Abro los ojos y lo primero que veo es a Enzo enfrente mío mirándome extrañado.
-¿Estás bien Martina? Me desperté por qué no pagabas de gritar..
-Eeh si, solo tuve una pesadilla. Disculpa por haberte despertado.- Respondí incorporandome en la cama y paso mis manos por mi pelo.
El no respondió nada y simplemente se fue al baño.
Me quedé pensando un rato mirando al techo ¿Que había sido ese sueño tan raro? Acepto que quizás estaba enamorándome de Enzo... ¿O solo estoy confundida? No lo sé, creo que voy a tener que enfrentar mis miedo y pedirle para hablar. Pero no estando acá en París, sería muy incómodo si el me dice que no se acuerda nada de anoche y solo me ve como una chica más.
-Martina!- Enzo grito haciendo que me exalte un poco.
-¿Que pasa, por qué gritas?
-Te pregunté 3 veces si tenías una pastilla para la cabeza y estabas mirando el techo dura.
-Perdon, estoy un poco dormida todavía.- Me levanté y de mi cartera saque una pastilla y se la di.
-Me di cuenta... Gracias.- Agradecio y se tomó aquella pastilla.- Sobre anoche, de verdad no me acuerdo mucho pero si me acuerdo que me trajiste, gracias.
Iba a decir algo más pero se quedó callado. ¿Que habrá querido decir?
-Esta bien, no te preocupes.- Me hice un rodete simple y me fui de la habitación para poder desayunar algo.
En el camino fui hablando con Blas sobre lo que había pasado con Enzo.
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Seguimos hablando hasta que llegue al restaurante, por suerte estaba bastante vacío; me pedí un café cortado, con croissant relleno de Nutella y frutillas. No tardó más de 15 minutos en llegar, y yo no tarde más de 10 en devorarme todo.
↓
El mes paso rápido, Enzo y yo pudimos hablar un poco más, aunque yo mantenía distancia. Había ciertos rumores entre compañeros del set que el estaba saliendo con Aitana, pero lo mantenía en secreto para no arruinar el marketing de la película. Eso hizo que yo aún reprimiera más mis sentimientos con el, y definitivamente no iba a hablar sobre eso al llegar a buenos Aires.
Al llegar seguiríamos pasando tiempo juntos pero no tanto como lo estábamos pasando ahora, lo cual me ponía de cierto modo bastante triste, me había acostumbrado tanto a estar cerca de él. Saber que después del furor de la película el se iría otra vez a Uruguay y seguramente seríamos desconocidos nuevamente..
