis poner la mesa?

Me alegró que me dieran algo que hacer.

Algo que evitara que mis ojos se desviaran hacia la puerta.

Me había marchado del estudio antes de las cinco, a pesar de que Jennie había intentado convencerme con mucha intensidad de que me quedara.

Sin embargo, todo podía complicarse mucho si alguien descubriera que teníamos algo más que una relación profesional.

Nadie tenía por qué saberlo.

En unas horas habríamos regresado a la zona M25 y la noche anterior iba a convertirse en un recuerdo lejano.

Las dos teníamos claro que nos habíamos tomado un descanso, nada más.

Incluso aunque pareciera algo… más.

—¿Has descubierto ya todos los profundos y oscuros secretos de Jennie? .—preguntó Taehyung; abrió el aparador del comedor y me pasó un montón de manteles individuales. No había hablado mucho con Taehyung desde que llegamos. No sabía mucho de él, salvo que era médico y friki de Star Wars.

—Lamentablemente, no.—respondí, y me puse a colocar los manteles multicolor, cada uno con un llamativo hito de Norfolk—. Empiezo a pensar que es un poco aburrida.

Taehyung se rio entre dientes.

—No sé si será aburrida, pero te aseguro que es super honrada.—dijo—. Y es fiel a lo que piensa. Todos hemos seguido los pasos de nuestros padres en nuestra profesión, excepto Jennie. Siempre la he admirado por seguir su propio camino, ¿sabes?

Ojalá Taehyung supiera lo que había pasado en Oxford.

—¿Has firmado un contrato? .—pregunté—. No se suelen encontrar unos relaciones públicas tan buenos.

Sonrió mientras me seguía por la mesa, colocando servilletas en el centro de cada mantel individual que yo ponía.

—Las buenas relaciones públicas se basan en difundir la verdad, ¿no es así? .—apuntó Taehyung.

—Eres un buen hermano.

—Ella es una buena hermana.—respondió—. Sé que ha alcanzado el éxito, que no se anda con rodeos, que consigue lo que quiere, que no tiene problemas para atraer a las mujeres y todo eso. —Enumeró desde el otro lado de la mesa del comedor mientras nos afanábamos en colocar cuchillos y tenedores.

Ceo KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora