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Enzo'pov

Había agradecido por qué Martina me haya invitado a su casa, tenía ganas de despejar mi mente, y sabría que en mi casa eso no iba a ser posible.

Hace dos días atrás le había confesado a Sofía lo que me estaba pasando, para mí sorpresa ella me comentó que sentía lo mismo y que incluso estuvo con otra persona.

Me lo merecía la verdad, por haberla dejado sola tanto tiempo y era obvio que ella iba a buscar a alguien más.

Deje que se quede en mi casa hasta que consiga un vuelvo devuelta a Uruguay. No podía odiarla, la entendía, por mas que yo no hubiera echo lo mismo estando en su lugar.

Me sentía bastante culpable, debí terminarle hace muchísimo tiempo atrás, cuando llegue de España, estos sentimientos no son algo de ahora, ya los venía teniendo meses atrás, haber interpretado a Numa y haberme alejado de mi vida cotidiana hizo que de cierto modo cambiará.

Y para colmo Martina llegando a mi vida, no me gusta ni nada, de echo nisiquiera es importante en mi vida más allá del set.

El tiempo que paso con ella lo veo más como una distracción que otra cosa, no lo voy a negar es bonita y todo incluso siento que es un misterio que llama muchísimo mi atención, pero más allá de deseo carnal no me pasa absolutamente nada con ella.

Al llegar a mi casa me bañe ya que quería relajarme un poco, estaba bastante cansado.

No la vi a Sofía así que supuse que había salido o algo.

Finalmente salí de la ducha con una toalla en la cintura, pero al salir me encontré con una pequeña sorpresa, Sofía, tenía un pequeño vestido negro con encaje, era pegado arriba y caído en la parte de su cintura, unas medias negras dejando transparentar apenas su piel, y unos tacones medios color negros. Estaba muy hermosa la verdad, sus ojos en estas épocas se ponían más claros y bajo la luz tenue de mi casa resaltaban una locura.

Me acerque lentamente a ella y la comencé a besar con rudeza, ella tardo unos segundos en responderme pero finalmente lo hizo.

Una cosa llevo a la otra y termino pasando lo que tenía que pasar, por mi parte yo no había estado con nadie en meses y verla a Sofía así hizo que no pudiera controlarme.

Me levanté y me fui dejándola sola, tenía que ir a lo de Martina o se haría demasiado tarde.

Me puse unos jeans azules oscuros anchos, una remera negra pegada al  cuerpo y unos tenis igualmente negros. Me acomodé el pelo, me eche mi perfume, agarre una campera que me la estaba olvidando y me fui.

Al cabo de unos 20 minutos llegué, no sin antes preguntarle en que piso vivía.

-Holaa. -Abre la puerta con una sonrisa en su cara.

-Permiso. -Dije mientras entraba y me sacaba la campera, por que estaba muy calentita su casa.
Ella la agarro para colgarla y ambos fuimos en dirección a la cocina.

Después de tomar varias copas de vino y habernos pedido comida rápida, estábamos ambos recostados en el sillón comiendo mientras mirábamos la película "Enredados".

xoxo, mar| Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora