xoxo, mar| Enzo Vogrincic

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ADVERTENCIAS!
ADVERTENCIAS!

Este capítulo contiene escenas subidas de tono, si les incomoda pueden saltar está parte!

Mar'pov

Sentí como alguien tocaba mi timbre, me levanté bastante asustada la verdad, mire por el pequeño orificio que hay en Laa puerta y vi ¿A enzo?

¿Que carajos estaba haciendo Enzo a las 3 de la mañana en la puerta de mi departamento?

Le abrí la puerta con el ceño fruncido, el me escaneo de arriba abajo.

Mierda, me había olvidado que estaba en tanga y con un top.

Me tape con las manos y hable.

-¿Enzo que pasa? ¿Si viste la hora que es no?

-Lo se, pero Martina necesitaba verte. -Se acerco a mi tomandome por la cara con sus dos manos, dejándonos a centímetros.- Quiero garcharte ahora mismo.

Todo su olor a alcohol entro a mi naríz.

Estaba borracho.

Nisiquiera pude contestar por qué estampó sus labios contra los míos.
Me besaba con rudeza, como si fuera a escaparme de el; poso una de sus manos en mi cintura pegandome a el, lo sentí, tal como lo había sentido en el sueño.

¿Estaré soñando? Ojalá no, y si así lo es, espero no despertarme.

Me separé unos segundos, solamente para cerrar la puerta con seguro, y lo volví a besar.

Nuestras lenguas estaban en una batalla por quien tomaba el mando, finalmente me deje llevar por el; Me tomo por el trasero apretándome contra la pared, ataco mi cuello, besándolo, mordiendolo, incluso se que dejaría marcas eso, realmente no me importo.

Comenzó a llevarme a mi habitación, me lanzo sobre la cama y se poso encima mío; sus manos bajaron a mis piernas, dónde dejaba suaves caricias, mientras que con su boca devoraba mi cuello.

Me quito el top que llevaba puesto y rápidamente comenzó a besar mis pechos, con una mano los masajeaba; comencé a largar varios gemidos bajos.

Cómo pude comencé a desabrocharle la camisa que llevaba, dejando a la vista su bien trabajado abdomen.

Al verlo así, sentí toda una corriente eléctrica pasando por mi espalda.

Siguió bajando sus besos hasta llegar a mi zona íntima, me saco lentamente la tanga tirándola a quien sabe que lugar.

Comenzó a besar mi entre pierna, y también la acariciaba. De un momento a otro estaba haciendome un oral, lo cual yo solté un gran gemido, besaba, succionaba, no se que mierda estaba haciendo, pero lo hacía como un total experto.

Me sostuve de las sábanas, el placer que estaba sintiendo en aquel momento era algo inexplicable, algo que jamás había sentido en mi corta vida.

Mis gemidos salían sin parar y el aumentaba aún más sus lámidas.

-Ponete en 4 Martina. - Hablo con una voz ronca y agitada al mismo tiempo.